Guión: palabra mágica que augura una futura historia en fotogramas. Una estructura sólida que permite saber y conocer a todo el equipo, que emprende la aventura de efectuar una película, lo que se pretende narrar en lenguaje cinematográfico.
Actor: hombre de carne y hueso, con alma y sentimiento que se transmuta en personajes. A veces, el personaje se come al actor –Superman o Norman Bates– o los actores se comen al personaje –Cary Grant, John Wayne o Humphrey Bogart– y luego están los grandes actores que se transmutan en grandes personajes –Al Pacino, Marlon Brando o Robert de Niro–.
Actriz: mujer de carne y hueso, con alma y sentimiento que se transmuta en personajes. A veces, el personaje se come a la actriz –Sally Bowles– o las actrices se comen al personaje –Marilyn Monroe o Audrey Hepburn– y luego están las grandes actrices que se transmutan en grandes personajes –Meryl Streep, Bette Davis, Nicole Kidman o Deborah Kerr–.
Actores secundarios: hombres y mujeres de carne y hueso, con alma y sentimiento que crean personajes fundamentales para la creación de una gran historia. A veces, con cinco minutos de actuación se meriendan toda la película. Otras sus rostros son recordados, no así sus nombres, pero son fundamentales en las películas de Ford, Capra, Almodovar o Allen. Otras desearías que dejaran el rol secundario y se convirtieran en el centro de la historia. Suelen dejar la miel en los labios. Estoy encantada de su existencia.