Cyrus de Mark y Jay Duplass

Todo hay que decirlo. Y digo que me ha sorprendido gratamente Cyrus de los hermanos Duplass. Me ha sorprendido cómo cuentan una historia de tres personajes con fuertes conflictos emocionales, enfermos emocionales, que parece el problema estrella de las personas del Estado de Bienestar del siglo XXI (mientras unos sobreviven los otros se consumen en problemas mentales, irónico, ¿verdad?).

Y los hermanos Duplass parece que van a mostrarnos la típica historia graciosa o comedia donde dos personalidades distintas chocan para la consecución de un mismo objetivo. John, un divorciado que se hunde en una depresión, que durante siete años ha vivido en soledad física y emocional, ve cómo le cambia la vida cuando una noche de fiesta (que le ha animado a acudir su ex, también mejor amiga) conoce a una bella y amable mujer, Molly. Para John empieza la felicidad pero…, de pronto, se encuentra con Cyrus, el hijo de 21 años de Molly. Cyrus y Molly tienen una relación especial, tan especial, que sutilmente Cyrus hará todo lo posible para que John no consiga a la mujer de sus sueños.

Esto podría contarse de varias maneras: un melodrama tremendo, una comedia de situaciones llena de carcajadas… o la sutil historia que nos representan los Duplass. Nos encontramos siempre al borde de la sonrisa…, los personajes se desnudan, conmueven… A veces escuchamos sus pensamientos más íntimos, otras nos reímos con ellos y otras incluso nos reímos de ellos. Al final los Duplass nos trasladan a una historia muy humana y totalmente dramática a través de la sonrisa.

Así el joven de 21 años que podría ser mostrado como personaje siniestro e inquietante con un trastorno emocional grave, finalmente, lo convierten en un Cyrus humano al que finalmente podemos entender en su angustia continua. Y aunque a veces podamos reírnos de su extravagancia o asustarnos ante sus manipulaciones maquiavélicas al final se revela como un triste chico consciente de su grave trastorno y que teme que le quiten a la única persona que le acepta tal y como es.

Así John, un hombre que ha caído en picado, dejado, en depresión continúa y que se siente fracasado emocionalmente y absolutamente dependiente de su ex mujer, su mejor amiga pero también su única conexión con el mundo social…, aparece como un hombre-niño gigante que desborda toda su ternura y con un miedo al rechazo, al fracaso sentimental y a volverse a sentir solo…, finalmente es un hombre bueno.

Y Molly es una mujer bella tremendamente sensible pero también consciente del problema de su hijo y en su afán de normalizar su vida se relaciona con él desde la absoluta protección, encerrándolo en su corazón para evitar que sufra cualquier daño y que quiere ponerse una venda en los ojos para tapar un problema y crearle un espacio de felicidad que finalmente es artificial y poco sano para los dos… porque los hace extravagantes, distintos, solitarios…

Es una historia a tres bandas donde cuentan las miradas, los gestos, los silencios, los pensamientos, las palabras de los tres personajes protagonistas. Escenas al borde del pánico que derivan en la risa o sonrisa. Película fresca que va emocionando porque comprendes a cada uno de los personajes. Comprendes sus miedos, sus fobias, sus reacciones…y sientes su dramático conflicto sentimental. Pero los tres logran construir a través de enfrentamientos sutiles una nueva vía de relación… y en ese momento, cuando no sabemos si los personajes lograrán ser felices y comer perdices la película termina en una escena en la que sólo hacen falta las miradas y los gestos.

Y toda esta historia dramática, los Duplass la muestran con  realismo y  frescura y siempre teniendo en cuenta que estas situaciones pueden causar una sonrisa. Porque ellos, los Duplass, muestran cariño, respeto y ternura por sus personajes y por todos aquellas virtudes y sobre todo defectos que los hacen increíblemente humanos.

Además para terminar cuenta con los rostros y las actuaciones de tres actores que se transforman en seres humanos creíbles. Así emociona John C. Reilly, su personaje desprende no una ternura empalagosa sino real de un hombre que se niega a seguir cayendo en picado por el tobogán de la desesperación porque todavía cuenta con la capacidad de ilusionarse. Nos inquieta pero finalmente nos hace partícipe de su dolor y por ello podemos empatizar y encariñarnos con Cyrus, ese joven de proporciones enormes de 21 años solitario, manipulador y totalmente vulnerable y herido con la cara de Jonah Hill que sorprende por su construcción del personaje. Y finalmente Molly con cara de Marisa Tomei se convierte en objeto amado y ser dulce y comprensible pero que en su excesiva capacidad de protección daña y es dañada. También destacar la labor de la interesante Catherine Keener como la ex mujer de John y su único vínculo con el mundo… hasta que aparecen Molly y Cyrus. Ella es la única que escucha a un John confundido para desesperación de su nueva pareja y futuro marido.

Cyrus ha sido toda una sorpresa para esta espectadora que desconocía absolutamente el trabajo anterior de estos realizadores.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

6 comentarios en “Cyrus de Mark y Jay Duplass

  1. Me encanta le trabajo de los hermanos Duplass, siempre están creando algo nuevos como sus nueva serie Togetherness, los trailers prometen mucho

  2. La nueva serie Togetherness de los hermanos Duplass llego para mostrarnos la vida adulta de una manera peculiar y divertida

  3. Felicidades; tienes la cualidad de volver a dimensionar las películas, mostrando sus puntos fuertes y centrándote en sutilezas y aspectos que a veces pasan desapercibidos para otros espectadores. Desde hoy me cuentas entre tus seguidores y espero compartir buenos momentos cinéfilos.
    En cuanto a Cyrus, la vi hace algún tiempo y me llamó la atención por sus protagonistas, sobre todo John C. Reilly, uno de los actores más diferentes de los últimos tiempos, y Marisa Tomei, que me parece una actriz desaprovechada pese a tener películas de esas que todos guardamos en nuestro relicario personal de películas.
    Pero sobre todo, después de haberme cruzado en bastantes películas cazadas al vuelo, hoy me llama la atención Mark Duplass, con una carrera como actor y director muy personal, con películas muy estimables hechas con pocos recursos como «Satisfacción garantizada», «El proyecto Lázaro», «The One i love» y la muy, muy, pero que muy inquietante «Creep», todas ellas muy recomendables.
    En fin, mi comentarios es más una escusa para felicitarte por tu blog.
    Un saludo

  4. ¡Bienvenido, John Book! Y mil gracias por pasarte por aquí y por tu comentario.
    Sí, John C. Reilly es camaleónico. Y depara buenas sorpresas. Yo creo que empecé a ser consciente de su presencia en Quién ama a Gilbert Grape y más tarde en las películas de Paul Thomas Anderson. Yo creo que la última vez que le he visto fue en Langosta. Y Marisa Tomei, es cierto, cuando la dan un buen papel es espléndida como demuestra en Cyrus, El amor es extraño, El luchador o Antes que el diablo sepa que has muerto.
    Apunto tus recomendaciones de Mark Duplass que le tengo más perdido, y eso que me llevé una buena sorpresa con Cyrus. Le recuperé como actor en una película que me pareció tierna, El amigo de mi hermana.

    Beso
    Hildy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.