«Para escribir el guion de una buena pelicula hacen falta dos años, para rodarla dos meses, para efectuar el montaje dos semanas, para dar los ultimos retoques dos dias, para verla dos horas, y para olvidarla dos minutos.»
Joseph Leo Mankiewicz
He encontrado esta frase buscando curiosidades cinematográficas por la Red. No he investigado si esta frase la dijo el bueno de Joseph en una entrevista, en un libro o no sé, a su vecino de al lado. Pero Mankiewicz estaba muy equivocado. Sólo hay que mirar su filmografía. A mí me es imposible olvidar a la señora Muir y su amor hacia el fantasma, me abrocho el cinturón porque esta noche va a haber tormenta con Bette Davis como Margo Channing; no olvido un rayo de luz donde Sydnie Poitier aparece por primera vez en papel estelar en una dura película sobre cómo una sociedad intolerante y racista es una sociedad enferma y triste; no puedo olvidar al hermoso Brandon recitando a Shakespeare o como vividor y jugador que seduce a golpe de canción a dama del ejército de salvación; lloro con la triste historia de María Vargas que se convierte en estrella pero nunca en mujer feliz; me emociono con una Taylor aterrorizada en el último verano o como bella Cleopatra en tres horas de metraje y vio con cara de estupor y escalofrío sus últimos juegos de hombre travieso y desencantado en Mujeres en Venecia o esa joya que es La Huella.
Sin duda, Mankiewicz se equivocó.
Si con esa frase se refería a sus películas desde luego estaba muy, pero que muy equivocado. A mí me resulta totalmente imposible olvidar la majestuosa, imponente y deslumbrante Cleopatra que él compuso (film fallido dicen algunos, y un cuerno!, ya quisieran muchos, muchísimos hacer una película que se le acerque siquiera a los pies de Cleopatra), por no hablar de De repente el último verano, Eva al desnudo, La huella, etc.
Sospecho que esa frase la pudo decir en los últimos años de su vida -en los que se encontraba desencantado con la industria cinematográfica- y no refiriéndose tanto a su propia filmografía como en lo que el cine empezaba a convertirse: como fin mercantilista y no como arte en sí mismo.
Desde luego, si es así como pienso, no andaba desencaminado en sus reflexiones sino todo lo contrario. Proporcionalmente, ¿cuántas pelis de los últimos años resulta imposible olvidarse? Yo desde luego, cada vez que veo una peli hollywodiense actual me está resultando tan fácil olvidarme según termino de verla; hay excepciones, por supuesto, pero no dejan de ser eso. Sin embargo, es muy difícil olvidarme de ese cine artesanal que se hacía antes, que dejaba una huella indeleble en la memoria.
Saludos!!
Inteligentísima reflexión, querida Isis, y sería motivo de un interesante y apasionante debate cinematográfico.
En los que creo que todos los participantes estarían de acuerdo es que la obra de Mankiewicz es muy díficil de olvidar.
Como a ti me gusta CLEOPATRA y también otra rareza de su filmografía, el musical ELLOS y ELLAS con Jean Simmons, Marlon Brando y Frank Sinatra… es una pasada.
Besos
Hildy
Pues mira, Ellos y ellas es de las pocas películas de Mankiewicz que todavía no he tenido el gusto de ver.
Me alegro que mis reflexiones puedan dar pie a un debate, me encantaría que se pudiera debatir sobre la evolución de la industria cinematográfica, creo que sería muy interesante y sustancioso.
Abrazos.