Felices fiestas cinéfilas

Con todo mi corazón os escribo: Felices fiestas cinéfilas.

Así os invito y regalo un viaje por unas Navidades de cine.

De buen rollo.

Una reunión alrededor de una mesa en mansión de dimensiones enormes de un grupo de amigos que comparten sus sueños y frustraciones pero que conservan el placer de la confianza, Los amigos de Peter.

No son buenas fechas para la soledad, sin embargo, a veces es cuando más se nota. También las ausencias. Así que al final quizá no es mala opción ir a El apartamento a terminar una partida de cartas en buena compañía.

O quizá es el momento de unirse al otro que también está solo y juntos brindar y darse una buena cena como el señor Matuschek con el chico de los recados en El bazar de las sorpresas.

A veces puedes ser consciente de que puedes contar con los otros, con más gente de la que te esperas, y reunirte alrededor de un árbol gigante y darte cuenta de que a más de una persona le importa que estés ahí, presente, como le pasa a George Bailey que descubre de pronto que a pesar de los pesares es el hombre más rico de la tierra porque tiene un montón de personas que le quieren y estiman en ¡Qué bello es vivir! o es tiempo para descubrir que los ideales a veces no son locuras como en Juan Nadie.

Ahí está el bueno de Charlot y sus Navidades tristes donde tiene la opción de soñar o bailar con unos panecillos… porque lo bueno llegará en La Quimera de oro.

No es mal momento para enamorarse locamente, apasionadamente. Así podemos descubrir que la persona que menos nos esperamos es la persona indicada para iniciar un proyecto común como les ocurre al fiscal John y a su procesada Lee… un viaje loco en plenas navidades les descubre que se puede empezar de nuevo en Recuerdo de una noche. O nuestro Douglas Sirk nos entrega melodrama con Navidades incluidas de señora burguesa solitaria, viuda y aburrida que descubre la oportunidad de vivir sin apariencias con su joven jardinero en Sólo el cielo lo sabe. O también puede ser el momento para decirle en silencio a alguien, al que no puedes amar porque sabes que ama a otra persona, que siempre estarás ahí… como en Love Actually.

Puede ser tiempo para creer en viejas historias y leyendas. Para encontrarnos con personajes y seres distintos y por ello fantásticos. Para ser un poco más inocentes, para disfrutar del arte de que nos cuenten y viajar con la imaginación. Para creer en mundos de fantasía y descubrir que nuestra mente viaja y nos puede proporcionar sensaciones increíbles. Así podemos acompañar al bueno de Jack Skellington, que es el rey de Halloween pero que le encantan las Navidades aunque en versión muy especial en Pesadilla antes de Navidad.

En fin que en estos tiempos navideños puedes sentir un montón de cosas y sobre todo desear muchas cosas buenas, que no cuesta nada. Y a lo mejor si unimos tanta energía positiva pues… se puede llegar a formar una especie de cadena enorme que sugiera que es necesario un mundo mejor que sólo será posible si todos somos un poco responsables para conseguirlo y que no sea tan sólo un ideal sino algo empapado de realidad.

Así que queridos míos os deseo lo mejor y unas fiestas muy agradables las celebréis como las celebréis…

Ah y por supuesto disfrutad de una buena película. Puede ser una opción con mucho encanto.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.