A principios de los años noventa, película británica y romántica sobre grupo de amigos solteros que van de boda en boda y asisten a un funeral.
Tiene escenas divertidas, otras entrañables y mucho amor.
De vez en cuando no me importa volver a verla y encontrarme con el joven británico enamorado de bella americana pero ambos alérgicos al compromiso hasta que descubren la manera de estar juntos: ¿quieres no casarte conmigo para toda la vida? Siempre, bajo la lluvia.
No importa disfrutar de la amiga aristocrática y cínica enamorada por siempre del mejor amigo.
O de la pareja de gays que se aman con locura, por los siglos de los siglos.
O del amigo rico que poco se quiere y sólo busca a una buena mujer que le soporte. O a la loca excéntrica que desea que la amen. O el hermano del protagonista que no oye pero se comunica continuamente y ama. O ese cura que no da pie con bola en escena delirante. O esos novios que se intercambian los mejores anillos…
En el único funeral, uno de los personajes protagonistas recita un poema de W. H. Auden.
Y siempre que lo escucho, me emociono.
Inmenso, triste…, pero maravilloso… porque alguien ama y tiene palabras increíblemente hermosas para describir la ausencia del amado tras su muerte.
Melancolía de funeral
Para todos los relojes, corta el teléfono,
impide que el perro ladre con un hueso jugoso.
Silencia los pianos, y con tambor amortiguado,
trae afuera el ataúd, deja que los afligidos vengan.
Deja que los aviones circulen gimiendo por encima,
garabateando en el cielo el mensaje «él esta muerto».
Pon grandes cintas alrededor de los blancos cuellos de los cisnes.
Deja que los policías de tráfico usen negros guantes de algodón.
Él era mi norte, mi sur, mi este, y oeste,
mi semana de trabajo y mi descanso de Domingo,
mi mediodía, mi medianoche, mi habla, mi canción.
Pensé que el amor duraría para siempre. Estaba equivocado.
Las estrellas no son deseadas ahora, apaga todas y cada una.
Envuelve la luna y desmantela el sol.
Vuelca el océano y barre la madera.
Porque ahora nada podría hacer ningún bien.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Hermosa descripción del dolor… terrible. Pero debo agregar que la Esperanza que tenemos los que creemos en el Cielo y para lo cual intentamos llegar a él, consuela… a la larga consuela. Es muy bello pensar en volver a encontrarse.
Estimada Iris, gracias por tu comentario. Sí, el poema de Auden es hermoso y describe el dolor de la ausencia. Todo ser humano pierde a seres queridos… y encuentra el consuelo de distintas maneras. A mí me consuela el recuerdo, el pensar en esa persona, escribir o hablar sobre ella, el que no caiga en olvido…
Beso
Hildy
El se fue el 28 de mayo de 2014. Escuche este poema en la television al reveer la pelicula Cuatro bodas y un funeral. Escribí muchas cosas para despedirlo pero este poema sentí realmente que expresaba todo mi dolor, toda mi tristeza. Gracias por tu poesía Auden.
Adios mi cielito eterno
Lo siento, Olga… Es un poema precioso para describir a una persona ausente a la que amamos.
Un beso
Hildy
NO PUEDO EVITAR EL.MSR DE EMOCIONES QUE ME PRODUCE E POEMA CADA VEZ QUE LO LRO.
NO PUEDES EVITARLO CUANDO HAS ESTADO CASI MUERTAS.
Y SUE\AS QUE ALGUIEN TENGA LA VOLUNTAD Y AMOR X TI.PARA LEERTELO EL DIA DE TU FUNERAL
Sí, Yadira, es un poema lleno de emociones, hermoso.
Hildy
Excelente critica. Una pelicula divertida y emotiva. Y la escena del discurso de John Hannah, recitando a Auden, entrañable.
Bienvenido Javier. Tienes razón, es una película divertida y emotiva, que no te cansas nunca de ver. Y efectivamente solo por el poema de Auden y esa secuencia merece la pena verla una vez en la vida.
Beso
Hildy
Bueno, yo la he visto mÁs de una vez, también por Kristin Scott Thomas y Andie MacDowell 🙂
Bellísimo poema, gran autor; me recuerda un poco al poema escrito por Jaime Sabines a su padre del cual les dejo un pequeño extracto a continuación:
XIII
Padre mío, señor mío, hermano mío,
amigo de mi alma, tierno y fuerte,
saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte.
Saca tu corazón igual que un río,
tu frente limpia en que aprendí a quererte,
tu brazo como un árbol en el frío
saca todo tu cuerpo de la muerte.
Amo tus canas, tu mentón austero,
tu boca firme y tu mirada abierta,
tu pecho vasto y sólido y certero.
Estoy llamando, tirándote la puerta.
Parece que yo soy el que me muero:
¡padre mío, despierta!
Muchas gracias, Juan José, y bienvenido. Gracias por dejarnos este poema de Jaime Sabines.
Beso
Hildy
Increible observacion de esra maravillosa pelicula
Hermoso poema.
Estoy viendo la película y este poema me estremeció y gracias a este blog lo encontré.
Gracias.
Bienvenida Mariel. Sí, Cuatro bodas y un funeral es una película que llega, que toca, que nos acaricia…
Beso
Hildy
Sí, bienvenida, Alejandra, el poema de Auden es bellísimo. En el cine también hay sitio para la poesía… y una secuencia puede ser mágica y emotiva con unos versos, como pasa en esta película.
Beso
Hildy
Miguel Hernández tiene un gran poema: ELEGÍA
Gracias, Gabriel, por tu aportación. Sí, el poema de Miguel Hernández es bellísimo y demoledor, que describe perfectamente lo que se siente ante la pérdida de un ser querido.
Beso
Hildy
Hermoso, profundo, toda la vida resumida en palabras exactas, el dolor, la ausencia, lo que nada queda….
Sí, son unos versos que siempre que veo esta secuencia me emocionan profundamente.
Y en estos días duros de ausencias para muchos, acabo de leernos de nuevo y me han dejado en silencio.
Beso
Hildy
Espectacular, la primera vez que vi esta película, lo que mas me gustó fue este poema, el cual no me he cansado de compartirlo. La descripcion que hace Hildy es magistral
Gracias, Demetrio, por pasarte por aquí.
Sí es un poema precioso.
Beso
Hildy