Mamma mia

Apta para pasar una entretenida tarde de verano. Apta para escuchar música petarda que en el fondo a todos nos gusta de vez en cuando. ¿Quién no ha escuchado alguna canción de ABBA o ha bailado a altas horas de la noche alguno de sus éxitos? Apta para aquella tarde en la que no se quiera pensar. Apta para los que quieran ver un cuento divertido, un musical en broma, un poco de vitalidad, unos paisajes griegos, isla paradisíaca, hotel rural soñado. 

Apta para toda mujer que quiera un pack de hombres objeto, maduros, guapísimos y divertidos. Chicas, ¿con quién nos quedamos? Hay para elegir: Pierce Brosnan, Colin Firth (ay, algunos sabéis mi debilidad por él) y, por último, tampoco está nada mal en su papel de aventurero Stellan Skarsgard con unos tatuajes que dan el pego. 

Aptísima para los admiradores de Meryl Streep que se mete de lleno en la broma y aparece guapísima como hippie vital, divertida, que no para de cantar y bailar. Maravillosa, como nos tiene acostumbrados a todos aquellos que la admiramos por los siglos de los siglos. Bien acompañada por sus maduritas amigas, secundarias de lujo, Julie Walters (sí, la profe de Billy Elliot) y Christine Baranski. 

Apta para aquellos que este verano no han podido ir al mar. Escenas playeras. Apta para los que quieran dosis de optimismo y vitalidad. 

Phyllida Lloyd adapta su musical a la pantalla y nos deja dosis de diversión. No es una historia profunda, ni un guión perfecto, ¿pero a quién le importa cuando lo que deseas en medio de la sala es ponerte a bailar, ponerte ropa hortera y estar en paisaje exótico?… ¿a ti te importa quién es el verdadero padre? A mí no y a los protas tampoco.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.