En una de las salas del impresionante Museo Memoria y Tolerancia que se encuentra en México DF, la guía nos leyó unas palabras de un pequeño panel que despertaron mi curiosidad. Era una parte en la que se comentaba cuál había sido la forma de actuar de los ciudadanos ante el holocausto. En la parte de los ciudadanos comprometidos se citaba un ejemplo, se describía cómo Vittorio de Sica contrató como extras a unos 300 judíos para una película y cómo se alargó el rodaje para poder salvarlos de su deportación… Después pregunté a la guía (muy buena en su trabajo) si sabía el título de la película. En ese momento no pudo informarme y entonces me invitó a que visitara la biblioteca del Museo para que pudiera hacerme con el dato… pero me estaban esperando y en ese instante no conseguí el título.
Me quedé con esa frase… Y de ahí surgió una historia apasionante. Una historia con lagunas que espero poder completar algún día (¿habrá algún libro sobre ello?).
En 1945 se estrenó sin pena ni gloria La puerta del cielo (parece ser que apenas hay copias originales y creo que no es muy fácil acceder a verla). La productora de la película fue el Centro Católico Cinematográfico. La película contaba la historia de un grupo de peregrinos enfermos que realizan un viaje en tren para llegar al santuario de Loreto… todos tienen la esperanza de un milagro. El director era Vittorio de Sica. Entre el reparto se encontraba la actriz catalana María Mercader con la que vivía un ‘amor prohibido’ (pues era un hombre casado) y que sería su futura esposa (otro ‘personaje’ a tener en cuenta en esta historia). La puerta del cielo podría ser tan sólo una película más para estudiar la trayectoria de De Sica antes de su consagración definitiva con las estremecedoras El limpiabotas y El ladrón de bicicletas. Pero su interés es extracinematográfico pues su larga filmación, un año (del verano de 1943 a la verano de 1944), supuso la salvación de un elevado número de personas. Su estreno sólo fue una anécdota… lo interesante es el proceso…
Ahí estaba Vittorio de Sica inmerso en este proyecto cinematográfico financiado por la productora del Vaticano. Parece ser que el Papa Pío XII estaba enterado de todo y que había designado a un monseñor responsable de llevar a cabo este proyecto, que sería el futuro Papa Pablo VI. Así también la iglesia católica italiana puso su granito de arena en esta aventura (en un comportamiento ambiguo y complejo pues también se vio la pasividad y la no responsabilidad ni el compromiso de las altas jerarquías eclesiásticas —ni la denuncia ni la protesta— frente a las atrocidades de los nazis).
Vittorio de Sica también estaba en una situación difícil puesto que un emisario de Goebbels le había ofrecido que montara en Venecia el centro de la industria cinematográfica para que representara a la República de Saló. El director italiano no quería en ningún caso ese puesto de trabajo. Pero era difícil negarse en esas circunstancias. La propia María Mercader cuenta en una entrevista a Televisión Española que ella le echó una mano pues dijo que actuaría en la película si Vittorio era quien la dirigía. Fuera como fuese, De Sica pudo eludir ese puesto aduciendo que tenía un compromiso laboral con el Vaticano y se quedó en Roma.
Según distintas fuentes contrataron a 300 personas entre las que había una mayoría de judíos pero también políticos antifascistas y homosexuales (ambos grupos perseguidos por los nazis). Todos con nombres falsos y se les asignaban puestos de extras, figurantes y técnicos. El rodaje transcurrió en su mayoría en la basílica de San Pablo Extramuros (con convenio de extraterritorialidad, y esto es algo así como una ‘ficción’ jurídica por la cual todo aquel que more en sus muros está fuera del territorio donde se encuentran) y allí en sus patios se refugiaron estas 300 personas. La condición del rodaje es que debía alargarse lo más posible… hasta que llegasen los aliados y no hubiera peligro para el grupo de ‘extras’.
Se pasaron momentos duros y era difícil su mantenimiento sin levantar sospechas y sobre todo tener alejados a los alemanes. Sin embargo no se evitó la tragedia cuando en febrero de 1944 fueron detenidos 60 sospechosos (que no regresaron) cuando un temido fascista Pietro Koch y sus hombres pudieron entrar en la basílica. En junio del mismo año llegaron los aliados y Roma quedó liberada. Las puertas de la basílica se abrieron y se dio el último golpe de claqueta, el rodaje finalizó. Y un grupo de personas se salvó de un destino horrible…
La historia se ha ido difundiendo pero no es muy conocida. Además a principios del siglo XXI hubo una polémica porque es un proyecto acariciado por los descendientes de De Sica el convertirlo en película (sobre todo por su hijo Christian y ahora también por el nieto del director. Se habla de que es posible que se lleve a cabo con Christian en el papel de su padre… hasta la fecha que yo sepa todavía no se ha realizado) pero en el año 2003 el realizador Maurizio Ponzi se inspiró en esta historia para su película Con las luces apagadas. Y Christian le denunció por plagio. Lo que no cabe duda es que es una historia con todos los ingredientes para realizar una buena e interesante película…
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Bueno, como sin duda recordarás, es de las pocas cosas interesantes que comenté de pasada en un capítulo de mi libro…
Dignísimo y necesario recordatorio de un hecho trascendental para tanta gente, para la memoria del cine y de Europa. Esto hace más grande a De Sica, también que perdonemos sus enormes pifias desde su abandono del neorrealismo. Siempre he pensado que esta historia tiene una película, más allá del amago de inspiración que le supuso a Trueba para «La niña de tus ojos».
Qué bien que hayas vuelto, carajo. Espero que en el DF te acordaras de Buñuel…
Besos
¡Ya sabía yo que la historia la había leído en alguna parte…! Ahora mismo vuelvo a consultar sus páginas (que sepas que lo hago de vez en cuando…) para buscar este dato en concreto… Y lo encuentro en LA MIRADA DE FLIKE. ¡Sabía que me sonaba esta historia y no podía ser de otra manera… en tu libro! Qué bueno. Me parece una buena historia para rescatar. Sí, sí me acordé de Buñuel… busqué Él. En otro viaje me traje Nazarín.
Besos de dimensiones enormes, ¡carajo!, ándale.
Hildy
Traerse de México el neorrealismo italiano me parece toda una proeza,amiga Hildy y por ahí hablan de Buñuel,precisamente el autor que le dio a México una gran lección de cómo hacer una película (Los olvidados)y desmitificanto todo el cine que se hacía allí de charros,pistolones de plástico y pantalones ceñidos cantando rancheras.De Sica,como dice Alfredo,realizó pastelazos tras abandonar el neorrealismo,pero no hay que olvidar que el neorrealismo también realizó pifias y volviendo a Buñuel dijo una vez: «En principio, el neorrealismo italiano no me gusta.Solo me satisfacen unas cuantas películas de esa escuela:Umberto D,Ladrón de bicicletas, algunas de Fellini.Yo creo que no debe haber una sola dimensión de lo real,sino todas las dimensiones posibles.»Dio en el clavo.
Cuenta,cuenta más sobre tu viaje.
Besos sin rancheras.
Un buena historia dentro de otra historia, estupendo, De Sica es un gran autor del neorrealismo, su cine siempre me ha parecido muy serio, como que le venia natural lo del neorrealismo, he visto algunas pocas de él y me han gustado, ladrón de bicicletas es de las más representativas en el movimiento y en el cine de su país. Que bueno que hayas conocido México, un país culturalmente muy rico, lleno de tradiciones y personalidad, su comida me encanta, su patriotismo, y su cine es muy bueno. Sobre Buñuel se que nació en España pero siempre he creído que cuando radicas y te compenetras con un lugar es como adoptar esa nacionalidad y yo lo veo medio mexicano. Un gran cineasta, valga la obviedad pero hay que repetirlo ya que debe ser de los más grandes en el idioma. Me alegra tu regreso, para poder compartir. Un beso.
¡Mi querido Francisco! Qué impresionante LOS OLVIDADOS. Me impactó tanto que no logro olvidar su tremenda última escena. Una de mis favoritas de Bueñuel es EL ÁNGEL EXTERMINADOR…
Mi baúl de películas viene con una carga nueva de películas mexicanas desde clásicos a películas contemporáneas para seguir descubriendo un cine rico en propuestas. Desconozco bastante del cine mexicano clásico y suelo ver lo que llega del cine cotemporáneo que me ha deparado buenas sorpresas. Hace poco vi (y comenté en el blog) una película de charros clásica en la que se unían sus dos reyes Pedro Infante y Jorge Negrete, Dos tipos de cuidado, y me lo pasé en grande.
Y del neorrealismo italiano, qué decirte… De ahí surgieron no sólo De Sica, sino Fellini, mi adorado Visconti, Rossellini… y todos tuvieron su trayectoria y evolución que se convierten en apasionantes viajes cinéfilos. A mí me sigue emocionando El ladrón de bicicletas, El limpiabotas, Umberto D, La Strada, Los inútiles, Roma ciudad abierta, Alemania año cero, Obsesión, La terra trema, Bellisima…
Qué gusto volver a leerte
Besos y un brindis de tequila y unos buenos tacos
Hildy
Mi querido Mario, ¡qué enorme es México y qué difícil conocerlo del todo, ¿verdad?! Yo trato de ir cuando puedo porque allí vive mi hermana querida. Es un país que me encanta. Disfruto un montón de su gastronomía, paisajes, historia, tradiciones… y ya conozco gente a la que guardo un gran cariño. Su cine lo voy conociendo poco a poco. Desde hace muchos años trato de ver todo el cine mexicano contemporáneo que llega a estas tierras. Ahora estoy tratando más de descubrir su cine clásico. Buñuel vivió y fue acogido (México siempre ha sido tierra de acogida) por este país y allí siguió realizando su gran trayectoria cinematográfica. Allí realizó varias películas mexicanas (se empapó del espíritu mexicano) y tres de ellas me encantan: EL ÁNGEL EXTERMINADOR, ABISMOS DE PASIÓN y LOS OLVIDADOS. NAZARÍN también es impresionante y muy interesante.
También tengo muchísimas ganas de conocer tu país, Perú. Una amiga mía vivió allí durante un tiempo y volvió fascinada. Conserva buenos amigos y siempre me anima a ir.
Un placer compartir conocimientos contigo y pasarme por esos nenúfares efervescentes llenos de sorpresas.
Besos
Hildy
Este the Hildy comeback llega por la puerta grande. Conocía la existencia de la película, o lo que queda de ella,pero no la peripecia humana de dimensiones colosales. En ocasiones uno se topa con estas sorpresasdondemenos se lo espera. De Sicca en Mejico resulta esplendoroso.
Y veo que aprovechas los viajes en toda su dimensión e investigas, indagas…
No he visto la película pero estoy muy de acuerdo, deahí podría salir un guión glorioso. Un guión que comenzase con la aventura de una chica que va de visita a Mejico y se encuentra con ese tesoro escondido. Y luego flashback hasta el periodo en el que aquellos maestros practicaban el neoreaslimo junto con el antisemitismo en pleno rodaje de una película. Osea, cine sobre cine sobre vida. Un placer tenerte de vuelta. Un abrazo.
… me encanta Victor (y creo que es cierto) lo que dices de que en ocasiones uno se topa con sorpresas donde menos se lo espera. Sí, yo ya me imaginaba una película sobre el tema… Puede ser una historia muy pero que muy buena.
No sé si es posible adquirir o acceder a La puerta del cielo de Vittorio de Sica. Por lo que he leído solo había tres copias originales y no sé si se habrá archivado ya en los nuevos formatos. Desde luego sí que me pica la curiosidad el poder verla alguna vez. En la Red apenas hay fotogramas que den una pista sobre cómo es la película.
… ¡Qué bueno poder seguir viajando por la sala oscura y por sus reflexiones!
Besos y más besos
Hildy
Querida Hildy; te has currado un texto delicioso de un película, esencial en la historia del cine contemporáneo de la mano de uno de los más grandes, D. Vittorio de Sica. Poco que añadir, pues ha sido una gran sorpresa. Y tendré que revisarla en estos días. Hacía mucho tiempo, que no oiga hablar de este film. Un apunte, hay una obra del gran Zinnemann, “Behold a Pale Horse” (1964) que revisé recientemente. No sé si es osado decirlo. Pero, observo de maestro a maestro. Un principio de porosidad y absorción del austriaco al italiano. No me disgusta, pues tocan diferentes temáticas con muchos puntos en común. Lo dicho, un placer venir por estos lares. Un beso y abrazo muy fuerte. Ah!, qué no se me olvide, felices fiestas
Pero querido JC entonces ¿has podido ver alguna vez la película La puerta del cielo, se puede acceder a ella? ¡Qué maravilla, ya me dirás!
Y encima me ‘prestas’ otro descubrimiento… ¿una película de Zinemman con Gregory Peck haciendo de maquis español en la posguerra?… Pero qué sorpresa…
Qué bueno tu visita… y a finales de año me paso de nuevo por el inquietante bypass… ¡Felices fiestas, por supuesto!
Besos
Hildy
Por supuesto que saldría una gran película de algo así, de hecho ya se han hecho varias parecidas, claro. Sin duda una gran historia alrededor del cine: metacine y cine que genera más cine. De Vittorio De Sica vi hace poco «Umberto D», de completa actualidad: cine y crisis.
Saludos.
Querido Licantropunk, sí, Umberto D es muy actual. Yo hay un montón de escenas de esa película que no puedo olvidar y las tengo grabadas en la mente. Umberto y su perro Flike, y la chica de la pensión, Maria…
También me gusta la faceta de De Sica como actor. Está impresionante en El general de la Rovere de Roberto Rossellini y también en otro registro totalmente distinto genial en Madame de… de Max Ophüls.
Besos
Hildy
Yo creo que es una historia para rodar una buena película, con De Sica de héroe, en lugar de Schindler… Me gustaría encontrarla y poder verla. De De Sica sólo he visto «Ladrón de bicicletas» y creo que es una de las mejores películas que he visto en mi vida, estremecedora. Tengo pendiente «El limpiabotas». Y ojalá pudiera encontrar esta.
Besos.
Mi querido Marcos… El ladrón de bicicletas esconde una emoción que te pone siempre un nudo en la garganta cada vez que vuelve a verse. El rostro de ese padre y ese hijo ‘narran’ un montón de sentimientos. Y El limpiabotas es durísima… A mí también me deja sin respiración Umberto D…
Beso
Hildy