Diccionario cinematográfico (60)

Poeta: ¿qué es poesía? Belleza y sentimiento. Corazón. A través de la palabra, verso o prosa, ritmo. ¿Qué es un poeta? Una persona que crea cada día belleza, metáforas y simbolismos… ¿la imagen puede trasladar a un mundo poético? Puede. Cine experimental, cine de vanguardia, cine mudo, años veinte, surrealistas u otros poetas creyeron en la poesía en imágenes. Cuestión de símbolos. Cuestión de ritmo. Cuestión de montaje. 

Pero el cine a menudo ha empleado la poesía de otra manera. Poetas protagonistas, anónimos o no, o directores que se han servido de un poema para articular una película. O a veces hay películas que puedes exclamar: es pura poesía. O, de pronto, una adaptación teatral se hace verso y cine. ¡¡Ah se me olvidaba!! También hay cantantes que son poetas o canciones que son poemas. ¿Hay poesía en el cine? Creo que sí. 

A Whitman le salen mariposas de la barba o Mi capitán, mi capitán, carpe diem o aprovecha tu momento así se puede disfrutar de un club de poetas muertos. Y Cocteau, les guste o no, experimento con poesía y cine, e igual te dejaba un orfeo o la sangre de un poeta. Y, aquel con nariz enorme, feo, noble y bravo…, pero ante todo poeta del amor…, de amor no correspondido, sólo tiene la oportunidad de cantar a la mujer amada a través de los labios hermosos de su compañero, pobre Cyrano. 

Y Kazan también quiere ser poeta y nos recuerda que “aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre perdura en el recuerdo”. Y narra la historia de un amor imposible con la depresión de los treinta de fondo y dos jóvenes que se quedan anclados en el pasado de un amor imposible. 

Y, nos vamos a lo contemporáneo, y a veces, rescatas obras cinematográficas, que te sorprenden como la historia de un joven poeta y una joven pintora que se aman y se separan por la heroían. Dos yonkis en Australia arrastrados por la poesía y la heroína. Mezcla brutal pero sensible con un desaparecido Heath Ledger que llora lágrimas de poesía cuando descubre la fragilidad de su historia. Ya se lo pintó la amada en forma de verso. Ahí está esa pequeña obra cinematográfica poema que se llamó Candy.  

¿Y por qué no irnos a tierras lejanas? Quizá nos encontremos con el cineasta poeta del desencanto. Kaurasmaki en color o blanco y negro nos regala bellos poemas cinematográficos en La vida de Bohemia o en Luces al atardecer. Escuchen las letras elegidas para sus bandas sonoras o empapesen de sus protagonistas, a veces, poetas meláncolicos, sencillos y silenciosos. 

O en latinoamerica un Subiela se empapa de Benedetti, Girondo o Gemán y construye una historia de amor en el lado oscuro del corazón. O, de pronto, descubrimos a un Pablo Neruda que explica, de manera sencilla, como mejor se entienden las cosas, a un cartero que aspira a ser también poeta del amor, cómo se construye una metáfora. Y en el meditarráneo, un cómico se vuelve poeta y explica el horror de una guerra a través de un poema de amor, el tigre y la nieve, malograda historia pero con su punto de poesía. 

Y, el teatro en verso, depara sorpresas y grandes clásicos, dan grandes películas en verso. Adaptaciones de Shakespeare, respetando la poesia del bardo. Ricardo, Enrique, Romeo o Julieta, Hamlet u otras obras menos conocidas llenan las salas de poesía. Nuestros clásicos también, en verso, dejan obras notables como un perro del hortelano o una dama boba. 

También, quedan los cineastas poetas, y entonces surge un Renoir, un Vigo,  un Ray, un Ford, un Passolini, un Dreyer…, y el cine se hizo poema.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.