Las actrices de Reencuentro (The big chill, 1983) de Lawrence Kasdan

Lo prometido es deuda, tal y como os prometí ayer, hoy les toca a ellas. También son cuatro y también están maravillosas en esta película que reivindico Reencuentro.

Cada una a su manera ha continuado presente en la sala oscura de los cines. Una fue un suspiro, pisó fuerte y desapareció. Otra sigue su carrera de gran diva pero en roles secundarios. La de más allá nunca dejó de ser una destacada secundaria. Y la última apareció en algún que otro taquillaza terrorífico y ahí se encuentra en olvido.

Meg Tilly

Con un rostro dulce a la vez que inquietante. Jovencita extraña, así aparecía en Reencuentro, Meg fue aire fresco en los ochenta. Ahí estuvo presente y a mediados de los noventa, en plena carrera prometedora desapareció de la pantalla.

Formó parte del elenco de jóvenes promesas que supuso el musical de los ochenta por excelencia, Fama. Fue otro de los rostros que demostró que Psicosis no debería haber tenido continuación en una especie de engendro que se hizo en 1983. Anthony Perkins atrapado en su papel de Norman Bates. Después llegó Reencuentro y fue el empuje definitivo. La extraña joven conquista el corazón de uno de los protagonistas y el de muchos espectadores. Así protagoniza junto a grandes actrices del momento uno de los éxitos de los ochenta, Agnes de Dios (1985), de nuevo en papel inquietante. No podía ser de otra manera.

En 1989 protagoniza con gran sensibilidad la hermosa película Valmont de Milos Forman, adaptación magnífica de la novela Las amistades peligrosas, y versión poco valorada en su momento por el enorme éxito de Las amistades peligrosas de Stephan Frears. Ella es una delicada y tierna Madame Tourvel que cae rendida a Valmont (en la ficción y en la realidad, Tilly se enamoró pérdidamente de Colin Firth, no me extraña).

Meg Tilly cada vez tenía más claro que quería dejar su carrera cinematográfica y dedicarse a otros asuntos, como asumir el rol de madre plenamente, y también posteriormente empezar una carrera literaria que le ha dado varios éxitos. Su rostro tan sólo apareció en la segunda parte de Chinatown, dirigida por el actor principal, Jack Nicholson, Los dos Jakes (1990). En una desconocida road movie con argumento similar a Thelma&Louise, Dos chicas en la carretera y en una comedia romántica que pasó sin pena ni gloria, Duerme conmigo (1994).

Glenn Close

Gran actriz y rostro maravilloso y etéreo de los ochenta. Aún su carrera es imparable y seguro que nos depara más sorpresa. Su belleza rubia, a la vez que de expresión dura y piel sensible, le ha hecho protagonizar papeles inolvidables. Fue gran diva y ahora es más exigente con sus apariciones, normalmente, en personajes secundarios.

Su carrera empezó fuerte y se convirtió en fenómeno de los ochenta por dos de sus papeles. Como Alex Forrest, desequilibrada y sexy mujer que hace la vida imposible a Michael Douglas en Atracción fatal (1987) y su increíble retrato de la marquesa de Merteuil en Las amistades peligrosas, 1988. Sin embargo, su prestigio se había ido cimentando con sus apariciones en El mundo según Garp (1982), El mejor (1985), Al filo de la sospecha (1985) y como no en Reencuentro, como doctora atormentada entre sus dos grandes amores, su marido y su amante, uno de ellos se quita la vida sin que ella pueda evitarlo.

Los noventa fueron buenos para la actriz que siguió cimentando su carrera de diva de la pantalla con grandes éxitos como El misterio Von Bülow (1990), Cita con Venus (1991) o Detrás de la noticia (1994). Se pegó algún que otro batacazo con Hamlet, el honor de la venganza o La casa de los espíritus. Y explotó su vena más cómica y delirante en dos papeles que hicieron bastante por su carrera y por la taquilla: Mars Attacks y 101 dálmatas y secuelas —fue una Cruela de Vil inolvidable—. Dentro de esta vena de cómica esperpéntica siguió con este rol en el curioso remake de Las mujeres perfectas (2004). También participó en rol secundario en uno de los taquillazos de los noventa, Air force one.

Actualmente espacia sus apariciones como secundaria de lujo y está maravillosa como actriz fetiche de Rodrigo García en dos interesantes películas corales: Cosas que diría con sólo mirarla o Nueve vidas.

Mary Kay Place

Siempre ha sido secundaria de lujo y a todos nos suena su cara. De filmografía larga, ya en los años setenta llamó la atención. Combina aparición en títulos de culto con títulos comerciales o apenas distribuidos. En los setenta su rostro aparece en New York, New York o La recluta Benjamín. Llamó a atención a todos con su alegre papel de ejecutiva soltera que siente la llamada de ser madre en Reencuentro.

Después en los noventa y siglo XXI es secundaria de lujo en películas tan conocidas como Legítima defensa, Pecker, Cómo ser John Malkovich, Sweet home Alabama o La vida sin Grace.

JoBeth Williams

Otra secundaria con carrera mínima que llamó la atención por su papel de aburrida ama de casa rica enamorada por los siglos de los siglos de su amigo de la Universidad en Reencuentro.

JoBeth hacía su aparición en uno de los grandes melodramas de finales de los setenta, Kramer contra Kramer. Su papel más popular fue el de sufrida madre en una de las películas de terror (y secuela) más exitosas de los ochenta: Poltergeist.

Kasdan padre e hijo han seguido dándole papeles en películas como Wyatt Earp o Entre mujeres.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. 

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