Un paseo por la cartelera. Los hermanos Sisters (Les frères Sisters, 2018) de Jacques Audiard/Como pez fuera del agua (Come un gatto in Tangenziale, 2017) de Riccardo Milani/La corresponsal (A private war, 2018) de Matthew Heineman

Los hermanos Sisters (Les frères Sisters, 2018) de Jacques Audiard

Los hermanos Sisters

Dos hermanos mercenarios en busca de un hogar…

Las huellas del universo de Audiard siguen presentes en este western crepuscular. La violencia unida irremediablemente a la naturaleza humana, la importancia de los lazos de sangre y el anhelo de un hogar como utopía. El director francés lleva a la pantalla un tono melancólico que a veces hace caída libre hacia un humor sutil (que últimamente no aparecía por su filmografía). Toma como punto de partida una novela contemporánea del canadiense Patrick deWitt, y entre sus líneas está presente ya ese tono triste y divertido a la vez, que ha casado con la mirada de Audiard.

Pero si lo miramos con ojos de western clásico, la película se pierde entre las huellas de El tesoro de Sierra Madre, otros films que atrapan las odiseas de hermanos matones por el viejo Oeste y el regreso al hogar a lo Centauros del desierto. Y también sigue la estela de los nuevos western del siglo XXI que atrapan ese Oeste ya sin tanta leyenda ni épica sino que apunta más a lo emocional (a un punto de vista humanista y existencial), pero con vocación clásica, con dosis de realidad y unas gotas de poesía, tipo El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford o Valor de ley.

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Dheepan (Dheepan, 2015) de Jacques Audiard

dheepan

Un guerrillero de Sri Lanka deja su país, abandonando un paisaje de guerra eterna, violencia, desolación y muerte, junto a una mujer y una niña que no conoce pues así, con una familia, tiene más posibilidad de conseguir asilo político en París. Jacques Audiard empieza con una impresionante elipsis: de la cola para subir a un barco a Dheepan (el guerrillero con nuevo nombre e identidad) en la noche parisina iluminándola con una diadema de luces, como vendedor ambulante. De pronto le vemos enfrentado a la violencia de una ciudad fría que no solo le ignora sino que le persigue. En un momento dado tiene que huir con su mercancia de la policía y se esconde en una esquina. Entonces Dheepan dice: “¡No puedo más!”. Y ese grito sirve como motor de la película pero también es como si el propio director se dijera que a pesar de inicio tan potente (y de tener perfilados los personajes) no puede seguir más con el nivel que podría haber alcanzado esta película.

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