El blog de Hildy Johnson

Simplemente, un blog "de cine"

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Moonlight (Moonlight, 2016) de Barry Jenkins

Moonlight

Moonlight te va atrapando según avanza su metraje hasta llegar a un encuentro final que da todo el significado a esta película. Y es que es de esas historias cinematográficas que tienen un alma y un corazón. Quizá en otras manos y contada de otra manera podría haber caído en otro Estrenos TV o en un tipo de película que se recrea en la desgracia ajena (como Precious de Lee Daniels)…, pero Barry Jenkins tiene una manera de contar y de mirar que convierte Moonlight en material sensible.

Por otra parte abre el camino para conocer a un joven dramaturgo afroamericano, Tarell Alvin McCraney, pues Moonlight adapta una obra temprana donde vierte vivencias autobiográficas (In Moonlight Black Boys Look Blue), y por otra permite acercarse a su director, también afroamericano, y que con su segundo largometraje (también como guionista) deja abierta una senda para una carrera cinematográfica. Precisamente coincide en cartelera con Fences (pronto también por este blog), dirigida por el actor Denzel Washington, que también lleva al cine una obra de teatro de un dramaturgo afroamericano contemporáneo, August Wilson. Fences está dentro de la serie de diez obras titulada The Pittsburgh Cycle que refleja la historia de la comunidad afroamericana en el siglo XX. Así entre estos dramaturgos y directores cinematográficos se refleja el universo de la comunidad afroamericana, alejándose de los estereotipos creados precisamente en la pantalla de cine… De esta manera continúa la senda de otra historia del cine americano más escondida y oculta, más olvidada, con otros nombres de directores, actores y actrices.

Moonlight se divide en tres partes donde se reflejan momentos concretos de la vida de un personaje. Las tres se denominan con los tres nombres que recibe el protagonista: Little, Chiron y Black. Y captan instantes claves de su infancia, adolescencia y juventud. Pero además las tres partes construyen y conducen hacia una bella y delicada historia de amor de dos hombres que nunca pueden mostrarse tal y como son. Dos hombres que dedican más esfuerzos a sobrevivir que a vivir…

Moonlight está ambientada en una zona deprimida y marginal de Miami y ahí conocemos a un niño apaleado, perseguido y con miedo, Little. Con dolor en su mirada y en sus silencios. Poco a poco vamos descubriendo su mundo: es el niño tachado de raro en el colegio, que sufre continuamente acoso por parte de sus compañeros, pero que además tiene una compleja relación con su madre (con ausencia total de la figura del padre), que está enganchada al crack. Pero también durante esa infancia dura encuentra dos protectores y maestros de vida peculiares y a un amigo: Juan, el traficante y distribuidor de drogas del barrio, y su novia Teresa. Juan le enseña a nadar en la vida… y Teresa nunca le cierra la puerta. Y por otra parte un niño de su edad Kevin, que nunca le rechaza, aunque se mantiene distante. Después Little se convierte en Chiron un adolescente acosado en el instituto continuamente, con problemas cada vez mayores en casa por la adicción de su madre, pero que también descubre un sentimiento especial y compartido con su viejo amigo Kevin. Sin embargo, el acoso brutal que vive le hace tomar una decisión que cambia el rumbo de su vida. Finalmente, será el silencioso Black, un joven musculoso y fuerte, que se dedica en Atlanta a lo mismo que su protector de la infancia, Juan. Pero recibe dos llamadas y el muro se derrumba para que surja el Chiron de siempre: primero la de su madre, y después, la de Kevin.

Moonlight siempre está contada desde la mirada y las emociones de su protagonista. Y también con sus silencios. Juan, de origen cubano, le cuenta una anécdota recordando su infancia, sobre cómo una mujer anciana lo vio y lo describió como un muchacho de piel negra que bajo la luz de la luna casi parece azul… Y azul es el color de la melancolía y tristeza… un sentimiento que acompaña toda la película y a sus personajes. Esa máscara de melancolía que no deja “ser” a Chiron porque le puede el mundo que le rodea… siempre huyendo, siempre escondido, siempre callado… Pero azul es también el color del mar donde Juan le enseñó a nadar, donde huye cuando no puede más y donde guarda el recuerdo y secreto mejor guardado de su vida. Entonces toda la película prepara con cuidado ese maravilloso y delicado encuentro final de Chiron con Kevin, en el restaurante donde este trabaja y después en su casa, y se desvela totalmente desnuda una triste y hermosa historia de amor…, una historia que desgarra pero también deja abierta una puerta… Un historia de silencios y palabras, de miradas y gestos… con una canción de fondo.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

10 comentarios en “Moonlight (Moonlight, 2016) de Barry Jenkins

  1. No ha terminado de convencerme. En realidad, ninguna de las finalistas al Óscar a la mejor película me convenció salvo Comanchería, que era la mejor de todas con muchísima diferencia y no rascó nada. Con todo, Moonlight, por falta de competencia, era la segunda en mi lista. Es sutil, delicada, minimalista, apuesta por contar mucho con poco… Pero no cuenta nada nuevo, ni ofrece visualmente nada extraordinario, ni completa el puzle psicológico-sentimental ni vital de los protagonistas. Me pregunto cuánto le debe esta película su triunfo a las condiciones sociopolíticas de USA en la actualidad (bueno, como tanto cine reciente, por otra parte) y si en vez de tratarse de negros fuese el caso de otra minoría, hispana por ejemplo, la película habría obtenido tanta repercusión. Me parece un buen drama, y el papel de la madre el más interesante (ese, ese es el que merecía película propia). En esta película me falta algo en el personaje principal, más conflicto, más contradicción, más barro. Me interesa todo lo que no se cuenta; me parece poca cosa lo que se cuenta.

    Besos

  2. Sí, mi querido Alfredo, Moonlight es una película de elipsis, y de contar mucho en las corrientes subterráneas. Su emoción va in crescendo hasta llegar a una tercera parte realmente hermosa y emocionante (en esa tercera parte fue donde me atrapó totalmente, y tu personaje, el de la madre, tiene una intervención clave para el resquebrajamiento de la coraza del protagonista, antes del encuentro final con la persona amada). A mí el personaje principal me parece totalmente coherente en su forma de ser desde la infancia hasta la madurez, y creo que sufre una transformación brutal y silenciosa.

    Ufff, este año los oscar a la mejor película yo tenía también mis favoritas, pero casi todas por un motivo u otro me parecía que poseían algo interesante, excepto Lion (pobre mía, pero cada vez que la pienso menos me gusta). Ninguna, sin embargo, me ha deslumbrado totalmente, pero las que sí han estado a punto de hacerlo han sido: Comanchería, La llegada, Manchester frente al mar. Luego me han gustado bastante y me han parecido interesantes por distintos aspectos: Moonlight, Fences (pronto estará por aquí) y La la land. No me gustó nada Lion. Y me he quedado sin ver por ahora: Figuras ocultas y Hasta el último hombre.

    Beso
    Hildy

  3. Me pasa como a Alfredo, no termina de convencerme. Me parece que la construcción psicológica del protagonista es un poco tosca y le falta profundidad a la hora de abordar los numerosos temas que contiene el melodrama. Aguanta los dos primeros tramos entre algún que otro tópico, pero ya el salto al tercer acto se me queda desmontado porque se manifiesta la falta de credibilidad que venía apuntando en este proceso.

    Besos.

  4. Mi querida Hildy, de las candidatas al Óscar solo he visto Comanchería y me gustó mucho, pero no puedo decir nada de las demás. Es más, mi veo la noche de la gran gala, solo fragmentos el día después en el telediario. Pobre Warren Beatty, qué cara se le puso cuando no atinó por culpa de un lío de maletas y de sobres. Joder, después de 50 años de Bonnie & Clyde, después de tanto correr y pegar tiros de éxtasis con la Faye Dunaway y fíjate que cara se le puso. Lo más lamentable fue esa maldito ejecutivo agresivo con pajarita que le arrebató la cartulina con tan mala leche para decir él cuál era la película ganadora. Si llega a pillar a Warren con cincuenta años menos… Es lo único que te puedo decir hoy aquí, mi querida amiga. A mí me regalaron una vez un Óscar de plástico, de esos que se podían comprar en el bazar chino. No sabría decirte el motivo, hace ya mucho tiempo, pero todavía lo tengo puesto aquí en un estante del comedor.

    Besos con Óscar.

  5. Mi querido crítico abúlico, fíjate que a mí me fue atrapando y el tramo que más me convenció e hizo que valorase toda la película fue el tercero. También es curioso porque yo sí veo evolución en el protagonista y construcción psicológica en su personaje. Es más bien en algunos secundarios donde veo más matices planos (por ejemplo, Teresa, la novia de Juan, cuando podía haber sido un gran personaje). Sin embargo, me atrapó finalmente la estructura (que supongo que será la misma que la pieza teatral original).

    Beso
    Hildy

  6. ¡Mi querido Francisco, pudiste ponerme un comentario! Respiro tranquila. Sí, mira, el destino quiso que Bonnie and Clyde pusieran patas arriba la gala de los Oscar, ellos son así ¡siempre glamurosos y llamando la atención allí por donde van!

    Beso
    Hildy

  7. No sé si exactamente se merecía un Oscar, pero a mi me ha gustado, he empatizado con el niño, con el joven y con el adulto… Creo que desgraciadamente hay muchas personas asi, y que se encierran en sí mismas y se aislan de un mundo que es tan hostil con ellos…por eso me impresionó como, pese a todo lo sucedido, logra manifestar tan bellamente sus sentimientos más intimos, que quizás son los que le han ayudado a superar tantas amarguras.

  8. «MOONLIGHT» me ha gustado pero no me ha entusiasmado. Comienza con un lenguaje de cámara inquieto y desequilibrado supongo que para transmitirnos la zozobra de ese niño acosado desde varios frentes. Esa puesta en escena elíptica que elimina el desenlace de muchas secuencias o la explicación de otras sirve, por un lado, para eludir los tópicos de cientos de películas con temática «negra» y por otro, para obligar al espectador a situarse en modo participante. Pero cuando realmente la película empieza a coger temperatura es en ese tercer segmento con el protagonista adulto, obligado a simular lo que no es y visitando a su amigo del colegio. Esa última parte hizo que saliera del cine pensando que había visto una película mejor de lo que en realidad es.
    Un abrazo.

  9. Sí, querido Teo, a mí Moonlight me ganó con el tercer segmento. Me resulta una película de interesante análisis crítico. Sí, es una película de elipsis. Me parece interesante cómo la cuenta. Y esta forma de contar también supongo que debe mucho a la obra original.

    Beso
    Hildy

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