Frenchy Fairmont: Odio, asesinato y venganza.
Una vieja canción del Oeste narra una triste leyenda de odio, asesinato y venganza.
Un triángulo.
Un pistolero maduro, que ve cómo los años pasan por él, pero que siempre ha amado a una única mujer. Un pistolero que es un romántico. Frenchy Fairmont. Capaz de todo por la mujer amada. Le detienen por conseguir un buen perfume para ella el día de su cumpleaños. Fiel hasta la médula. Alto, hermoso, elegante, duro… y romántico. No le importa que la mujer a la que ama cumpla años. No se aferra al pasado. Lo tiene claro, Altar Keane, es la mujer amada. Y tiene una sonrisa que desarma.
Vern, un joven ganadero a punto de casarse con la bella Beth que ve truncada su vida tranquila cuando un ladrón de mala muerte acaba con violencia con su amada. Desde ese momento, sólo hay un único objetivo en su vida: la venganza a toda costa. No importa nada más.
Altar Keane, la mujer de saloon por excelencia. La joven hermosa que revoluciona todos los sitios a los que va. La mujer que se hace mayor y no lo lleva nada bien pero que sigue poseyendo un encanto que nada apaga. La que ama a Frenchy pero que siente nostalgia por ese pasado en el que era joven y el punto de deseo de todos los hombres. La que se vuelve a sentir atractiva delante de un Vern que sólo la seduce como parte de su plan para obtener el nombre del malvado que le quitó, de golpe, a la mujer amada.
Ojalá pudieras marcharte y volver hace diez años. Declaración de amor hermosa. De Altar a un joven e impulsivo Vern… pero que sabe que su hombre y al que nunca traicionaría es Frenchy… Pero el joven Vern le recuerda tanto al joven Frenchy…
Frenchy, el pistolero, ve en el amigo, su adversario. Y, observa, con tristeza, como puede perder a la única mujer que ha amado nunca.
Sin embargo, Altar deja claro a quién ama, por quien se sacrifica.
Yo que he escuchado la leyenda, sin ninguna duda, me iría con el pistolero romántico y fiel. Creo que jamás se me hubiera pasado por la cabeza acercarme, abofetear o sentir algún tipo de tentación por Vern… pero así no habría triángulo… Y es que quien vea el porte y la sonrisa de Frenchy no puede tener dudas.
Altar viaja al pasado y casi, ese aferrarse a cuando era joven y hermosa, la hace alejarse del hombre que nunca la traicionaría…
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.