Jean Arthur

Rubia, de voz profunda, cara agradable. Jean Arthur, a pesar de sus famosas inseguridades y miedos escénicos, era capaz de convertirse en actriz versátil. Fue reina de las screwball comedies de Frank Capra…, y de muchos otros.

Hay una hermosa coincidencia en su carrera que tiene que ver con el western. La lanzó en el cine mudo John Ford, el futuro director de películas del Oeste, en Sota, caballo y rey (1923). Al no encontrar papeles atractivos en pantalla siguió su carrera en Broadway. Ya en el sonoro de nuevo Ford la hizo destacar en una de sus escasas comedias alejadas del Oeste, se trataba de Pasaporte a la fama (1935) donde la rubia trabaja junto a Edward G. Robinson y ya muestra sus dotes para ser una mujer divertida, irónica y moderna. Su siguiente éxito será en un western espectáculo a lo Cecil B. de Mille que la empareja con el hermoso Gary Cooper en Buffalo Bill…, ella por supuesto, es Calamity Jane. De nuevo visitará este género en los cuarenta junto a William Holden en la olvidada Arizona…, y la actriz de comedia, cierra su carrera  en 1953 con una película del Oeste mítica, dirigida por uno de sus directores fetiche, George Stevens, la famosísima Raices profundas, su papel popularmente más recordado. En 1923 abre su carrera con Ford, treinta años más tarde abandona el cine con una buena película del Oeste.

Sin embargo, entre medias Jean Arthur fue una actriz popular, una estrella de la comedia. Y su año fue sin duda 1936 cuando trabaja por primera vez con Frank Capra que exprime toda la comicidad de Arthur como periodista que engatusa a un inocente y bello Gary Cooper, recien heredero millonario que le sobra mucho pero que mucho corazón. La Arthur, mujer dura y sabia de la vida, después de manipularle un poco, se enamora de su inocencia y admira su filosofía de vida…, le coge de la mano y le guía a sobrevivir en la gran ciudad. La comedia se tituló El secreto de vivir.

La screwball comedy es su género y al año siguiente Mitchell Leisen la convierte en protagonista de Una chica afortunada. De nuevo comedia de enredo tremendamente divertida donde Arthur, una chica trabajadora y humilde y con un punto de locura, entra en contacto, por casualidades de la vida, con un famoso banquero…, y también más tarde con su hijo. La Arthur genial en todas las situaciones absurdas de la trama. Curiosamente, ese mismo año protagoniza película de romanticismo extremo junto a Charles Boyer que se encuentran en un barco en Cena de medianoche de Frank Borzage (película que tengo ganas de ver).

Los dos años siguientes trabaja bajo las órdenes de Capra en dos comedias absolutamente geniales: Vive como quieras donde Arthur es miembro de una familia alocada que vive como quiere, una preciosa filosofía de vida y Caballero sin espada donde se convierte en la secretaria cínica del inocente senador. En ambas su pareja fue James Stewart, que especialmente en la segunda está grande en su interpretación.

El gran realizador Howard Hawks toma a Arthur como una de las protagonistas femeninas del drama Sólo los ángeles tienen alas, película mítica de un grupo de pilotos que arriesgan cada día sus vidas. Y en este mismo año 1939 también fue una de las aspirantes al papel del siglo, el de Scarlett O’Hara para Lo que el viento se llevó.

En el año 1942 comienza su colaboración con el director George Stevens que dirigió a la  actriz en otras dos notables comedias, pero bastante olvidadas, El asunto del día y El amor llamó dos veces. Por la segunda logró su única nominación a los Oscar.

Jean Arthur ya iba espaciando cada vez más sus apariciones cinematográficas y dedicando su vida a otros asuntos (se dedicó, sobre todo, al teatro, a la televisión y se convirtió en profesora de interpretación), sin embargo, tuvo tiempo de aparecer en una genial comedia de Wilder en 1948, y bastante olvidada, Berlín-Occidente en la cual Arthur vuelve a ser una mujer divertida, una americana de ‘principios’ pero con corazón de oro que choca con una electrizante Marlene Dietrich. Una película que se situaba en un Berlín destruido y derrotado.

Y como dije al principio se despidió de la profesión con Raíces profundas. Como mujer granjera que cuida de su familia, de su tierra y de su casa…, un día llega Shane, y la vida cambia para todos.

Siempre quedará la melena rubia (que se tiñió de este color al principio de su carrera cinematográfica) y su voz profunda. Siempre quedará una Jean Arthur capaz de reírse de la vida y vivirla intensamente en sus comedias.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons 

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