Un Goya para Candela

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Érase una vez una actriz vestida de blanco que se llamaba Candela Peña.

Asistía a la 27 Gala de los Premios Goya porque estaba nominada a mejor actriz de reparto por Una pistola en cada mano.

Candela Peña subió al escenario… pues ella fue la candidata ganadora.

Y entonces ante todos, sin pistolas en cada mano, pero sí con palabras certeras y directas dijo ante todos:

«Quiero decir que hace tres años que no trabajaba.

Que en estos tres años he visto morir a mi padre en un hospital público donde no había mantas para taparlo. Donde no había agua para darle de beber, se la teníamos que llevar nosotros.

En estos tres años que hace que no trabajo, ha salido de mis entrañas un niño que no sé que educación pública le espera.

Y en estos tres años sin trabajar he visto también cómo la gente se mata por no tener casa.

Así que la alegría de esta noche a mí no me la amarga nadie, en el idioma que sea, y desde aquí os pido trabajo, tengo un niño que alimentar. Gracias, buenas noches”.

PD: Enhorabuena a Blancanieves de Pablo Berger. Era mi favorita. Me enterneció y fascinó este director que confesó ante todos que era un “cuentista” y recordó con emoción los cuentos que le contaban sus padres por la noche. A mí también me fascinan los cuentos.

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25 comentarios en “Un Goya para Candela

  1. No lo entiendo. O sí lo entiendo. Lo de «Blancanieves», digo. No entiendo cómo es posible darle diez premios diez. No entiendo cómo alguien pudo decir «qué peliculones hace el cine español», como ayer alguien en la gala, viendo y mirando las cuatro máximas finalistas a todo (la más honesta, la más cine, era «Grupo 7», a pesar de Mario Casas y su insufrible declamación-dicción).
    Bravo por los que se quejaron pero el cine español se muere poco a poco. También a manos de quienes pretenden hacer un Hollywood casero a base de ventas de humo. El cine español mediático es, cada vez más, humo.
    Besos

  2. He tenido que comentar al leer el post primero…
    No estoy nada de acuerdo, pero nada… aunque partimos o llegamos a ideas comunes (y válidas) el cine español está muriendo poco a poco. Creo que si, pero el viejo cine, no el cine que nos viene…
    Hay una generación de gente, relativamente, joven que está dando fuerte, «Mapa», «Carmina o revienta», «Diamond flash», «El mundo es nuestro», «Mi loco Erasmus», «El señor», «El muerto y ser feliz»… y más. Ejemplos claros de que el cine español está cambiando, se está reiventando, lo necesita.
    Al contrario que dijo ayer ese hombre que le han encumbrado con solo dos películas, un tal Bayona… pocas producciones de tamaño medio existen ya en este país, al igual que a la clase media le ha ocurrido, se ha ido perdiendo para generar pequeñas propuestas contra megalópolis financieras en forma de película. Está claro que como dijo el ganador del Goya a mejor director, hacer películas grandes (en presupuesto) no quiere decir que sean mejores o que sean arrogantes. Está claro que no, pero tampoco quiere decir que eso sea cine de verdad, ni cine en mayúsculas, porque si con algún sinónimo tuviese que definir el cine, diría arte, y no negocio.

  3. «Cambiar», «reinventarse», son eufemismos.
    El cine empezó siendo una invención aplicada a las ferias con la que obtener lucro. Durante un tiempo, cuando ese negocio se magníficó, se pensó que el negocio estaba en hacer las mejores películas. Cuando se comprobó, sobre todo a partir de los años 80, que esta regla no era necesariamente así, que el negocio se mantenía vigoroso si el cine se sumía en una profunda mediocridad de mínimos muy mínimos, el cine perdió la etiqueta (impuesta por el negocio) del arte y se convirtió en entretenimiento. O sea, que de pictures pasamos a films y finalmente a movies.
    El cine español lo que necesita es leer. Menos atracción por las piruetas visuales y por los ejercicios de imitación y más leer. No se pueden componer historias intersantes, con personajes interesantes, si no se piensa que las películas se empiezan a escribir con lápiz y papel. Y para saber usar lápiz y papel hay que leer mucho. El cine español abusa de la impostura, de cosas que parecen y no son. De superficialidades más preocupadas por los envoltorios que de la solidez narrativa. Los «nuevos» han perdido la capacidad de evocar, de sugerir, de trascender. Son tan nuevos como olvidables. Y mientras, Víctor Erice está en paro. Ese es el drama del cine español.

  4. Totalmente de acuerdo en que el cine español lo que necesita es leer. Pero al igual que otros escenarios, el cine es el reflejo de la sociedad que actualmente puebla cada país. ¿es leer uno de los verbos que más hacen los españoles? Lo dudo. Estás atacando a sector incipiente (remontarse a ver las películas españolas de este año pasado es una realidad, no un eufemismo) por decir que es sobreactuado, efímero o simplemente que carece de naturalidad, no pienso que esto sea así, es más, no puedo estar más en desacuerdo… definir en este caso es comparar, en el marco de cine internacional.
    ¿A caso es menos efectista el cine americano? ¿o se prefiere el cine europeo?
    Creo que las alternativas no son ni medio (ni más) interesantes, no es que este cine no esté a la altura.
    No sé que será de Victor Erice, pero sí su situación es similar a la de un gran grupo de personas que se levantan todos los días sin trabajo a la búsqueda de él, tampoco es para echarse las manos a la cabeza.
    No todos los cineastas pueden ser Victor Erice.
    Simplemente hay una moda de tirar piedras contra nuestro propio tejado, de manera continua.
    Quizás desde que se perdió Cuba no hay manera de remontar…

  5. No creo que sea una moda, sino una necesidad real (desde luego «Blancanieves» no es mi tejado). Uno de nuestros problemas, como sociedad y como cine, es la sobrevaloración de lo «moderno» sólo por ser moderno, y la condena de lo «antiguo» sólo por ser antiguo. Michael Haneke goza de una reputación contrastadísima (a mi juicio, excesivamente); pues bien, es un cineasta nacido en 1942. Ahora miremos al cine español: ¿cuántos directores de su generación están en activo? Una cinematografía que condena al paro a un director como Erice, que con sólo tres películas está considerado uno de los mejores del mundo, o a otros de su misma generación, o anteriores, o posteriores pero no «jóvenes», y que «consagra» a tipos como Bayona, está sencillamente enferma.
    Personalmente, cada cosecha anual de cine español me parece desoladora. Para juntar un buen número de películas estimables hay que sumar la herencia de cuatro o cinco años. Dicho esto, la cinematografía española, entendida en su conjunto histórico, obviamente es de las principales del mundo. Pero no será gracias a ninguna película de los últimos 25 años, eso desde luego.
    El cine español se ha bañado de modernidad a través de la imitación de géneros «comerciales» americanos (terror, animación, ciencia ficción), pero es sólo un rebozo, un envoltorio. Quieren hablar de industria, de fuerza mediática, y para ello intentan parecerse a USA, pero sigue siendo tan gremial y tan cerrado como siempre, se reparten las cuotas y cada uno a lo suyo. Y, desde luego, no es un sector incipiente (no lo es económicamente, desde luego): puede serlo técnicamente hablando (jamás ha habido tanto personal con tan buena preparación); no lo es, para nada, ni artística ni narrativamente, salvo casos aisladísimos y casi testimoniales, al margen de las grandes olas mediáticas.
    La verdad, para ver «Blancanieves» ganar premios, yo preferiría que siguiéramos haciendo películas sobre la guerra civil.

  6. Vaya debate apasionante que habéis generado queridos.

    Mi querido Alfredo:

    Es curioso a mí Blancanieves de Pablo Berger me entusiasmó por muchos motivos que ya mencioné en su momento. Me parece una buena película. Y me alegró bastante su reconocimiento.

    Por otra parte creo que el cine es cultura y sí que pienso en dos frases que se dijeron, cine libre y el cine es de todos.

    No creo que el cine muera ni aquí ni en ningún lugar porque mientras haya personas que se unan para contar una historia, seguirá existiendo el cine. Mientras haya personas con una cámara y que miren, existirá el cine. Mientras haya espectadores que quieran ‘mirar’ historias existirá el cine.

    El cine puede transitar varios caminos (como todas las artes, teatro, pintura, escultura, literatura…) y tiene un abanico de elecciones. Lo díficil es encontrar la manera de que el cine pueda transitar esos varios caminos y esas elecciones. Y más en una situación de crisis como la actual. Por eso no me parece mal que se diga y se grite cómo con algunas medidas es difícil avanzar (y me parece bien reivindicar) pero me parece buen momento también para repensar, autocriticar y autoreflexionar. Efectivamente habría que pensar y meditar porque un artista como Erice no puede trabajar y crear…, ¿por qué?

    ¿Sólo tiene que existir cine entretenimiento? ¿Sólo tiene que existir cine experimental? ¿Sólo tiene que existir cine íntimo? ¿Sólo tiene que existir cine espectáculo? ¿Sólo tiene que existir cine arte?… ¿No pueden existir todos? ¿Por qué limitarse? Lo difícil es encontrar la manera en que esto sea posible… pero ¿no se puede seguir buscando e intentando? Cuánto más riqueza cinematográfica más posibilidades de riqueza tendrá el espectador. Hay que seguir caminando… ¿Por qué morir?

    Sí, claro, no hay que olvidar que el cine genera dinero. A mí me gustaría verlo de una manera simple. Pero no me parece una locura: creo que el escritor tiene que comer, el pintor tiene que comer, el director de cine tiene que comer, el actor tiene que comer, el maquillista tiene que comer… Están realizando una labor importante, ¿no? Los excesos y enriquecimientos en todas partes me parecen mal pero creo que siempre hay un punto medio.

    Besos
    Hildy

    Querido José:

    A mí me gustaría que todo tipo de cine fuera posible y yo decidir cuál quiero ver (y tener acceso a él) y cuál no. Pienso que el cine es cultura. Y como tú pienso también que hay una cantera de nuevos nombres que están ‘mirando’ y ‘hablando’ y generando nuevas propuestas y plataformas. Y pienso que cuanto el abanico sea más amplio mejor y más rico. Y pienso que hay nombres del pasado y del presente que no hay que olvidar y que también tienen propuestas cinematográficas y visuales que yo no me quiero perder.

    Creo que lo importante es que el cine no se encuentre con límites…

    Besos
    Hildy

  7. Claro que el cine es cultura; de manera sobrevenida, pero lo es. La cuestión es si es «cultura de consumo» o cultura a secas. Determinados premios, determinadas películas, fomentan muchísimo lo primero y nada lo segundo. Veamos el efecto pernicioso que desde los años 80 han tenido los Óscares en el cine americano…
    Y el cine español parece creer que en ello está su salvación. Y no es así: no podemos ser Hollywood; tenemos que ser otra cosa. Y en la falta de medios, en el cine a nuestra medida, es donde hemos dado lo mejor de nosotros. Como decía aquel lema: «Don’t imitate, innovate».
    Estoy de acuerdo en que puede haber sitio para todos los géneros, estilos y métodos (pero no para 150 películas anuales en España de las que dos tercios ni se estrenan, eso no puede ser), pero no puede ser un ejercicio de imitación de fórmulas «financieras» foráneas. Repito, no somos Hollywood. Si nos empeñamos en serlo, habrá más Bayonas que Erices. Bayonas hay muchos, pero Erices, uno.
    Y además, ojo: en la cultura, junto con la política, es donde más farsantes caben por metro cuadrado.
    Besos

  8. Hi-Ho

    Cavar, cavar, cavar, cavar
    y después cavar, cavar.
    Cavar, cavar, cavar, cavar
    y no menoscabar.

    Tenemos ya más de un millón
    sólo con cavar este rico socavón.

    Socavón, socavón,
    socavón, socavón,
    donde mil diamantes hay.

    Cavar, cavar, cavar, cavar
    y luego recavar.
    Cavar, cavar, el cuento es
    el de nunca acabar.

    Para aprender bien a escarbar
    muchos años hay que practicar.
    Pero al saber escarbar muy bien
    sabremos muy bien cavar.

    Hi-ho, hi-ho,
    hi-ho, hi-ho…

    Hi-ho, hi-ho,
    ya es hora de cerrar.

    Hi-ho, hi-ho, hi-ho,
    hi-ho, hi-ho,
    nos vamos a cenar.

    Hi-ho, hi-ho.

    Hi-ho, hi-ho, hi-ho, hi-ho,
    hi-ho, hi-ho, hi-ho, ho.

    Hi-ho, hi-ho,
    marchemos al hogar.

    Hi-ho, hi-ho, hi-ho,
    hi-ho, hi-ho,
    nos vamos a cenar.

    Hi-ho, hi-ho, hi-ho,
    hi-ho, hi-ho,
    marchemos al hogar.

    Hi-ho, hi-ho,
    hi-ho, hi-ho, hi-ho, hi-ho, hi-ho, hi-ho…

    Ya ves, mi querida Hildy.Hoy te dejo esta canción de la película de Disney que me gustaba mucho de niño.

    Besos y más besos

  9. Oído, cocina…
    Vale, vale… ya sabes que disfruto con los cuentos… Blancanieves incluida…

    Ja, ja, ja… a mí también me gustaba mucho, ¿conoces la versión de La Polla Record?

    Besos
    Hildy

  10. Como creo que no voy a arreglar (ya me gustaría) los viejos y nuevos vicios del cine español,me limitaré a decir que aunque con ciertos matices coincido con Alfredo. La deriva del cine español es preocupante, y me refiero solo alo artístico. Anoche me hice una pregunta retórica ¿que pensaría no ya Buñuel o Erice, sino el propio don Francisco de Goya si tuviese la oportunidad de decir algo viendo como le entregan un idem por su trabajo de dirección a la macro hamburgesa gigante de Bayona?

    Y ya que estamos, y aunque no suele gustarme entrar en ese tipo de harinas, voy a comentar lo de Candela Peña. Por cierto, una actriz que no me disgusta.
    Vamos a los datos. Efectivamente, estaba en la gala como candidata por «una pistola en cada mano» y se quejó del estado de los hospitales públicos y pidió trabajo.
    Igual todo es una cuestión de prioridades y de reparto. Más que nada debido a que me he tomado una molestia.
    «Una pistola en cada mano», película en la que ha participado y por la que ha cobrado sin quejarse está producida por:
    – Ministerio de Cultura
    – Tve
    – Instituto Catalá audiovisual dependiente de la Generalitat de Cataluña
    – Tv3
    – Instituto de crédito oficial (ICO)
    – Canal Plus
    – Catalunya films & Tv
    A lo que hay que añadir otras entidades,como
    – impossible films
    – The match factory
    y la distribución de Filmax, que si no me equivoco (y si fuese así corregiría de inmediato) estas últimas también reciben asignaciones públicas para la promoción y distribución de las películas.
    Que cada uno saque sus conclusiones. Pero efectivamente Candela,a este paso no me extraña que ciertos hospitales sufran carencias. Así debe dar gusto trabajar. Y respecto de la petición de trabajo, si no me equivoco, participa en la nueva de Isabel Coixet que concursa ahora mismo en Berlín.Película sobre la que no me voy a molestar en reproducir otra vez la ristra de entidades públicas que subvencionan.
    Una última acotación. No todo lo que se proyecta sobre una pantalla blanca es cultura. Ni mucho menos. A no ser que se entienda como tal el reflejo de una cultura determinada, aunque esta sea muy deficiente o subdesarrollada. Y eso vale para cualquier cinematografía del mundo. Por cierto, enhorabuena por el premio a Candela.
    Un abrazo Hildy

  11. ¡Madre del amor hermoso, querido Victor! Cómo disfruto con estos debates, Dios.

    Por supuesto que no todo lo que se proyecta sobre una pantalla blanca es una obra de arte, cómo no todas las páginas de un libro son pura literatura, cómo no todo lo pintado en un lienzo es arte en su esencia…

    Pero incluso lo que no ‘miramos’ como artístico según unos criterios (que sea dicho los hemos podido adquirir por tener acceso a todo un abanico de obras artísticas o no, sin límites ni muros ni obstáculos, en teoría, para acceder a ellas) forman parte y aquí sí estoy de acuerdo con tu matiz del reflejo de una cultura…, la historia cultural de una zona, un país, un tiempo o un periodo… (tema apasionante, por cierto).

    Cómo se lleva a cabo o cómo se puede hacer una película aquí. Cuáles son los caminos para conseguir levantar una película. Eso es muchas veces lo discutido: ¿debe el mundo del cine contar con subvenciones públicas? ¿no suponen otro tipo de obstáculos? ¿Si no hay subvenciones, cuáles son los caminos a seguir? ¿No cortan las subvenciones también de alguna manera la creatividad? ¿Cuál es el modelo adecuado? ¿Hay otras alternativas? ¿Cuáles son esos caminos? ¿Cómo debe ser la exhibición? ¿Pueden convivir varios formatos: la sala de cine, internet, blue ray? ¿Cuál sería el precio justo de una entrada y de un dvd y de una descarga legal de internet? Por eso digo que creo que es un buen momento tanto para reivindicar como también para reflexionar mucho e indagar, probar, experimentar, autocriticarse… y por supuesto cambiar, para no dejar de contar historias en esa pantalla blanca.

    Creo que en el cine español ahora mismo hay bodrios pero también hay caminos, propuestas y obras cinematográficas muy interesantes… Y creo que quizá el secreto esté en el encuentro, el diálogo, la reflexión, el debate…

    Pero vamos yo hablo simplemente como espectadora a la que le gusta tener posibilidades de elección muy, muy variadas.

    También decir que leo todos los comentarios-refelxiones y estoy muy de acuerdo en muchas cosas. Y ahí es donde veo que hay riqueza para construir y cambiar. Hay buen material.

    Y, ya volviendo a Candela, sí que se ha prodigado poco últimamente por las pantallas de cine, ahora efectivamente está en esta de Cesc Gay y en la próxima de Isabel Coixet. Y estas películas se han podido llevar a cabo por las subvenciones y otros patrocinios pero ¿esto invalida sus palabras?¿Esto invalida su reivindicación y protesta?… No sé, a lo mejor yo soy algo tonta (no te digo yo que no), pero yo no la sentí incoherente… Yo la crei.

    Besos
    Hildy

  12. Hola, Hildy, buenas noches; desde luego, debate de calado, y ‘calentito’, como debe ser. Como ya te consta, soy un ferviente defensor del cine español, no porque sea mejor ni peor (soy de los que piensan que ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario…), sino porque es el que se hace aquí, no tenemos otro y, con todas sus miserias y grandezas, es el que nos refleja y retrata. ¿Mejorable? Manifiestamente, por supuesto, como las fincas aquellas de la ley; pero no creo que desmerezca al lado de ningún otro, en términos comparativos. ¿Lo de Candela Peña? No tengo opinión formada; respeto absolutamente su derecho a manifestarse en los términos y tonos que considerara más convenientes, pero lo cierto es que me sorprendió, y vino a ratificar algo que había leído en un reciente reportaje en El País Semanal sobre la última peli de Isabel Coixet, en el que el autor insistía en que la encontraba ‘rara’. Desde luego, a mí anoche me lo pareció, y mucho: agria, amarga, airada, no sé, me transmitió un mal rollo impresionante (más allá de lo que pueda compartir, o no, con ella sobre el fondo de sus reflexiones).

    Un fuerte abrazo y hasta pronto.

  13. Amigo Manuel, qué bueno leerte. Otro comentario interesante.

    «Sino porque es el que se hace aquí, no tenemos otro y, con todas sus miserias y grandezas, es el que nos refleja y retrata…».

    Yo creo que en el fondo somos todos espectadores apasionados (y exigentes)y queremos ver buenas historias y bien hechas… Y si no lo son, nos indignamos más. Y si son de la tierra mucho más. Y si además todos de alguna manera contribuimos a que exista este cine, exigimos que sea bueno y apasionado… y que merezca la pena ser visto.

    Por eso creo que los coloquios y debates son importantes. Y escuchar las visiones y opiniones de otros. Para saber qué es lo que hay que mejorar, qué es lo que hay que cambiar y qué es lo que se está haciendo bien o qué es lo que se está haciendo mal…

    Voy a hacer una confesión final: querría que me apeteciera mucho más ir a las salas de cine a ver películas españolas. Y he de decir que no me ocurre continuamente. Me ocurre incluso poco. Pero sí reconozco que cuando hay una película española que me gusta… me vuelvo loca de alegria (por expresarlo de una manera frívola).

    Besos
    Hildy

  14. Mola este post con todos los comentarios, porque de todos extraigo cosas positivas, de todos he aprendido mucho y todos me han hecho replantearme cosas. Para acabar yo, cuatro ideas rápidas (o eso espero):
    – yo no miro nunca el apellido «nacional» de las películas, excepto cuando éste condiciona el contenido ideal de alguna manera: me da igual; si he entrado al trapo con lo de los Goya es porque no me gusta la actual tendencia, precisamente, a «hacer industria» de él emulando a Hollywood en vez de buscar su propia identidad
    – una de las mayores falsedades comúnmente aceptadas es diferenciar entre lo culto y lo popular. Os recomiendo un libro, «Esto no es música», de José Luis Pardo. Cultura lo es todo, desde Dylan a Parchís, desde Hitchcock a Paco León. Otra cosa es la calidad. Estos términos implican cosas diferentes, pero no diferencias jerárquicas ni presuponen la calidad de unos u otros. A menudo incluso se producen trasvases entre ambos
    – en cuanto a los «paganos» del cine español, yo me remito a lo que Diego Rivera (Rubén Blades) dice de Rockefeller (John Cusack) en «Abajo el telón»: «¿Tengo que pintar lo que él quiera porque acepto su dinero?». Y ahora recordemos a Miguel Ángel y al Papa Sixto, por ejemplo. Pensemos en la larga tradición de artistas que se han salido del molde de sus mecenas y a la herencia que nos han legado.
    – Candela Peña exageró, sin duda (hoy mismo aparecen noticias que niegan esos aspectos del hospital que citó). Pero aún así, no tiene nada que ver quién paga sus películas con quién paga nuestra salud. Yo soy funcionario: ¿quiere decir eso que no puedo criticar a nadie que maneje dinero público ni quejarme por su mal uso ni reclamar los servicios que me corresponden como sufragador de impuestos y de sueldos públicos mucho mayores que el mío? ¿Quiere decir eso que no puedo reclamar para todos los mismos derechos de los que disfruto yo? Obviamente, no.
    Besos

  15. Con el debido respeto Alfredo, claro que puedes hacerlo, pero puedes hacer y decir incluso más. Puedes rebatir y contestar a todo aquel que te diga que el servicio que se presta en tu departamento u oficina es deficiente o falto de recursos, que tal vez fuese mejor si tuviese una asignación presupuestaria decente. Y que tal vez no lo tenga debido a que andamos jugando a ser nuevos ricos fabricando tsunamis muy güais que no nos podemos permitir.
    Para mi esa es la contradicción de Candela. Puede sonar un tanto demagógico, pero tal vez las condiciones del hospital fuesen mejores si siete instituciones públicas no dilapidasen el dinero por triplicado para hacer una película como la que le ha valido el goya. Me pregunto cuantas veces he pagado por ver esa película. La primera está claro, la entrada. Y luego dos o tres veces más, en proporción a cada porcentaje de mis impuestos que se destinan por diferentes instituciones a costear con dinero público la película.
    Y lo terngo muy claro. Si hemos de priorizar, primero el hospital, la salud. Y Si me tengo que quedar sin ver el tsunami o la pistola de Candela, me quedo sin verlo. Pero al menos que mi padre muera dignamente.
    Lo que me duele es que el planteamiento de Candela se hace a posteriori. Racionalizar los recursos, se llama.
    Voy a terminar con una nota de humor negro ¿faltaba agua en el hospital? Igual Bayona tiene la respuesta. Creo que me explico.
    Un abrazo a todos.

  16. Ok, Víctor, entendido tu punto de vista. Y de acuerdo; así planteado nadie discreparía, creo yo. Pero es un argumento problemático y un tanto tramposo. Me explico: la trampa está en la reducción a tener que elegir entre salud y cultura. ¿Por qué? Personalmente prefiero que mi país no se gaste el dinero en un nuevo portaaviones en homenaje al Borbón, y poder ver una buena película española en el cine cuando salgo del hospital público (preferiría tener salas de cine en los hospitales, pero igual es pasarse).
    La nota de humor negro, en todo caso, la puso el propio Bayona cuando se lesionó y tuvieron que llevarle al hospital: ¿le darían agua?
    Abrazos

  17. Hildy, voy a ser escueto o intentarlo como el infefable, Gracián. Tú sabes, que adoro esa película en B/N y muda «Blancanieves», no sé como explicarlo y el porqué. No me siento representado por la Academia y la gente que se pasea por allí. Conozco a unos cuantos de los que figuraron en la platea… Por el FB han colgado las fotos de su cacería… Me acordé de Berlanga y otros que ya no están. Yo creo, en el cine. No me gusta la política, que la dejen en paz.Aunque, ella siga empecinada en hacernos daño. Al final, tenemos lo que nos merecemos. Este cine y esta clase política. Suena clasista, pero se han obstinado en ser diferentes. Qué sigan haciéndolo rebosantes de salud. Besos desde Disneyland

  18. … Mi querido JC… quedémonos con algo que creo que pulula por todos los comentarios y por el tuyo también:

    Creemos en el cine…
    Y el cine nos hace apasionados…

    Besos
    Hildy

    PD: ya sabes que yo también adoro esa Blancanieves…

  19. Querido Marcos… Eso fue muy fuerte. Y luego a los de la canción de Los niños salvajes no les dieron ninguna explicación. Vamos, que se quedaron igual que nosotros… Yo luego he oido varias explicaciones… pero eso fue la perla y rareza de la gala… Y Antonio Resines dando volteretas por el escenario…

    Sí, extraña.

    Besos
    Hildy

  20. Más nos gustaría dejar la política para un campo aparte, pero creo que el deber de esa gente es no dejarla, pues las «hostias» que se llevó el ministro de cultura allí no tiene precio… y alguien en algún lugar tenía que decirlo, en su cara, claro.

    Por otra parte eso de «dejar la política» es como cerrar los ojos antes la vida, pues ¿qué no es política? Y menos en estos tiempos…

  21. Ahora que todos se han ido y el corral está tranquilo te cuento mi opinión sobre esa película tan criticada.Pero antes te digo que el prenio a Candela está más que merecido.

    La Blancanieves de Pablo Berger es una pequeña joya; una fantasía en forma de pesadilla casposa en donde el popular cuento de los hermanos Grimm se traslada a la España de los años 20, concretamente al sur de la península: una España cañí, en donde toreros y folclóricas deambulan entre una iconografía tan rancia como perfectamente reconoci Carmencita es la Blancanieves del film, hija del famoso torero Antonio Villalba y de la popular tonadillera Carmen de Triana; una joven cuyo día de nacimiento se vio marcado por la fatalidad: el padre quedó inválido debido una cornada recibida durante una corrida y la madre murió tras el parto. Criada en sus primeros años por su abuela, la fatalidad entró de nuevo en su vida, pues pasaría a depender de Encarna, la nueva esposa de su padre impedido; una madrastra de armas tomar. Con tal premisa, llena de detalles que bien nos pueden recordar a ciertos aspectos cutrones de esa España de charanga y pandereta que pregonaba Machado, Pablo Berger se adentra en un culebrón tan delirante como surrealista y emotivo al que el blanco y negro de su fotografía le sienta de maravilla y que, con su formato de silent movie, aún se potencia mucho más ese aspecto arcaico y trasnochado que imprime tanto a su historia como a la ambientación y a sus personajes, valiéndose al mismo tiempo de esa expresiva y magistral banda sonora compuesta por Alfonso de Vilallonga. Su ritmo, deudor de un magnífico montaje, es trepidante. Siempre va al grano. Su guión es una pura delicia, mostrándose capaz de sacarle punta y resaltar el detalle preciso en el momento oportuno. No hay nada que se le escape al objetivo de Berger: ni esa sonrisa perversa de una imponente y guapísima Maribel Verdú en la piel de la malvada madrastra, ni el brillo de los ojos de padre e hija durante sus encuentros furtivos. Seis enanitos no muy duchos en matemáticas, manzanas envenenadas, sirvientes ponzoñosos, bosques en medio de la neblina… Todos los ingredientes del cuento de los Grimm pasados por el colador y teñidos, de forma freaki y divertida, de ese españolismo enfermizo y cutrón que algunos quieren seguir inculcándonos. Y los Goya (10 en total) que, con razón, se enamoraron de esta Blancanieves. No es para menos.

    Espero que no vuelvan a entrar y lean esto,sobre todo Alfredo.Pues ya me veo cogiendo un tren para Zaragoza y liarnos a porrazos,como en los cuadros de Goya.

    Besos desde la última fila de butacas.

  22. Te pago el billete, Paco… Eso sí, el garrote lo pones tú, majo.

    Aunque el cuento se vista de «muda», «Blancanieves» se queda. En 2013 «hemos» dado diez premios a «Blancanieves». Eso Hollywood, con todo lo que es Hollywood, ya lo hizo en 1937, hace 76 años. Quizá Paco tenga razón, y resulta que todo no es sino un gigantesco guiño a nuestra acelerada regresión (en caso de que hubiéramos llegado a alguna parte y estuviéramos regresando, cosa que yo, que pienso que España, a grandes rasgos, no ha evolucionado en su pensamiento apenas desde 1808).
    En fin, yo tiraba más contra el patrioterismo cateto aplicado al cine más que contra «Blancanieves», pero diré por qué no me parece una buena película: primero, porque no es capaz de contar la historia desde un punto predominantemente visual, como era el caso en el cine puramente mudo; es decir, que no logra sustituir la lógica narrativa «hablada» con imágenes por sí solas. O dicho de otro modo: no consigue dejar de depender de los créditos que contienen texto, diálogos. La abundancia de éstos y la carga visual volcada en la atmósfera, que no en la exposición narrativa, hace que la película no se sostenga sola en cuanto a silente, sino que sea una película muda «tramposa», en la que los diálogos se escriben en la pantalla en vez de decirlos. Si a eso le sumamos la paradoja de que, siendo muda, contiene banda sonora, el efecto imitación respecto a «The artist», y al hecho de que se premie el mejor guión original a una adaptación de un cuento, me entra la risa floja, la verdad. Por no entrar en otros aspectos igualmente criticables que me llevarían a un texto todavía más largo.
    Besos sin garrote

  23. La madre que te parió.Me has pilláo.Lo cieto es que te esperaba.Jajajaja…Pobre Hildy,todos aquí como en el camarote de los Marx.Pero no podía evitar dejar aquí simplemente una canción infantil.También podría escribir un texto menos condescendiente sobre esta película y los premios.Detesto los Oscars,los Goyas y todo lo demás.No es lo mío la alfombra roja y el vestuario de pasarela porque es un timo para el intelecto o,mejor dicho,para los amantes de verdad del cine.
    Por favor,Alfredo,dime que te gusta la película y verás como rajo de ella.Jajajaja…

    Hildy,no ves que los vasos están vacíos.Trae la botella enterita que esto se pone caliente.

    Abrazos para ambos.

  24. Pero ¡os he dicho queridos Francisco y Alfredo mío, que cual madrastra de Blancanieves, os comería con papatas fritas de lo ricos y lindos que sois y de lo que disfruto leyéndoos, lo que aprendo y me río con vosotros!

    Esta crítica-contracrítica Blancanieves tiene mucha pero que mucha miga, amigos.

    Yo sigo erre que erre… adoro este cuento en imágenes (que tiene lecturas riquísimas) y sí que creo que Berger se acercó con respeto y veneración al cine silente.

    Besos desde el bus a un lugar que no viene en los mapas
    Hildy

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