Crítica El velo pintado

De pronto me veo en China, en los años veinte, junto a Walter y Kitty. Un matrimonio británico que viaja como si estuvieran perdidos en un país lejano. No sé muy bien que es lo que pasa. Pero Kitty comparte sus recuerdos. Y voy descubriendo una historia de amor. Walter y Kitty se conocen en Gran Bretaña. Kitty pertenece a una familia de clase alta. Se encuentra en una edad, que por aquella época era considerada peligrosa, Kitty puede quedarse soltera y quedarse siempre como mantenida por su familia. Ella quiere sentirse enamorada, las presiones de su familia no la dejan la opción de la espera. En su camino se cruza Walter, un médico, un científico. Parece un hombre tímido y gris. Que exige desde el primer momento, sin tiempo, a una Kitty enamorada. Ambos se casan. Y se van a China. 

Allí Kitty conoce la pasión de la mano de un cónsul. Un hombre de mundo. Un hombre casado…, Walter descubre la infidelidad. Y se siente herido. Sin dar muchas opciones a la joven esposa, la dice que ha aceptado un trabajo en un pueblo lejano de esa China desconocida. Un pueblo azotado por el cólera. Kitty muy a su pesar se ve obligada a acompañarle. El viaje de la discordia será el viaje del reencuentro. Ahora, tienen ambos tiempo para descubrirse…, y todo puede cambiar. Regreso de nuevo con Walter y Kitty. Y poco a poco siento la transformación de ambos. El gris de Walter se convierte en un hombre más atractivo, en un hombre apasionado por su trabajo…, cada día está más atractivo. Kitty se da cuenta y siente que ella siempre ha deseado ser útil, hacer cosas, entender el mundo que la rodea…, y descubre a otro hombre en Walter. 

Y los dos, en un lugar lejano, azotado por la miseria, la muerte, el miedo, la enfermedad…, aprenden a conocerse, a descubrirse…, con tiempo. De forma natural. Y yo tengo la suerte de dejarme arrastrar por su historia, por los paisajes que ven, por el sonido del piano… El velo pintado es una exquisita adaptación de una novela de Somerset Maugham (el escritor ha sido adaptado muchas veces en el cine, vienen a mi mente buenas historias como Cautivos del deseo, Al filo de la navaja, La carta, Lluvia o más recientemente Conociendo a Julia). Es una historia de época. De las de siempre. Una época anclada en el tiempo –por eso China es ese país desconocido, distinto, incomprensible…, y los británicos, como no, se comportan como colonos distantes que fueron en esos tiempos remotos. Son los extranjeros que miran todo con ojos occidentales pero a la vez se dejan seducir por otros mundos…–. El velo pintado habla de pasiones, amor y sentimientos. Y Somerset regresa al cine junto a Kitty (sensible Naomi Watts) y Walter (camaleónico Edward Norton) devolviéndonos una buena historia. 

Un comentario en «Crítica El velo pintado»

  1. Querido Jorge, todavía no he tenido el privilegio de ver las otras dos versiones de El velo pintado. La de Garbo voy detrás de ella. La de Eleanor Parker la desconocía.
    Como siempre, gracias
    Hildy

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