Sensaciones sobre Leonard Cohen: I’m your man (Lian Lunson, 2006) y No direction home: Bob Dylan (Martin Scorsese, 2005)

-Dos poetas u obreros de canciones.

-Dos hombres complicados, muy complicados…

-Dos hombres con canciones que son la banda sonora de muchos momentos.

-Dos hombres con los que no me gustaría cruzarme pero sí escucharles cantar canciones al oído.

-Bob Dylan entra en el mundo de la música a través del folk. Y, luego, como genio quiere evolucionar. No ser etiquetado. No ser líder de nada. Él quiere seguir con la canción y la música los caminos que le surgen. ¿Traidor, manipulador o genio independiente?

-A Leonard Cohen le puede la depresión, se pierde en caminos tristes, buscando quizá la belleza. Está perdido y trata de encontrarse. Mientras crea letras complicadas pero con una poesía…se considera más poeta que cantante (¿pero no estamos de acuerdo que sus canciones no serían lo mismo sin su voz?)

-¡Qué paciencia tuvo Joan Baez!, ¿o no?

-Ambos cuentan con admiradores forever. Les siguen a todas partes. Traicionen o no, ¿o nunca traicionan, son ellos mismos? ¿O nunca manipularon, son ellos mismos?

-Reconozco la paciencia de Dylan en su gira por Gran Bretaña, sólo mostró que para él la música y la canción tenía espectros más amplios. Que le apetecía cambiar y experimentar. No era un judas, un traidor…, debe ser difícil concierto tras concierto, abucheo tras abucheo… ¿Cuántos jóvenes de los que abuchearon siguieron firmes en sus convicciones de por vida?

-Los dos atraen (aunque vuelvo a repetir no sé si me hubiera agradado cruzármeles por el camino). Ninguno de los dos es bello, pero son tremendamente carismáticos…, distintos.

-Leonard Cohen me cautiva con Chelsea Hotel…, y una Janis Joplin que nace de una canción. “Somos los dos feos, pero tenemos la música”. Ella no se andaba con chorradas de te necesito, no te necesito. Y, él dice que tampoco es que la amara mucho, ni siquiera piensa mucho en ella, pero la tiene grabada en Chelsea Hotel. ¡Una sinceridad que desarma!

-Dylan me emociona en sus primeros pasos –ya se veía que tenía su futuro claro–. Me encanta su devoción, creo que sincera, a Woody Guthrie. Y, siento un gran cariño a la aparición en el documental de Peter Seeger.

-Y, los dos documentales hacen que tenga el corazón en un puño de emociones cuando oigo… sus canciones. A veces me entran ganas de llorar.  

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