Comentando un artículo de cine

Tengo ya en mis manos el nuevo número de Fotogramas del mes de noviembre. Y me he detenido en un artículo que firma la redacción sobre alguna de las películas que se estrenaron en 1984 y me ha sorprendido comprobar que en aquellos años íbamos mucho al cine.

De las quince nombradas recuerdo haber ido en el momento de su estreno a Los cazafantasmas (vuelve a ser rememorada en Rebobine, por favor… con cameo de Sigourney Waver) y disfrutar con la música y la tontería. También acudimos en masa a la indispensable segunda aventura de Indiana Jones en el Templo Maldito que me gustó mucho menos que la primera. Gremlins recuerdo que en su día no pude verla porque cuando me decidí fue en un cine que la ponían en sesión doble junto a Los Goonies… ¡¡¡y se armó la marimorena!!! A todos los niños y adolescentes del barrio se nos ocurrió la misma idea…, ir a verlas, y fue tal el colapso que ni me pude acercar del jaleo que había ya estaba la policía, ambulancias…, tuve que esperar a otra ocasión… Con Tras el corazón verde me lo pasé pipa y por supuesto sufrí con el muchacho de Karate Kid y me encantó la postura esa de pájaro que aprende para poder ganar el último combate. La mujer de rojo no me dejó mucho recuerdo, la verdad, aunque sí soy consciente de que fui a verla. Y por supuesto volé y soñé con La historia interminable y se me quedó la musiquilla de la banda sonora que tatareaba una y otra vez.

A la que ni me acerqué fue a Pesadilla en Elm Street ni cuando la sacaron más tarde en vhs. Yo cine de grito, terror, pesadilla y casquería ni loca. Hasta tal punto que recuerdo que en un cumpleaños, la amiga que cumplía, orgullosa, propuso el plan de verla en el vídeo y yo por no chafar el plan dije que vale…, pero estuve toda la película de espaldas. Y tampoco tenía mucho amor todavía a las películas futuristas así que Terminador no me apeteció en absoluto. Y por aquellos años tampoco veía ninguna gracia a las comedias de Tom Hanks, no fue hasta Big que le empecé a dar alguna oportunidad.También ya en la época del vhs, me saqué Footloose… ¡¡¡y cómo me gustó!!! Por supuesto me encandiló ese chico delgadillo y bailón con cara de Kevin Bacon.

Top secret la vi años más tarde y sufrí un ataque de risa ante la estupidez del baile de ballet y las mallas marcasuperpaquetes de los bailarines… Y, sí, confieso también me reía con Loca academia de policía y me encantaba Steven Guttenberg o el poli que hacía ruidos absurdos.

Fíjense ustedes que recuerdo que fuimos toda la familia a ver Amadeus y quedé subyugada con la historia y la risa de Mozart.

¡¡Vaya mezcla de películas, calidades y géneros!! Pero reconozco que nos lo pasábamos muy bien y disfrutábamos de ir al cine, de esos locales inmensos, los cines de barrio (en extinción absoluta) donde un montón de gente nos juntábamos para disfrutar…sesión doble o continúa, de historias y aventuras. Donde a veces llevábamos la lata de coca-cola y el bocata de chorizo o paté…

Dios, cómo es la nostalgia.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

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