Diccionario cinematográfico (9)

Sonrisa: elevación de la comisura de los labios que enamora. A veces, lo único que merece la pena de una mala película. Mi vhs de Salvaje fue rebobinado una y otra vez para congelar la sonrisa final del motorista Brando a la camarera de una localidad perdida.

Hay actores que nacieron para sonreír y ahí reside su fuerza. Que se lo pregunten a Audrey Hepburn, Julia Roberts, Jude Law o Ricardo Darín. La sonrisa es la fuerza.

Escenas inolvidables por un movimiento de los labios. Ahí se queda el bueno de Robert de Niro con una sonrisa misteriosa en un salón de opio en Érase una vez en América. Hay a personajes que les dicen que nunca pierdan la sonrisa, aunque los tiempos sean oscuros, aunque se les vaya la vida, como al joven guerrillero de Silencio roto. No olvidaré la sonrisa continua de Ewar McGregor como un Big fish que nunca se cansa de contar fantásticas historias.

Las que menos me gustan son las sonrisas terroríficas de asesinos en serie a lo Hannibal o de sádicos torturadores que con elegancia a lo Olivier en Marathon Man, martirizan a sus víctimas, con sonrisa elegante. Prefiero las sonrisas cómplices, las que surgen porque llega la persona que esperas… ¿Repasamos la lista de sonrisas en Ninotchka o en cualquier vieja comedia de los años treinta y cuarenta?

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