Momentos inolvidables de Rock Hudson comediante

Durante los años cincuenta, Rock había sido el rey del melodrama o del drama. Era el héroe, el hombre serio y atractivo que se enfrentaba a los avatares de la vida y al amor en mayúsculas. Joven, alto y muy atractivo paseaba con sus damas en historias dramáticas donde el amor se encontraba con todos los obstáculos posibles. Hudson fue el actor ideal para alguno de los mejores melodramas de Douglas Sirk (Sólo el cielo lo sabe, Obsesión, Ángeles sin brillo, Escrito sobre el viento…) y también estuvo presente en esa película río que fue Gigante o fue el galán del remake de Adiós a las armas (lo siento, Rock, pero me quedo con la versión de Gary Cooper).

De pronto, a finales de los años cincuenta, dio un giro total y absoluto en su carrera. El héroe romántico por excelencia se convirtió en comediante. ¡¡¡Y qué bien lo hizo!!! Ni él mismo confiaba en sus posibilidades, pero unas cuantas buenas películas y la labor de Hudson, siempre trabajador, hizo que nos riéramos con él.

En este viaje a la risa le acompañaron durante tres veces Doris Day y Tony Randall. También, repitió con Gina Lollobrigida. Y además protagonizó un clásico de la comedia que rescataba la screwball comedy junto a uno de los maestros Howard Hawks. ¡¡¡Comienza el espectáculo!!!

Se convirtió en el galán de los galanes, en el ligón entre los ligones, que invitaba al equívoco, asumía personalidades y terminaba siempre con la heroína entre los brazos. Su alta estatura permitió muchos momentos mágicos de risa en pequeños coches.

Las secuencias: un Rock Hudson absolutamente batido y alcoholizado por Thelma Ritter. Él esperaba emborracharla para que le diera pistas sobre cómo recuperar a su amada Day. Y es ella la que se queda como una rosa. Hudson, divertido y tierno, cae derrotado a la mesa. La Ritter cada vez que tiene algo que decirle, le coge del pelo, le levanta la cabeza y le va dando pistas, y él contesta absolutamente fuera de juego. ¡¡¡Delicioso!!!

Confidencias a medianoche (Michael Gordon, 1959)

Un Hudson desatado. Asume el papel de un científico (para engañar a la siempre inocente, pero ojo, independiente señorita Day) que tiene problemas en su relación con las mujeres. De pronto, para llevarse a la señorita Doris a la cama realiza un teatro maravilloso, con lágrimas y desesperación, porque no se siente un hombre del que se puedan enamorar las mujeres.

Pijama para dos (Delbert Mann, 1961)

A Hudson no hay quien le tumbe. Y eso lo comprueban un grupo de niñatos pijos. Tratan de agotarle en un paseo en moto, en una sala de fiestas, y vuelven a intentarlo haciéndole beber y beber, todo porque quieren estar solos con otras niñatas pijas. Pero Rock no les deja. Rock se convierte en el hombre incansable. Camina como el mejor, monta en moto por caminos interminables siempre junto a la bella Lollo, baila mejor que nadie como rey de la pista y tumba a todos los jovenzuelos bebiendo fresco como una rosa…, película de paisajes maravillosos, de tópicos divertidos, pandilla de niñatos y niñatas capitaneadas por Sandra Dee…, se los comen con patatas un divertido y apuesto Rock Hudson y una bellísima, alegre e italianísima Gina Lollobrigida. Ambos son vitales, hermosos y divertidos.

Cuando llegue septiembre (Robert Mulligan, 1961)

Y llega toda una joya donde Rock junto a Paula Prentiss son un despropósito de carcajadas. El experto en pesca que nunca ha pescado, la chica alocada que le mete en un lío tras otro. Impagable Rock en pijama de pantalones cortos, tratando de montar una tienda de campaña, intentando aprender a pescar y pescando tres de los peces más grandes del lago de la manera más inverosímil.

Su juego favorito (Howard Hawks, 1964)

Su última comedia junto a la Day y a Randall. Aquí ya ha conquistado a la dama. Está casado con ella. Pero Hudson hace papel de adorable hipocondriaco que piensa que le quedan sus últimos días. Y se vuelve tierno y divertido. Sólo quiere buscar un nuevo marido para su mujer en sus últimos días de vida porque cree que ella no será capaz de vivir en soledad. Sus conversaciones con Randall, su vecino, lo mejor de lo mejor.

No me mandes flores (Norman Jewison, 1964)

2 comentarios en “Momentos inolvidables de Rock Hudson comediante

  1. Ay, qué bien estaba este hombre…
    Acabo de descubrir una comedia bastante entretenida y sexy, «A very special favor» con Hudson, Leslie Caron y Charles Boyer. ¿La has visto? Me falta mucho por descubrir de este Rock Hudson comediante, básicamente solo he visto su trilogía con Doris Day y frente a ella, esta peli me resultó una variante agradable que explota a la porción francesa de su elenco para salirse con la suya en base a las diferencias culturales en cuanto al sexo entre norteamericanos y europeos.-
    Un beso grande, Bet.-

  2. ¡No, no la he visto! Seguro que tiene un montón de encanto. Me gusta la porción francesa: Boyer y Caron, buen dúo.
    A mí me gusta el Hudson gigantón para la comedia y el Hudson gigantón para el melodrama.
    Los disfruto a los dos, jajajaja.

    Beso
    Hildy

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