El cielo y tú (And this, and heaven too) de Anatole Litvak

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El título en castellano fue lo primero que me llamó la atención de esta película, El cielo y tú, y después la pareja protagonista (única vez que trabajaron juntos), Bette Davis y Charles Boyer y, por último, el director de este drama romántico con ambientación histórica, Anatole Litvak. Y después vino el disfrute.

El cielo y tú es una larga crónica de un amor imposible en un lejano siglo XIX, en concreto, en Francia en los momentos previos y agitados de la instauración de la Segunda República antes de la abdicación del rey Luis Felipe I de Francia. Esta historia de amor imposible tiene dos protagonistas que nunca verán la culminación de su amor por las circunstancias que les rodean: una institutriz solitaria y un duque infeliz.

Este amor es narrado por una institutriz marcada por su historia pasada y que trata de empezar una nueva vida en EE UU. Así se dispone a dar su primera clase de francés a unas alumnas que no la reciben precisamente bien… Entonces la protagonista les pide que le escuchen y comienza a contar su historia. Y esa crónica supone un enorme flashback que nos conduce a la institutriz cuando va a buscarse la vida en París y entra en el hogar de los duques Praslin. Ya desde el primer momento un anciano sirviente le advierte que no es la mejor casa para entrar a trabajar voluntariamente. Desde el primer momento se nota la tensión existente entre el matrimonio y la falta de cariño, sobre todo materno, que tienen sus cuatro hijos (tres niñas y el pequeño).

Así la institutriz firma su destino y cambia el ambiente de la casa. Sus clases y actividades se convierten en un refugio no solo para los niños (los niños son los que protagonizan los momentos más edulcorados o quizá los momentos que peor han envejecido porque ningún niño se comporta ahora como los de la película –así como las escenas de las niñas americanas– pero sí quería destacar a la más natural y buena actriz infantil Virginia Weidler) sino también para el duque. Ambos crean una complicidad de miradas y gestos… y construyen una historia de amor imposible. Un amor en el que nunca pueden expresar sus sentimientos, ni siquiera decirse que se aman. Y para esa historia sutil, íntima y emocionante están las interpretaciones de una Bette Davis delicada y un Charles Boyer elegante y misterioso. El mayor obstáculo de ese amor es la duquesa que está poseída por unos celos enfermizos y una personalidad emocional inestable que impide un atisbo de esperanza en el futuro. La duquesa no para hasta que consigue no solo la expulsión de la institutriz sino que genera una corriente de rumores falsos alrededor de una pareja que nunca culminará su amor. Desde el exterior, la nobleza, la iglesia y un pueblo descontento juzgarán irracionalmente a los amantes silenciosos. Y ese amor sin salida derivará en un final trágico para los tres implicados.

El director Anatole Litvak dirige este drama con elegancia y con decisiones de puesta en escena originales y sutiles para dar siempre el punto de vista de la protagonista. Movimientos de cámara a través de las ventanas o siguiendo a la protagonista por las escaleras. El cielo y tú tiene un cuidado excesivo en las ambientaciones, en los espacios y vestuarios. Y por último unos diálogos magistrales sobre ese amor que no se puede expresar. Así como simbolismos hermosos como esa bola de cristal con una casa y la nieve cayendo que es la mejor manera que tienen ambos de expresar sus sentimientos en silencio.

Pero si algo retiene al espectador son las increíbles interpretaciones y magnetismo de los protagonistas principales y secundarios. Bette Davis crea una de esas institutrices de película, su personaje y vivencias tiene ciertas similitudes de fondo con Jane Eyre (institutriz atraída por un noble en una casa hostil). Una Davis contenida que emplea sus ojos y mirada para expresar mil y un sentimientos. Charles Boyer logra un duque elegante, triste y atormentado que encuentra momentos de fugaz alegría y paz junto a la institutriz y sus hijos. Barbara O’Neil (la recordada madre de Scarlatta O’Hara en Lo que el viento se llevó) como duquesa celosa con los nervios rotos deja una composición estremecedora. O también Harry Davenport, un secundario (el doctor de Lo que el viento se llevó) que como viejo sirviente se convierte en roba escenas.

El cielo y tú es de esos dramas románticos que hacen que, como los protagonistas y su bola de cristal y nieve, el espectador durante un tiempo se centre en la pantalla de cine y olvide todo lo que le rodea.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

16 comentarios en “El cielo y tú (And this, and heaven too) de Anatole Litvak

  1. Me la apunto! me encantan estos dramones románticos. Y desconocía esta peli de la Davis.

    Gracias, Hildy.

    Besos

  2. Ay madre mía, querida Marga, cómo vas a disfrutar, te lo digo yo. Es dramón romántico total. Para tarde de lluvia con pañuelo en mano… Bette Davis está estupenda y es muy pero que muy buena y muy sufrida. Al año siguiente se transformaría en LA LOBA…

    Besos
    Hildy

  3. ¡Hola Hildy! Venía leyendo tu entrada y estaba pensando «esta hubiera sido la historia de Jane Eyre si Brontë hubiera dado un final más verosímil (pero más triste) a su protagonista: ella al otro lado del mundo y separada para siempre de su Sr. Rochester» cuando llegué al final del texto y encontré que hiciste la misma comparación. Desde ya me anoto para esta peli, ¡me encantan estas historias!
    Un beso grande, Bet.-

  4. Uf, mi querida Hildy, ya sabes que soy poco de culebrones… Y eso que Anatole Litvak me interesa. Es muy irregular, pero tiene unos cuantos títulos estupendos, y otros la mar de curiosos, «La noche de los generales» o «Un abismo entre los dos», con la improbable pareja Sophia Loren/Anthony Perkins…
    Pero a estas cosas soy alérgico, como bien sabes.
    Besos

  5. Qué bueno, querida Bet, me encanta lo que dices sobre Jane Eyre pero qué novelón, ¿verdad? Me gusta muchísimo ese libro. Después una escritora escribió un libro explicando también la desgraciada historia de la esposa de Rochester, haciendo que entendamos también a ese personaje tan gótico, tan triste: Ancho mar de los Sargazos de Jean Rhys.

    Yo disfruté mucho de El cielo y tú. Y sobre todo ver a Bette Davis y a Charles Boyer sin poder expresar el amor que se tienen es todo un lujo…

    Besos
    Hildy

  6. Ja, ja, ja, querido Alfredo, además ¡con niños delicados! Te da la alergia, que te da… Pero tiene cosas interesantes, de verdad, sobre todo del mundo de los adultos y decisiones de puesta en escena de Anatole Litvak. Pero temo por tu salud física o mental… aunque es bonito cómo refleja un amor imposible y trágico…

    Besos
    Hildy

  7. Esta la tengooooo….me encanta el comienzo cuando es presentada como maestra y las niñas muestran toda su crueldad ante una Bette que en mi opiniòn se muestra soberbia en sus papeles de victima fragil…..me parece mas dificil componer ese tipo de personajes que los de la Bette rompe y rasga en los que tb esta genial.
    el melodrama tiene una factura impecable….los niños….vale tienes razòn….pero al comienzo ya hemos visto a los otros…..mas puñeteros.
    No soy un fan de Charles Boyer….y sin embargo aqui esta bien…..ya no se hacen melodramas con este empaque…y con esas interpretaciones….fuerte abrazo….

  8. Sí, querido Victor, las niñas americanas son unas pequeñas malvadas y maleducadas, ¡pobre Bette Davis! Estoy totalmente de acuerdo con que es mucho más complejo hacer atractivo un personaje bueno que uno malvado… Y también con que El cielo y tú es un melodrama de factura impecable. Yo a Boyer le tengo cariño, no puedo evitarlo. Su triste rostro y de sufrimiento en esta película con sus momentos fugaces de felicidad absoluta me hacen creíble su papel de duque amargado con un atisbo de esperanza ante la presencia de la institutriz. La primera vez que le identifiqué como actor, fue cuando hace muchos años le vi como el malvado esposo de Ingrid en Luz de gas de Cukor y esa película me gustó muchísimo en su momento.

    Besos
    Hildy

  9. A mí Boyer me conquistó con el vecino bohemio de Jane Fonda y Robert Redford en Descalzos por el parque.

    Dejo aquí mención de un título más reciente y muy recomendable sobre amores nunca consumados: Deseando amar (de Wong Kar-Wai)

    Ésta comentada por Hildy es de las que ya no se hacen.

  10. Querido Fernando, me apetece mucho volver a ver DESEANDO AMAR. A Wong Kar Wai se le da bien contar amores imposibles, la última película que vi de él fue The Grandmaster y era otra historia de amor imposible maravillosa.

    ¡Me encanta Boyer en Descalzos por el parque! porque realmente tiene una vis cómica que salió a relucir en pocas películas.

    El cielo y tú es un drama romántico que te arrastra hacia esas dos personas que nunca pueden decirse lo que sienten el uno por el otro pero crean un código de miradas y frases sutiles… y hacen que el espectador olvide lo que le rodea y se concentre en el relato cinematográfico.

    Besos
    Hildy

  11. Es una pelicula preciosa.Y ese amor imposible ta fuerte.Mas alla de todo.Cuando la vi por primera ve, me sedujo infinitamente.Aun me deleito co esos velados dialogos en la mirada.

  12. Bienvenida Aldonza, es verdad El cielo y tú cuenta una historia de amor que se cuenta y se dialoga con las miradas de sus protagonistas.

    Beso
    Hildy

  13. Uno de los mejores melodramas norteamericanos de la década del 40. De factura exquisita, Bette Davies y Charles Boyer nos cuentan una historia de un amor doloroso, que más creible no puede ser. Un amor que nace de su observación hacia la institutriz y su ternura con los niños rechazados por su propia madre. Miradas y sentimientos contenidos crean un diálogo complice y apasionado. La atesoro en mi videoteca personal. Ya no hacen peliculas tan hermosas.

  14. Bienvenida, Irina
    Sí, qué melodrama más exquisito, no lo has podido describir mejor.
    Qué pareja en pantalla Bette Davis y Charles Boyer,¿verdad?
    Me han entrado ganas de volver a verlo.

    Beso
    Hildy

  15. Hildy, querida, me encanta cuando busco una entrada en tu blog y descubro una antigua conversación que hemos tenido tiempo atrás. Recién ahora (siete años después de nuestra primera charla sobre esta película) me hice de ella y voy a poder verla pero me dio curiosidad encontrar la referencia que hicimos a Jane Eyre. Terminé de releerla por enésima vez anoche y de veras que no sé porqué en 2015 taché el final de inverosímil. O sí sé porqué, pero a quién le importa la verosimilitud en estos casos, se me volvió a derretir el corazón y casi derramo alguna lagrimita leyendo de nuevo esas páginas. La novela de Rhys no la he leído y a esta altura del partido, me niego rotundamente a hacerlo. Todo lo que quiero saber sobre esta historia proviene de la pluma de Brontë.-
    Me dejé llevar, perdón. Voy a ver esta película y me reportaré nuevamente por aquí. Un abrazote, Bet.-

  16. Qué gozada volver a leer estas conversaciones, querida Bet.
    ¡Qué maravillosos placeres nos depara la lectura y la relectura! Cómo me gusta también Jane Eyre.
    Jajaja, entiendo que no quieras acercarte al libro de Rhys con tu contundente argumento, pero, de verdad, que es una novela que también merece la pena.
    Ya me contarás qué te parece, por favor, El cielo y tú.
    Beso enorme
    Hildy

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