Diccionario cinematográfico (189)

 

Amigos: grupo de personas que se suelen conocer de hace tiempo… y se conocen unos a otros con sus virtudes y defectos. Cuando se reúnen tienen algo claro: que se quieren. Sus reencuentros pueden ser tremendamente divertidos o pueden surgir un montón de miedos ocultos. En estos grupos de amigos sus miembros han vivido los mejores y peores momentos de su vida. A veces hay silencios. Ellos pueden encontrarse por una tragedia que les haga replantearse un montón de cosas. O puede ser una despedida o un hasta luego. O las reuniones son, quizá, motivo de nostalgia, o un momento para reflexionar sobre las equivocaciones, los sueños no alcanzados. Normalmente cuando les ves en pantalla saltan las lágrimas del espectador. Siempre se puede sentir identificado con uno del grupo, con varios o con un recuerdo, vivencia o experiencia. Las películas de grupos de amigos casi son un subgénero donde lo que importa suelen ser los personajes y lo que les acontece, cómo se relacionan entre ellos. Y es raro que uno no se emocione. Porque siempre se sabe que está ahí la nostalgia y el recuerdo… aunque sea también del momento presente o de los que quedan por vivir.

En las películas de grupos de amigos son importantes las veladas, las cenas y comidas alrededor de una buena mesa con tertulia incluida. La fiesta, la borrachera o la discusión brutal. Y como no una buena banda sonora repleta de canciones y recuerdos que acompañen al grupo por sus andanzas.

La última vez que me he emocionado, y mucho, con un grupo de amigos ha sido viendo Pequeñas mentiras sin importancia. Ese grupo de amigos que se reune siempre unos días en verano en la casa al lado del mar de uno de ellos… y que vuelven a reunirse como todos los años pero esta vez hay un fuerte motivo que va a hacer que esas vacaciones sean muy diferentes para cada uno de ellos.

Este verano también estuve con el grupo de amigos de una pequeña película que también me hizo llorar. Esta vez son unos amigos de toda la vida ya ancianos, en el último tramo de sus vidas, que toman una decisión: vivir todos juntos. Me estoy refiriendo a ¿Y si vivimos todos juntos?

A otros grupos de amigos tenemos la oportunidad de ver su evolución en el tiempo. Eso es lo que hace el director canadiense Denys Arcand con su dupla El declive del imperio americano (que aún no he visto) y la emocionante Las invasiones bárbaras que contiene una de las despedidas más emotivas a un amigo…

Después están las referentes. Las clásicas del género, digamos. Las que siempre vienen a la cabeza cuando se repasa el tema. La inmortal Los amigos de Peter y esa reunión de Fin de año de varios amigos de la Universidad que remueve y revuelve a todos por las diferentes circunstancias que están viviendo pero reunión en la que terminarán con algo seguro: sus lazos a pesar de los pesares siguen unidos fuertemente y más ante un anuncio inesperado. U otra de los ochenta, Reencuentro. Esta vez la reunión es por la muerte de uno del grupo. Y en ese fin de semana unidos de nuevo surgen todos los miedos, los reproches pero también los motivos por los que se quieren.

Imposible olvidar al actor que tiene grupos de amigos que hacen que sus películas ganen momentos entrañables. El actor en cuestión es Hugh Grant y los grupos de amigos que enriquecen las tramas románticas de este personaje de ojos azules son: Cuatro bodas y un funeral y Notting Hill.

Y otra que siempre viene a la cabeza son esos amigos de una localidad estadounidense donde todos los días parecen iguales pero donde atesoran lazos difíciles de cortar: Beautiful girls.

Si nos vamos por estos lares, de momento me vienen a la cabeza dos. Me voy a Asturias y recuerdo con cariño otra película pequeña: La torre de Suso y otro grupo de amigos desencantados que se vuelven a unir por la ausencia de uno de ellos. Y como recuperan esperanzas al tratar de levantar el sueño de aquel que falta. En la otra me voy con un grupo de amigos de Barcelona. Es un grupo de amigos que se quieren pero se callan muchas cosas, quedan ocultos demasiados miedos. Y cada cual se siente solo. Hablo de En la ciudad donde hay una reunión que hace estallar toda la melancolía y la incomodidad de unos amigos que tienen demasiadas puertas cerradas. Estalla pero no confiesan ni su soledad ni sus miedos…

Siempre hay un grupo de amigos con el que vivir uno de esos momentos que sirven para definir lo que puede significar la felicidad. Esos momentos felices vividos, algunos entre risas y otros entre lágrimas, con personas a tu lado que sabes que te quieren con todos tus defectos y virtudes.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

8 comentarios en “Diccionario cinematográfico (189)

  1. «Notting Hill» y «Cuatro bodas y un funeral» son las únicas que he visto de las que comentas. Y para banda sonora, la de Notting Hill con ese temazo que fue, es y será «She», si no recuerdo mal compuesto por Charles Aznavour y cantado aquí por Elvis Costello. Amigos… cuando los amigos se reúnen es tiempo de recuerdos. Saludos!

  2. He visto siete de las películas que mencionas y todas me han gustado. Las que más, la francesa de los veraneos y Beautiful girls, con el soberbio alegato en favor del vello púbico rizado e ingobernable, entre otros diálogos antológicos. Ahí van tres sugerencias sobre la amistad en el cine:

    Un drama sobre la amistad: El cazador
    Una comedia sobre la amistad: Hatari!
    Un western sobre la amistad: Río Bravo

  3. … Tiempo de recuerdos, querido Marcos, y de nostalgias…
    Notting Hill y Cuatro bodas y un funeral son dos películas con buenos momentos de amistad… Además Cuatro bodas y un funeral me descubrió un poema, que me encanta, de W. H. Auden. Y qué razón tienes qué bonita es la canción de She que suena en Notting Hill. Me he puesto a escucharla en cuanto la has nombrado…

    Besos
    Hildy

  4. Jo, Jose, me gustan mucho las tres películas que añades y le das sabor clásico a la lista de películas con grupos de amigos: El cazador al final es una triste historia de amistad. Hatari es acompañar a unos amigos en un increible safari lleno de aventuras… y con Río Bravo me pones uno de mis western favoritos con una de mis escenas de parentesis musical que más me gusta (y un canto a la amistad, cuando todos cantan en la espera).
    Y el diálogo que señalas de Beautiful girl la verdad es que es un instante de oro de la actriz Rosie O’Donnell, un canto a las mujeres reales no retocadas… Naturales como la vida misma.

    Besos
    Hildy

  5. Fenomenal texto; coincido básicamente con los textos propuestos (se me iban ocurriendo según iba leyéndote, y enseguida los veía ahí escritos…), y en la atracción que supone este tema, que siempre da mucho de sí, porque en esas amistades grupales, luego consolidadas íntimamente uno por uno, hay de todo, secretos, mentiras, amores, traiciones, estupidez, moralina, azúcar y muchas otras cosas. La vida se esconde en sus pequeños huecos, como en un queso gruyère.
    Y si no has visto «El declive del imperio americano», vas a descubrir una maravilla cuando la veas. Un producto atípico, esa fórmula de amistad, diálogos excepcionales y contenido intelectual, filosófico y emocional de primera categoría pero mucho más exacerbado, y también con más procacidad y juego sexual. Tienes que escribir algo aquí cuando la veas; te lo encargo desde ya, y no acepto un norrrl.
    Besos

  6. «La vida se esconde en sus pequeños huecos, como en un queso gruyère»… qué buena frase filosófica mediterránea… mi querido Alfredo. Sí, El declive del imperio americano es una de mis películas pendientes… espero conseguirla y verla pronto porque como digo me emocionó profundamente la continuación de las andanzas de ese grupo de amigos muchos años después en Las invasiones bárbaras. Las películas sobre grupos de amigos me suelen encantar y llegar.

    ¿Sabes? Cambiando totalmente de tema. Ayer fui al cine y vi EL IRLANDÉS. Una de las cosas que me animó a verla es que una vez en un comentario dijiste que te había gustado y hablaste de su aire de ‘western’. Yo, no me preguntes por qué, tenía ciertos reparos en ir a verla, pensaba que no iba a conectar con ella. Pues bien: disfruté un montón.

    Besos
    Hildy

  7. A mí me gustó «El irlandés», aunque no me entusiasmó tanto como las cosas que se han publicado sobre ella. Particularmente, este subgénero de policías de prodecencias distintas que coinciden en la zona de acción de uno de ellos para combatir a un criminal que viene del lugar del otro y tal y cual Pascual no suele ofrecer ya nada novedoso (está visto demasiadas veces, desde «Danko» a «Sol rojo», por citar dos, pero hay películas de estas a puñados). Me gustaron las notas costumbristas, el choque de temperamentos, los toques sociales, las localizaciones y algunos detalles menores; o sea, que la acción principal me parece tópica, y es lo accesorio lo que me resultó atractivo. Bueno, y que ya basta de policías que viven en casas enormes y conducen descapotables, y son guays, guaperas, cultos e infalibles. ¿Desde cuándo con un sueldo de poli se puede vivir así? No será en España…
    Besos

  8. … Me vino a la cabeza (aunque en clave totalmente distinta) EN EL CALOR DE LA NOCHE. Uno de los reparos que tenía era que había oído más de una vez que era un Torrente a la irlandesa… y yo con Torrente no he conectado mucho, la verdad. Sí, tienes razón que no hay sorpresa en la acción principal pero sí en los accesorios y en el carisma de los actores. Me quedé KO de nuevo con el malo malísimo de Mark Strong. Y que quieres que te diga a mí la relación del guardia con su madre (ay, esas trampas que nos cuelan) pues fue una de las cosas que me caló hondo y me hizo ‘aguantar’ más al personaje.

    Besos
    Hildy

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