Anécdota cinéfila: Gloria Swanson y Erich von Stroheim

Uno de mis regalos estas navidades fue el dvd edición especial de La reina Kelly. Película inacabada de Gloria Swanson (como actriz principal y productora —con la sombra alargada de Joseph P. Kennedy, hombre de negocios y metido en mafía y política, que sería el futuro padre del presidente Kennedy. Joseph también fue un hombre atraído por el mundo de Hollywood y sus actrices… tenía una relación con la Swanson, estrella del star system silente—) y del director maldito y creador de un mundo peculiar Erich von Stroheim. Ambos formaban parte de ese Hollywood silente y pionero que estaba llegando a su fin. La película supuso el fin de la carrera como director de Von Stroheim (que nunca lo tuvo fácil debido a su concepto de creación… el mundo del montaje no tenía mucho sentido para él. Realizaba superproducciones de horas interminables y los productores casi siempre terminaban cortando su obra original) y también la carrera como estrella de Swanson. Con el cine sonoro, además de los cambios técnicos llegaron otros cambios en las grandes productoras que decidieron limitar la libertad creativa y los derechos adquiridos tanto de los intérpretes como de los directores-creadores. Así el paso del mundo silente al mundo sonoro supuso el fin de muchos profesionales ‘molestos’ para una industria cinematográfica que se estaba reordenando.

Recuerdo que hace años para mí fue un descubrimiento tanto poder ver lo que había de metraje de La reina Kelly como Avaricia. Me dejó trastornada la decadencia tan brutal y desnuda que presentaba Stroheim y a la vez la belleza de lo horrible. Después me sorprendía también su fuerza como intérpreta así como su peculiar físico. Denotaba que era un hombre especial, extraño, como de otra época. Así me emocionó en La gran ilusión y en el Crepúsculo de los dioses. Aquí sus personajes eran complejos y muy atractivos, creación del estilo peculiar del ex director, pero muy diferentes a sus roles de la época silente cuando también trabajaba como actor y fue lanzado con la frase “el hombre al que le gustaría odiar”. Siempre esa apariencia de soldado prusiano de estilo aristocrático decadente de un mundo de lujo que se hunde y termina entre riquezas y depravación moral. En estos dos papeles, sin embargo, su personaje adquiere múltiples matices y un peculiar código de honor.

Los extras de este dvd me han hecho recordar una anécdota que me parece importante. Gloria y Erich embarcados ambos en La reina Kelly seguramente durante lo que filmaron no eran conscientes de que aquello iba suponer el final de una etapa en la vida de ambos. Gloria se sentía presionada porque por una parte sentía que estaban rodando algo que merecía la pena y le gustaba el trabajo de Erich como director aunque le inquietaba y escandalizaba su mundo interior reflejado en la pantalla pero por otra, como productora, no estaba tranquila al ver como Stroheim lapidaba cantidades enormes de dinero en una película donde ya había demasiado material y sólo se había filmado una pequeña parte de la historia con todo lujo de detalles. A la estrella le entró miedo. Y no tuvo entendimiento con Stroheim. Tanto es así que se cortó la filmación y no volvieron a verse…

… hasta 1950 cuando ambos coincidieron en El crepúsculo de los dioses de Billy Wilder. Y una Gloria Swanson comenta que fue un encuentro emocionante. Que ambos se alegraron de verse quizá conscientes de que hubo muchos factores que se unieron en 1929 para que fracasara el proyecto Kelly y con ello sus trayectorias profesionales. Pero durante el rodaje no dijeron una palabra de La reina Kelly y sí disfrutaron de su trabajo juntos. Gloria seguía admirándole como director y era consciente de que el material que había de La reina era bueno. Ambos estuvieron magníficos en sus trabajos que suponía una resurrección en el caso de la apagada carrera de Gloria y una continuación de la trayectoria de Stroheim como actor peculiar (que sobre todo trabajó en películas europeas…). Gloria cuenta triste que después sí hablaron de la posibilidad de realizar un montaje especial entre ambos de lo que quedaba de la reina y Stroheim se mostró interesado pero falleció poco después…

En El crepúsculo de los dioses aunque no hablaron del polémico rodaje de La reina Kelly, sin embargo, sí que salen unas escenas en la película de Wilder. Cuando en una proyección privada —y quien proyecta es ese mayordormo, antiguo marido y director de cine silente con cara de Stroheim— Norma Desmond (Gloria) transmite la magia del cine silente y su grandeza al joven guionista-gigoló con cara de William Holden.

Todo esto es una anécdota para recordar, ¿verdad? Cuenta mucho e importante de la historia del cine.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.    

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