Te amo, te amo más que a todo, más que a los niños, más que a los campos que planté con mis manos, más que a la plegaria de la mañana, más que a la paz, más que nuestros alimentos. Te amo más que al amor, o que a la alegría, o a la vida entera. Te amo más que a Dios.
Robin y Marian (1976) de Richard Lester.
Ya recordé esta maravillosa declaración de amor en post del pasado pero junto a otros discursos amorosos inolvidables. Ahora la vuelvo a repetir, dejándola en soledad, y recordando los rostros de Audrey Hepburn y Sean Connery.
No sé explicar cómo ha ocurrido. Pero de nuevo ha venido a mi memoria.
Con toda seguridad – por lo menos para mí – la más bella declaración de amor de una mujer a un hombre vista por el cine. Todavía sigo sin comprender cómo esta hermosísima y crepuscular película no se la menciona entre las love stories más bonitas del celuloide y una de las cúspides del cine de aventuras. Y pensar que la primera vez que la ví, allá por el año nosécuantos, me pareció simplemente una buena película. Será que era una chiquilla y no entendí bien esa fantástica reflexión sobre la Vida, el paso del tiempo y el Amor.
Es de estas películas que, cada vez que la veo, me emocionan cada vez más. Adorables Connery y Hepburn, y colosal ese secundario apenas recordado hoy día, Robert Shaw. Y qué decir de la música del gran John Barry; cada vez que la escucho se me pone un nudo en la garganta, acompañando a uno de los finales más grandiosos que ha engendrado el cine.
Besitos!!
Queriiidaa Isis, sí, para mí también es una de las declaraciones de amor que más me gustan. Me parece bellísima. Y si además recuerdas los rostros de ambos mientras ella recita estas palabras… Ayyyy. Me quedo sin palabras.
Beso
Hildy