Tierra, la película de nuestro planeta

No podía ser de otra manera, decidí terminar el año con una película. Me dirigí a la sala de cine con personas muy cercanas a mí y allí estábamos la tarde del 31 de diciembre disfrutando todos como locos de Tierra, la película de nuestro planeta. 

Las imágenes nos hicieron reír, llorar; nos provocaron temor, riesgo, aventura; también, nos hicieron pensar y concienciarnos…, ¿si tenemos un espacio natural tan hermoso, si la vida bulle por cada poro del planeta, por qué no tratamos de conocerlo más, de mimarlo, de cuidarlo, de amarlo, de protestar por las burradas que se cometen a nivel humano en la naturaleza, por qué no nos duele el impacto negativo que los humanos estamos provocando un día y otro día en el espacio que nos sustenta? 

Después, de un párrafo anterior, por cierto, muy épico, pero dicho absolutamente desde el corazón y la cabeza, invito a ver este documental de Alastair Fothergill y Mark Linfield. ¿Por qué invito? Invito en sala de pantalla enorme porque ambos documentalistas, tras cinco años de trabajo, han conseguido filmar la vida natural de manera espectacular. Es un documental que toca la cabeza pero va directo al corazón. Y, ese sentir, a veces, no está nada mal y es necesario.  

Así que yo en la sala viajé con los osos polares, lloré como una condenada por su destino, me emocioné con la elefanta que protege a una cría exhausta de sed, me quedé con boca abierta al sentir la inteligencia de la ballena jorobada con bebé, temí por animales acechados por lobo o felino (¡¡¡Ay con lo que yo los amo y lo peligrosos y depredadores que son!!! Cuando llegué a casa besé como una loca a mi Marlon y a mi Sally, mis gatillos, a veces, me olvido de que tienen fauces, uñas y que son cazadores); volé con las aves y sus migraciones; lloré de la risa con los patillos mandarines, los monos u orangutanes, los andares de los pingüinos. Me entusiasmé con los paisajes. 

Tierra me pareció tierna, dura, salvaje, hermosa…, y, sobre todo, avisa de un fenómeno que deberíamos tener en cuenta. No sólo por que esté de moda sino entender de verdad qué es lo que está pasando, leer, escuchar, informarnos…, la vida que bulle encuentra obstáculos que antes no tenía. ¿Qué está pasando? 

Sólo pongo dos peros y los dejo en el aire, ¿sería tan poderosa sin ese uso abusivo de la voz en off y esa música espectáculo?, ¿no eran suficientemente potente las imágenes para darnos cuenta de la belleza con la que todavía contamos? 

Ironías a parte, Tierra es una película que recomiendo…, nos hace descubrir un mundo vital que olvidamos a menudo que existe. Y ahí está. Dejémonos de tonterías, modas y demás y creemos realmente una conciencia ciudadana y ecológica para nuestra generación y generaciones futuras. Quizá no sea original pero recuerda que estamos acompañados por otros seres vivos y que deberíamos hacer un esfuerzo de respeto y conservación de la naturaleza. ¿No pensáis que dice mucho de nosotros, los hombres, nuestra mayor capacidad para cuidar menos del planeta tierra que increíblemente es el lugar donde vivimos?

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