Barbara Stanwyck y Fred MacMurray, una pareja con mucha química

Siempre se hablan de otras parejas cinematográficas… pero nos olvidamos de algunas que cuando trabajaron y se proyectaron frente a la pantalla blanca crearon una química especial. Éste es el caso de Barbara Stanwyck y Fred MacMurray que fueron protagonistas de tres películas inolvidables y alcanzaron la inmortalidad sobre todo con una de ellas. Pero merece la pena realizar una sesión cinematográfica y disfrutarles porque además reflejaron tres tipos de parejas muy diferentes y fueron tremendamente creíbles y maravillosos en sus recreaciones.

La ladrona alocada y el fiscal campechano. Screwball comedy

El primero que los juntó en la pantalla blanca fue Mitchell Leisen en 1940 en una screwball comedy (menos alocada y más comedia romántica) encantadora, Recuerdo de una noche. La carrera y la vida de un serio (e inocente) fiscal se ven removidas y alteradas por una atractiva ladrona. Él es Fred MacMurray y ella no podía ser otra que Barbara Stanwyck.

Así el espectador vive con los protagonistas una primera parte con los ingredientes del screwball comedy donde ambos realizan un alocado ‘viaje’ de regreso al hogar (entre todas las vicisitudes coinciden en que son vecinos de localidades cercanas). De la ciudad al mundo rural. Una segunda parte en el hogar del fiscal donde el espectador es testigo de una historia de romanticismo y enamoramiento. Una comedia navideña y familiar. Y una tercera parte, el regreso-el fin del viaje que lleva a los protagonistas al melodrama más triste.Y lo que consiguen Barbara y Fred es que nos creamos a esta pareja. La película tiene escenas inolvidables y diálogos geniales… además de la puesta en escena de un siempre interesante Leisen, nos encontramos con un guion de Preston Sturges.

Mantis religiosa y hombre-víctima. Cine negro

Curiosamente el segundo que les junta en pantalla es Billy Wilder, que había escrito varios guiones para Leisen. Los une cuatro años más tarde en puro cine negro, Perdición. La novela que sirve de fondo es de James M. Cain con un guion del propio Wilder y de un escritor también de novela negra Raymond Chandler. Y ahí nos encontramos con el honrado y gris vendedor de seguros que se enamora perdidamente de una mantis religiosa, esposa de un cliente. Mujer con pulsera en el tobillo, gafas de sol y una melena rubia con flequillo… Mujer que arrastra a un destino fatal al agente de seguros de vida ordenada. La mantis religiosa altera la vida del hombre-víctima pero para arrastrarle (porque quiere, nunca lo olvidemos) a un final trágico.

Así Wilder de manera magistral envuelve al espectador a una historia de loco amor, muerte y destino fatal que ponen rostro unos magistrales Barbara y Fred. La química vuelve a funcionar.

La mujer trabajadora solitaria y el burgués aburrido. Puro melodrama

Por último es Douglas Sirk, especialista sobre todo en melodramas, el que vuelve a unirlos en 1956. Siempre hay un mañana es un bello melodrama contenido y cotidiano. Donde nos cuenta el encuentro entre un hombre de familia burguesa de clase media que se ahoga en la monotonía que choca con una ilusión, la visita de un antiguo amor del pasado, una mujer independiente y trabajadora (que ha renunciado al amor por el éxito profesional). De nuevo Barbara y Fred vuelven a estar creíbles y con la química intacta.

El espectador vive la ilusión del encuentro, la posibilidad de un mañana distinto que cambie el rumbo de sus vidas, la imposibilidad de esa esperanza y la separación de ambos. Es decir ese triste paso que hace que ninguno de los dos quiera desmelenarse y apostar por un futuro nuevo. Ambos se quedan como estaban. ¿Es un final feliz?

Las tres películas me devuelven una y otra vez una pareja cinematográfica que me encanta… que trabajaron en buenas historias y supieron crear en cada momento a la pareja adecuada. Parejas tremendamente creíbles, tremendamente humanas. No merecen el olvido y sí una sesión de buen cine…

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6 comentarios en “Barbara Stanwyck y Fred MacMurray, una pareja con mucha química

  1. Pues no descuides a MacMurray haciendo pareja con Kim Novak en «La casa nº 322» de Richard Quine… Desde luego, este hombre se echó a perder con tanta bobería marca Disney. No me parece un gran actor (a diferencia de ella, que está entre las mejores) pero hay que reconocer que Billy Wilder le hizo ser otro, para bien.
    Besos

  2. Sí, habrá que verle junto a la Novak. Seguro que Quine aporta un resultado que no me dejará indiferente.

    MacMurray efectivamente se le recuerda más por su última etapa y Disney.
    Con Wilder estuvo fantástico tanto en Perdición como en El apartamento. Pero también en alguna que otra screwball comedy donde está estupendo. Hay una con Claudette Colbert que te partes de risa, NO HAY TIEMPO PARA AMAR (parece título de melodrama… pero es divertida, divertida). Hizo más de una comedia con Leisen.
    Besos
    Hildy

  3. La única que conozco de las tres, compa Hildy, es la que (como bien puedes suponer) es más conocida, ese fastuoso derroche de perfidia y calentura que es ‘Perdición’ (donde lo que la pareja derrocha es química… nuclear), una de las mejores pelis, sin duda alguna, de la historia del cine (negro, verde y ‘colorao’, da igual el color…). Para fans incondicionales de la Stanwyck, hay por ahí un blog, que no sé si conocerás, y que, de no ser así, te recomiendo encarecidamente, Las tres noches de Barbara Stanwyck (http://tresnochesbarastanwyck.blogspot.com.es/), cuyos contenidos corren a cargo de los compas Christian Aguilera y Adrián Esbilla. Una auténtica gozada, que seguro que disfrutas a tope.

    Un fuerte abrazo y hasta pronto.

  4. ¡Muchas gracias amigo Manuel, no conocía el blog, vamos que me voy de paseo ahora mismo para disfrutarlo! ¡Qué bien! Soy una incondicional de Barbara.

    Pues las otras dos merecen bastante la pena. A mí cada vez me gusta más SIEMPRE HAY UN MAÑANA. Una auténtica gozada.

    Beso
    Hildy

  5. Justo hace poco vi Double Indemnity. Es la primera vez que los veo juntos, y me encantó la química que tiene, además de que la película es buenísima.

  6. Sí, como dices, Double Indemnity es buenísima. Puro cine negro. Si consigues ver las otras dos películas estoy segura de que también te van a encantar. La química entre ambos es muy especial y llega a su cumbre en SIEMPRE HAY UN MAÑANA. y en RECUERDO DE UNA NOCHE, Leisen es un buen maestro donde la mezcla de géneros hace que los dos intérpretes se luzcan en distintos registros en la misma película…
    Besos
    Hildy

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