Susurro: … “ruido suave y remiso que resulta de hablar quedo”. Bonita definición de la RAE. O lo que resulta cuando Pepe LeMoko con cara de Charles Boyer le susurra a la bella Hedy Lamarr: Vente conmigo a la Casbah (Árgel).
Las palabras de amor suelen susurrarse al oído.
O también las de agonía.
Como hace el pequeño niño que ha caído al suelo tras un disparo y susurra a Noodles: Me resbalé (Érase una vez una América).
También se susurran los secretos y los horrores.
Así susurra su dolor, Hanna al hombre ciego de la plataforma petrolífera… en La vida secreta de las palabras.
Y también hay secretos de niños, premonitorios.
Así se lo susurra al oído, del cual no oye, una niña a George Bailey. Le dice que le amará siempre… Y así es. Ella será Mary…, la mujer que estará a su lado en los buenos y malos momentos…, y que a pesar de los pesares será una de las personas que le hagan creer ¡Qué bello es vivir!
Espera.
Busco una frase que susurrar al oído…
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Qué gran película «Argel» (aunque sea un remake). Y qué bombón Hedy Lamarr, quizá, y digo quizá, el rostro más bello que ha pasado never and ever por la pantalla.
No mencionas el hombre que susurraba en las orejas de los caballos. Mejor.
Besos
… también se susurra a los caballos…, tienes toda la razón, ya nos lo demostró Redford… Por cierto, me apetece su última película como director, La Conspiración.
Hedy Lamarr era muy hermosa y esa belleza hizo que casi siempre se la juzgara como inexpresiva en sus interpretaciones. Lamarr tiene una carrera cinematográfica muy curiosa. Yo últimamente he visto películas de su filmografía y creo que recreaba bastante bien ciertos personajes. Por ejemplo, Camarada X o una joya olvidada del melodrama extremo, La mujer extraña. Sin embargo la Lamarr para mí siempre estará unida desde mi infancia a Dalila. Esa mujer bella pero pérfida que termina cortando el pelo al pobre Sansón, un cachas que se queda sin fuerza, pobrecito. Qué mala, Dalila.
Besos
Hildy
En cuestión de susurros, no puedo dejar de pensar en Cole Sear, el niño de El sexto sentido, que, prácticamente, habla así a lo largo de toda la peli. Ya sé, compa Hildy, que queda lejos de la despampanante belleza de la Lamarr, y de ese territorio del amor en que los susurros se hacen más propios y queribles, pero es una referencia casi automática…
Un fuerte abrazo y buen jueves.
¡Buenísima referencia! Me ha encantado, amigo mío. Susurros que dan miedo… En el terror también han sido importantes y cinematográficos.
Besos
Hildy
Muy original ésta sección dedicada a una palabra que tenga presencia en filmes, Boyer es tremendo actor, después de luz de gas se hace difícil imaginarlo de galán pero no por mal actor o por poca presencia físisca sino porque ese personaje se queda pegado a la mente. Leyendo tu última respuesta a mi comentario anterior, pues te digo que adelante, colócame en tus enlaces siempre y cuando me visites claro y sobre escribir comentarios en mi bitácora es tan fácil que hasta un niño de siete años escribiría, no hay excusa, no seas «flojita» y a ver si te animas a compartir conmigo ese amor por el cine, un compañero más no está demás nunca me parece pero depende de ti. Besos.
Mario.
Ja, ja, ja, cómo me he reído Mario… aunque no te lo creas soy una ‘flojita’ de las nuevas tecnologías pero he decidido que efectivamente no hay excusa así que me pondré al lado de mi sobrina Luna que tiene 2 años y ya sabe más de Nuevas Tecnologías que yo y espero poderte escribir pronto mensajes a tus nenúfares efervescentes…
Qué bueno Charles Boyer en LUZ DE GAS. Es una pasada. Pero Boyer siempre fue un interesante héroe romántico… la primera versión de Tú y yo en los años 30 le tenía a él como protagonista.
Ahora mismo te coloco en los enlaces y por supuesto que te visitaré.
Besos
Hildy
¡Ay los susurros! Me encantó, entre mis favoritos creo que serían entre confesiones y advertencias, los susurros que denotan peligro, los que te impiden respirar, los sorpresivos. Entre otras cosas, ¿viste Mildred Pierce? Guapa mándame tu dirección que te tenga en mi lista de Navidad! Besos atrasados 🙂
¡¡¡Todavía no he visto Mildred Pierce mi querido Christian pero en cuanto la vea… veloz, veloz te cuento mi segura fascinación!!
Qué mundo más cinéfilo el de los susurros…
Ahora mismo te escribo un e-mail para que me tengas en la lista de Navidad, qué ilusión.
Besos, besos y más besos
Hildy