Identidad borrada (Boy erased, 2018) de Joel Edgerton

Identidad borrada

Madre e hijo frente a frente… ante una pesadilla.

De pronto, la cartelera se convierte en un gran periódico abierto, donde se tocan temas de actualidad, y que permiten a la salida debates y reflexiones apasionadas. Y eso ocurre con Identidad borrada que se inspira en la experiencia de Garrard Conley, un buen chico, educado con unos padres de la iglesia baptista, que cuando llega a la adolescencia descubre su homosexualidad, pero por una denuncia malintencionada desde la universidad, tiene que confesárselo a su familia, sin haber asumido todavía su identidad. Estos deciden llevar a su hijo a Love in Action, un centro donde ofrecen una terapia de conversión… Y él, que es un mar de dudas y miedos, en un principio accede. El actor, director y guionista Joel Edgerton crea una historia-pesadilla para su protagonista.

Joel Edgerton ya había debutado como director con un largometraje, El regalo, que revelaba varias característica, que se confirman en su segunda película. Tiene pulso para contar una historia, sabe elegirlas bien; le interesan temas que marcan a los individuos y que les dañan, sobre todo porque sufren la intransigencia de los otros y condicionan su vida futura; se guarda un personaje principal o secundario con aristas inquietantes y sabe rodearse de un buen reparto. Por otra parte, muestra un interés por la puesta en escena, por la manera de contar su historia y por plasmar momentos de una manera determinada, pero también es en el terreno donde se muestran más sus debilidades. Logra secuencias brillantes, pero todavía las encaja en un montaje irregular y las estructuras de sus películas no son redondas.

La película se mueve en dos niveles narrativos, y las transiciones de uno a otro no están del todo conseguidos, ganando en la parte final donde ya transcurre en un solo nivel. Por una parte se nos cuenta el periplo vital del joven Conley en el centro de conversión donde la película adquiere el tono de relato de terror y pesadilla, que va aumentando su intensidad hasta ser insoportable. Esta parte tiene un halo de películas sobre internados y sectas de pesadilla, pero también de instrucciones militares que anulan a las personas a lo Chaqueta metálica de Stanley Kubrick. Y, por otro, se nos cuenta la trayectoria emocional del protagonista, su vida en familia, en su comunidad y el descubrimiento de su homosexualidad en la universidad a través de dos experiencias, una de ellas traumática, y cómo se precipita la revelación de su identidad sexual a su familia, cuando él todavía no está seguro de todo lo que está viviendo y experimentando.

En el nivel emocional, y sobre todo, en la relación con sus padres, es donde consigue el director los momentos más álgidos, sobre todo cuando sale de esa terapia, contada como si fuese un buen relato de terror, y reconstruye la relación con su madre, y sobre todo, con su padre. Así la conversación pendiente entre padre e hijo logra una intensidad y delicadeza que pone un alto punto final a la película.

Por otra parte, se rodea de un reparto que construye sus personajes dando cuerpo a la película. Destaca el trío de padre, madre e hijo con un orondo pero intenso y contenido Russell Crowe, una Nicole Kidman como madre sumisa, que se rebela y decide luchar por la felicidad de su hijo, y un magnífico Lucas Hedges, como adolescente con miedos, confuso, que se ve inmerso en una pesadilla, pero que no quiere renunciar ni borrar su identidad. Los personajes del centro de conversión quedan más difuminados y menos construidos, pero dan ganas de mucho más. Desde el instructor jefe que Joel Edgerton convierte en un personaje inquietante hasta los distintos compañeros del joven, que tratan de torear la instrucción y las humillaciones de diferentes maneras, ahí están rostros como el de Troye Sivan, Xavier Dolan (sí, sí, el director) o Britton Sear.

Identidad borrada no deja sin ganas de una buena charla después de la proyección, más, como decía al principio, abriendo el periódico, y leyendo que estos cursos de conversión, bajo los dictados de distintas iglesias, son todavía algo muy presente…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

6 comentarios en “Identidad borrada (Boy erased, 2018) de Joel Edgerton

  1. Tuve la oportunidad de ver esta cinta en el mes de Enero/2019 y me impresionó gratamente el tratamiento del tema por parte de Joel Edgerton, a quien conocí en su personaje de Warrior, allá por el 2012. Nicole Kidman y Russell Crowe están muy bien en el rol de los padres, acogedora una y semi-básico emocionalmente él, como asimismo el secundario que hace Xavier Dolan, contestatario y rebelde, pero quien se lleva mis aplausos es Lucas Hedges, tal vez uno de los mejores actores de la nueva generación quien sabe imprimir a su personaje de vulnerabilidad, delicadeza y en definitiva determinación de querer hacer las cosas bien y en consecuencia consigo mismo.
    Bravo por tu análisis Hildy!.
    Un saludo cordial desde Santiago, Chile, en una fría y agradable tarde laboral de lunes.

  2. ¡Cómo me gustó Warrior, José! Sí, es cierto, Lucas Hedges realiza una interpretación creíble y sensible. Una de las bazas de esta cinta son efectivamente las interpretaciones de sus actores. Pero creo que Joel va a seguir mejorando en la dirección, creo que cuenta con una mirada y sabe qué historias contar.

    Beso enorme bajo un cielo azulado
    Hildy

  3. La sexualidad y sus problemas y conflictos, se ha apoderado de la cartelera: como bien dices, temas de actualidad. Y me parece muy bien porque estos asuntos tienen que estar en portada continuamente para que la denuncia de sus injusticias sea continua. Recuerdo que Lucas Hedges ya interpretó un personaje parecido para «Lady Bird» de Greta Gerwig. Y digo personaje parecido sin haber visto la película que comentas, pero sí su trailer, que, como todos sabemos, son la mayor fuente de spoilers que te puedas encontrar…
    Saludos.

  4. ¡Queridísimo Licantropunk, cómo me alegra leerte! Hacía mucho que no sabía de ti, aunque visito siempre tu blog, ya sabes. Me alegro de que estés bien.
    Sí, Lucas Hedges está dejando una galería de jóvenes que no son planos. Me falta por ver la reciente El regreso de Ben, que creo también compone un buen personaje. Pues Identidad borrada permite un buen debate, no es redonda del todo, pero tiene cosas bastante interesantes.

    Beso alegre
    Hildy

  5. Caramba, pensaba que esto era un telefilme de sobremesa de Antena 3… No me interesa especialmente esta ola de películas «de actualidad», máxime cuando parecen estar concebidas en plan anti-Trump; y no porque Trump me guste, ojo, sino porque hacer películas contra sus premisas ideológicas ha terminado convirtiéndose en un repertorio de clichés. No hay más que ver las finalistas a las dos o tres últimas ediciones de los Óscar para ver a qué me refiero.

    Besos

  6. Bueno, creo que Joel Edgerton sabe qué contar y cómo contarlo, mi querido Alfredo. Y que la película podría haber sido carne de telefilme, pero que logra sortear los obstáculos y dejar una película no redonda, pero sí interesante. Además merece la pena la galería de actores y la composición de sus personajes.

    Beso
    Hildy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.