Ligeramente escarlata (Slightly Scarlet, 1956) de Allan Dwan

Allan Dwan fue uno de esos realizadores pioneros que se pasaron la vida haciendo cine. Así su dominio del lenguaje cinematográfico era innegable. Es de esos directores-artesanos desconocidos que trabajaron en cientos de películas. Sin embargo su nombre no suena entre los grandes pero de vez en cuando vemos una de sus películas y nos pega un trallazo. Parece que nos dice, eh, tú estoy aquí. Dwan hizo cine silente y sonoro, trabajó en todos los géneros, y manejó distintos presupuestos. Es de esos realizadores de los que se ha perdido parte de sus películas (porque su conservación no ha sido adecuada) y la distribución de sus obras no ha sido abundante. Sin embargo aquellos que descubren su obra se quitan el sombrero. Él es uno de los directores entrevistados por Peter Bogdanovich en los volúmenes de El director es la estrella. Y uno de los directores nombrados por Martin Scorsese en su maravilloso y particular documental Un recorrido personal por el cine norteamericano.

Reconozco que apenas he visto obra cinematográfica de Dwan como para tener una radiografía del director pero muy poco a poco le voy descubriendo. Ahora le toca el turno a Ligeramente escarlata, adaptación de una novela de J. M. Cain que no he leído (que parece ser éste ya escribió con miras a que sería adaptada al cine). Cine negro a todo color. Con el ambiente turbio necesario, la moralidad oscura, el amor fatal, el mundo del hampa corrompiendo a una ciudad, la lucha contra la mafia, el político que trata de ser incorrupto, el papel de los medios de comunicación, el policía que se deja llevar por la mafia, los personajes ambiguos…, las sombras.

Y detrás de una película sin pretensiones aparentes, sin estrellas del firmamento (pero sí carismáticas), sin presupuesto desorbitado, se ve la mano maestra de Dwan. Sobre todo en las escenas previas al asesinato de un periodista que trata de combatir la corrupción. Y también en el continuo detalle de su puesta en escena. El director-artesano se mueve a gusto por una historia de sensualidad y corrupción.

La sensualidad va de la mano de las dos protagonistas femeninas, las pelirrojas más populares de los años 50, Rhonda Fleming y Arlene Dahl que se adueñan de la película de principio a fin. Con sus cabelleras rojas, sus modelitos exóticos, y su exuberante y algo salvaje a la vez que decadente belleza. Ambas son dos hermanas de relación dependiente y extraña. Una, Arlene Dahl tiene problemas de salud mental que la hacen vulnerable pero también cleptómana y ninfómana. La otra, ha estudiado, ha trabajado duro y ha llegado a un buen puesto junto al político honrado que pretende llegar a la alcaldía y de paso casarse con su empleada favorita, ella. Arrastra un sentimiento de culpa que hace que siempre esté al pendiente de su hermana y no parece que le halague en exceso el amor de su jefe…, sin embargo, siente un amor a primera vista hacia uno de los chicos malos y corruptos.

Y ese chico malo y corrupto no es otro que un olvidado actor, John Payne, al que solían juntar con pelirrojas indómitas (también actuó junto a Maureen O’Hara y quizá su película más recordada sea la navideña De ilusión también se vive) que se enamora de la chica buena, aunque algo compleja, de la historia. Él es el chico listo y ambicioso que trabaja para el mafioso que lleva realmente la ciudad, Solly Caspar que tiene el rostro de Ted de Corsia, un solvente actor secundario con cara de duro y presente en varias joyas del cine negro. El joven juega sus cartas para quitarle el poder y apartar a Caspar del camino. Así queda un entramado de relaciones complejas en un ambiente de corrupción y asfixia moral donde las cabelleras de las pelirrojas bailan por doquier.

Como es habitual en estas películas de presupuesto no desorbitado, emplean soluciones y escenas que entran en el terreno del culto. La imaginación siempre es de agradecer. Aquí ocurre con un arma que emplean en dos momentos distintos las pelirrojas en cuestión y es un arpón (sofisticado que se dispara cual pistola) como arma homicida. Así como también entran en el terreno de la leyenda alguno de los modelos que exhiben las damas. Como la boina negra de Dahl o los shorts de la Flemming.

Siéntese una tarde en su sillón, con una buena cena, y si quiere inmiscuirse en un ambiente de cine negro de colores chillones, deleitese con Ligeramente escarlata.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

8 comentarios en “Ligeramente escarlata (Slightly Scarlet, 1956) de Allan Dwan

  1. ¡Bienvenido!

    … si le hincas el diente a Ligeramente escarlata… por favor, luego comentámelo.

    Yo le voy descubriendo muy poco a poco… ¿Sabes que el Robin Hood silente, el que protagonizó Douglas Fairbanks es de él?

    Besos
    Hildy

  2. Pues esta me falta, así que a remediarlo.
    Me gustan las cositas que he ido viendo de Allan Dwan (llegué a él a través de Cabrera Infante, que le dedicaba textos muy elogiosos); «Arenas sangrientas» es el antecedente de «La delgada línea roja», de Malick (en cuanto a la historia, ya sabemos que Malick lo lleva todo a su terreno), y de «Banderas de nuestros padres», de Eastwood, «La reina de Montana» es uno de los grandes westerns de los 50, con Stanwyck y el tonto de Ronald Reagan, lo mismo que «Filón de plata», también con John Payne (qué cutre eso de cambiar la «W» por la «P» para adquirir notoriedad), «Huida a Birmania» también es una cinta de aventuras y crimen muy estimable, aunque barata a más no poder, y en «Casta indomable» la Bancroft está como nunca. Muy rescatable este Dwan, de verdad. Su «Robin de los bosques» me falta, pero ahí tienes «The artist», sin ir más lejos, que la utiliza también en parte para su ejercicio de emulación.
    Besos

  3. … La próxima que tengo programada es Filón de plata…

    Genial toda la información que aportas de Dwan.

    Yo como digo he leido mucho más sobre él que filmografía haya llegado a mis manos. Pero trataré de solucionarlo poco a poco.

    Besos
    Hildy

  4. Pues ya esta vista.

    Empiezo por lo negativo y como siempre son percepciones personales jejejej… las interpretaciones me parecen horrorosas (las pelirrojas estan de quitar el hipo pero son cuestiones hormonales). El carisma que comentas yo no lo percibo. Los malos son de papel carton. Las protagonistas a pesar de que el director las rueda como grandes estrellas (la secuencia ella echandose para atras cuando la apuntan con la pistola) no consiguen estar al nivel, hay un momento en que una de ellas hace un grito cogiendose los pelos que da bastante grima. Algunas situaciones no estan logradas (el flechazo de Rhonda Fleming) y algunas parecen ridiculas (cuando le hiere a un compinche que le acaban de pagar la fianza o ese final un tanto forzado para quedar como en heroe en el ultimo suspiro).

    A pesar de su irregularidad, me ha parecido una pelicula muy interesante y para curiosear mas en la filmografia de este director. Se nota una mano diferente a lo que es un director «artesano». Esa mezcla de cine negro con la fotografia pastelon muy a lo Douglas Sirk (bueno Hitchcock tambien le daba al pastel en su epoca de color), arriesgada pero que sale airosa(esta pelicula le tiene que encantar a Pedro Almodovar). Es magnifico como usan las sombras, tipico sello del genero. La puesta en escena es muy cuidada (la escena que comentas entre sombras, el duelo pistola arpon o cuando la hermana se encuentran por primera vez en casa y Dwan juega muy bien con los espacios y el decorado)

    Muchas gracias por descubrirme a un director que por el momento es interesante, ahora intentar ver mas y tener una mejor apreciacion de su obra.

  5. ¡Jo, muchas gracias por el comentario, por tu mirada y todo lo que dices! Me han parecido muy interesantes todas las apreciaciones… y aun empezando por lo negativo me gusta que al final también te haya parecido que detrás de Ligeramente escarlata hay un director que merece la pena descubrir, que sabe de lenguaje cinematográfico, de puesta en escena, que sabe contar…

    Visualmente me pareció tan potente… y el carisma, ¡ay! el carisma…, ja, ja, ja.

    … Hace poco vi el western FILÓN DE PLATA y me gustó bastante.

    ¡Qué bueno que te hayas vuelto a pasar!

    Beso
    Hildy

  6. Ésta no la he visto, compa Hildy, pero sí ví, curiosamente (me la encontré por casualidad en Filmin…), esa versión de Robin Hood del año 22, protagonizada por Fairbanks; una cinta llena de encanto, muy naif y pinturera, y en la que Fairbanks hace una interpretación verdaderamente carcajeante. Toda una experiencia de esas que te dejan buen sabor de boca. Habrá que buscar más material de este hombre, cómo no…

    Un fuerte abrazo y buena tarde.

  7. ¡Qué bueno, Manuel! Recuerdo que yo me lo pasé fenomenal viéndola. Ahora seguro que vuelvo a revisitarla.

    Sí, Dawn tiene encanto y es muy interesante ir descubriéndolo. En esas me encuentro. Poco a poco…

    Besos
    Hildy

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