Semilla de maldad (The Blackboard Jungle, 1955) de Richard Brooks

A veces hay temas en el mundo del cine que casi se convierten en género y uno de ellos es el de maestro que se enfrenta a un curso con jóvenes conflictivos o el maestro que de alguna manera cambia los métodos de enseñanza influyendo en cada uno de sus alumnos. Así te vienen a la cabeza películas como Rebelión en las aulas, El club de los poetas muertos, Sister Acts, Mentes peligrosas, La sonrisa de Mona Lisa, Precious, Half Nelson, La clase…, algunas con mayor fortuna que otras.

Uno de los primeros intentos y que para mi sorpresa es un buen drama —con buen ritmo, bien realizado, buenos conflictos y alguno de los personajes bien planteados— fue Semilla de maldad que además incorporó a su banda sonora la música que en aquellos momentos causaba furor, el rock and roll, abriendo y cerrando la película con Rock around the clock.

Detrás está un buen director (famoso por sus adaptaciones de obras literarias al cine) y guionista, Richard Brooks que iba abriéndose camino como director y esta obra cinematográfica fue su espaldarazo definitivo. Lo bueno de esta película es que trata, de modo dramático, las dificultades del sistema educativo, centrándose en la labor de los profesores y en la situación de los alumnos. Y a pesar de ser una obra de los años cincuenta y con características de esa época (por ejemplo, el papel que desempeñan las dos únicas mujeres que aparecen en la cinta y que expondremos más tarde), no deja de ser una película que encara temas de plena actualidad y sin dejarse llevar por la ñoñería o por los estereotipos que después poblaron este tipo de películas. Además es mucho más extrema y valiente en la exposición de las problemáticas que expone que otros dramas del mismo tipo más actuales.

Así nos presenta a un profesor (con cara de Glen Ford) que trata de no rendirse y buscar cuál es el método para poder dedicarse a lo que realmente quiere: enseñar. Y se demuestra que para ser maestro y enseñar hay que tener mucha pero que mucha vocación, paciencia y dedicación. Muestra cómo en un instituto masculino conflictivo ubicado en un barrio conflictivo, el acoso al que son sometidos los maestros puede ser brutal (incluso excesivo además de mostrar cómo es una profesión en absoluto bien pagada cuando es fundamental) pero a la vez explica los motivos y razones por los que surge este acoso y esa falta de motivación por parte de unos alumnos que no ven ninguna salida a sus vidas y que ven más fáciles otras salidas como la delincuencia u otro tipo de empleos prácticos que les ayudarán a salir adelante en un entorno complejo sin pasar por la Universidad. Y Ford no culpa sólo al entorno o a los alumnos sino al mismo sistema educativo y a la manera de actuar de cada uno de los maestros o profesores (el desencantado, el que pasa de todo, el que se limita a decir que el instituto es basura al igual que los alumnos que hay en él que no harán nada por estudiar y también muestra el que ante el acoso continuo por parte de los alumnos decide –y no le faltan razones– abandonar). Él mismo, el protagonista, dice que es un incompetente.

Así que a pesar de los acosos, dificultades y demás trata de buscar el método adecuado para poder motivar. Y no lo tiene fácil. No deja de ser bonita la escena (especialmente para mí) de cómo consigue que por primera vez los alumnos participen en la clase y es… a través del cine. A través de la proyección de una película de dibujos animados. También se presenta las dificultades en un instituto multicultural donde cada alumno posee un origen y cultura diferente que es motivo para que salten problemas raciales, así como la formación de bandas y líderes con códigos muy cerrados…

Y me gusta cómo está planteado el trabajo de este profesor que trata de no rendirse porque los resultados no son esplendorosos pero sí se abre una vía para lograr que algunos alumnos reaccionen y continuen estudiando o para que ciertos profesores cambien su manera de ver la enseñanza y el propio trabajo que estaban realizando. La película termina con un la vida continúa…

Así la sorpresa es haber visionado un buen drama de los años cincuenta, fresco y con asuntos válidos para una proyección hoy en día, pero con algunos asuntos que valdrían también como debate sobre la representación de la mujer en la pantalla. Aquí sólo hay dos mujeres relevantes para simplemente una trama secundaria que pone en jaque al profesor protagonista. Por una parte, su esposa, frágil de salud que espera un hijo que teme perder, que ama al esposo y al que insta para que abandone ese trabajo complicado que pronto es acosada por uno de los alumnos a través de llamadas y cartas que le advierten que su marido es infiel (con consecuencias penosas para su estado de mujer embarazada y sensible). De pronto, el maestro en cuestión la lleva a cenar para celebrar su recién conseguido trabajo y hablan del futuro niño y Glen Ford sin despeinarse suelta, en plan hombre y esposo amantísimo: “nuestro hijo saldra con tu belleza y mi inteligencia”… chúpate esa. La otra es una maestra a la que se le podría considerar como explosiva (y por supuesto a la que se señala como candidata para que el bueno de Glen sea infiel), que en su primer día de clase es acosada sexualmente, y que incluso profesores y la propia esposa del protagonista advierten que no debe vestir provocativamente para enseñar… chúpate esa también.

Como siempre en este tipo de películas se elabora durante la narración cinematográfica una relación especial entre el profesor y uno de los alumnos. Y Semilla de maldad construye así una relación veraz y bien conseguida entre el profesor con un alumno carismático y con madera que se llama Miller y tiene el rostro de un jovencísimo y ya muy eficaz (me encanta cómo trabaja) Sidney Poitier. Y también muestra el reverso es decir el alumno que más complica las cosas y que Ford nunca va a lograr motivar por más que lo intente interpretado por Vic Morrow (padre de Jennifer Jason Leigh) que debutaba en este papel y que tendría un final tremendamente trágico mientras rodaba una película.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.