Momentos inolvidables

Ésta es una sección para nostálgicos. Secuencias, escenas o imágenes cinematográficas que nunca olvidaremos. Algo unido a la nostalgia es el recuerdo. Para combatir este sentimiento melancólico está la capacidad que tiene el ser humano para regresar, en este caso, al pasado. Recordar aquellas imágenes grabadas en nuestra memoria que por sensaciones, difíciles de explicar, nos acompañan a lo largo de la vida.

Denys Finch lava el pelo a Karen Blixen Romanticismo, aventura, viaje, personajes heroicos y atractivos… el cine permite que el espectador disfrute de otras vidas –a veces más interesantes que las propias, hablo por mí misma, pero también la experiencia de los años me ha hecho ver que cada uno de nosotros tenemos una vida que merece la pena ser contada aunque no nos lo parezca–. En el año 1985 se estrenó una de las películas que han permanecido y permanecen en el imaginario colectivo: Memorias de África de Sydney Pollack. Una versión extremadamente romántica de la vida de la danesa Karen Blixen (seudónimo de Isak Dinesen) y su estancia en África. En la película toma relevancia un personaje que sólo es secundario en sus memorias, el cazador Denys Finch. El atractivo héroe tiene el rostro de Robert Redford, que representa como nadie al hombre romántico, solitario y amante de la libertad. Karen Blixen cuenta con la cara Meryl Streep, la actriz de los ochenta, la actriz de los mil rostros. 

La secuencia: Denys y Karen realizan un safari juntos –la danesa se está recuperando de la sífilis que le ha pegado su marido, el barón Bor Blixen-Flecke. Su matrimonio fue de conveniencia y ella comete el error de quererle. Después, de pasar esta dura enfermedad que casi la hace perder la vida, que le quita cualquier posibilidad de tener un hijo y de enterarse, de una vez por todas, que su marido no la querrá nunca como compañera sentimental, su autoestima como mujer se encuentra por los suelos–. En un momento del recorrido, los protagonistas instalan su campamento cerca de un río.  Denys ve como Karen trata de desenredarse su cabello sin éxito alguno y de la manera más natural le propone lavárselo. Junto al río. Denys, al que le encanta que le narren historias, también disfruta contándolas y mientras lava el pelo de Karen cuenta una anécdota. No recuerdo cuál porque lo que subyace en esta escena es la sensualidad. ¿Cómo olvidar las sensaciones que en ese momento está viviendo Karen mientras escucha y siente los dedos de su amado entre sus cabellos enredados? ¿Cómo olvidar ese jarro de agua fría sobre su pelo, la voz dulce de Denys y el cuidado con el que realiza su misión como si Karen fuera lo más preciado y delicado que haya tenido jamás entre sus manos?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.