La mujer del teniente francés (The French Lieutenant’s woman, 1981) de Karel Reisz

Hace tiempo que escribí un post sobre el dramaturgo Harold Pinter y su relación con el cine sobre todo en su labor de guionista. Uno de sus trabajos fue adaptar a guión cinematográfico la novela de John Fowles. Como director, uno de los integrantes del free cinema, Karel Reisz (Sábado noche, domingo mañana).

Leí la novela de Fowles pero hace muchísimo tiempo y no la tengo nada fresca en mi memoria, sí tengo más reciente el haber leído sobre ella, de tal manera, que me atrevo a decir que la adaptación no era fácil y el planteamiento de la película atrapa en clave de cine una de las claves de la novela. Fowles cuenta una historia del siglo XIX pero con ojos del siglo XX e implica al lector en el enfoque que da a su tragedia y le da posibilidades de cambio en el destino de los protagonistas. Pinter acerca este punto de vista metiendo de pleno el siglo XX planteando en el argumento que es en este siglo cuando se está realizando una película sobre una historia que transcurre en el XIX. Cine dentro del cine. Así tenemos a los protagonistas actuales, dos actores que tienen el rol protagonista en la película que se está realizando. Ella es Sarah, heroína melancólica y romántica del XIX y también Anna, actriz de éxito. Él es caballero del XIX cautivado por la misteriosa mujer del teniente francés, Charles Henry Smithson, y también actor que vive un romance/adulterio con la actriz protagonista, Mike.

De esta manera atrapa ver la representación ficticia de una buena película de época con una historia contemporánea que muestra que en sentimientos, apariencias y demás relaciones humanas no avanzamos en exceso. Y que siempre a lo largo de todos los tiempos se ama y se daña.

Sarah/Anna y Charles/Mike tienen los rostros de dos actores que en los años ochenta se encontraban en la cumbre y ambos están magníficos en su doble papel donde muestran su habilidad como actores: Meryl Streep y Jeremy Irons. Ambos llevan su química adelante tanto vestidos de época como cuando se encuentran sumergidos en pleno siglo XX.

La película expone un romanticismo exacerbado espolvoreado con dosis de melancolía y con todas las claves del melodrama para filtrar una reflexión sobre las relaciones humanas, sobre las reglas sociales, sobre las apariencias…, y sobre todo en la parte que refleja la historia de época imágenes bellas como el primer encuentro entre la misteriosa institutriz, de personalidad compleja, y el caballero científico comprometido con una joven burguesa a la orilla del mar en plena tempestad.

Pinter y Reisz exponen un ejercicio de ficción y no ficción y juegan también con los posibles finales, los finales que puede tener una película y el final que tiene la historia contemporánea. La mujer del teniente francés atrapa por la vía de la melancolía. Una melancolía exacerbada que analiza, y la película expone y estudia también el papel de la mujer y sus roles en una determinada época y lo traslada también al siglo XX. La película ofrece múltiples lecturas y apunta sobre todo al cerebro.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

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