Loving (Loving, 2016) de Jeff Nichols

Loving

Un matrimonio frente al televisor una noche cualquiera ante un programa divertido… Ella sentada en el amplio sofá y él que se tumba encima de sus rodillas. Ambos ríen. Y un objetivo capta esa complicidad íntima. La cámara de Grey Villet atrapó para Life la intimidad de un matrimonio interracial, Richard y Mildred Loving, en los años sesenta. Y la mirada de Villet es la que decide atrapar el director Jeff Nichols para contar la odisea de los Loving.

No hace tanto tiempo las leyes de varios estados de EEUU, entre ellos Virginia, condenaban los matrimonios interraciales. Y fueron los Loving, después de años de litigio, los que consiguieron que el Tribunal Supremo derogase esas leyes racistas el 12 de junio de 1967. Pero Nichols no cuenta su historia desde los tribunales, las manifestaciones, la algarabía de la prensa o las grandes frases, sino que indaga en la intimidad de esa pareja a la cual se la condena al exilio, sin derecho a construirse un hogar donde ellos desean.

Así recoge momentos íntimos y dolorosos, pero también el cariño y el amor que existe entre una pareja a la que ley no permite que se amen libremente por tener un color de piel diferente. Y los Loving no son un matrimonio que se come el mundo, que se echa a las calles para protestar, que vocea y se indigna ante la injusticia. Richard (Joel Edgerton) es un hombre sencillo, silencioso y trabajador que solo quiere que le dejen proteger a su familia y construir (es obrero concienzudo de profesión) un hogar y al que no le gusta exponerse ni exponer a los suyos. Y Mildred (Ruth Negga) es una mujer fuerte que ama a su familia y que da importancia a la naturaleza y a las raíces. Por eso siente que se apaga en el exilio, pues le hacen vivir una vida que no quiere.

Jeff Nichols acompaña a sus personajes y cómo luchan por mantener su intimidad y su complicidad intacta. El director norteamericano que destaca por las miradas que elige para contar sus historias: el miedo y la paranoia del obrero de Take Shelter o el camino a la madurez de un niño en una deprimida isla del Mississippi en Mud. Se centra ahora en la intimidad de un matrimonio. Y cómo luchan por el regreso, por vivir donde ellos quieren. Sin aspavientos, con silencio y miradas. Con las palabras justas y gestos íntimos. Así el silencioso Richard le pide a su abogado: “Dile al juez que quiero a mi mujer”. Solo quiere la tranquilidad de estar con su mujer y sus hijos sin miedo alguno a que les detengan o les hagan daño. Solo quiere cuidarlos y protegerlos. O Mildred, desde el hogar, decide escribir una carta al secretario de Justicia, Robert Kennedy, y este remite la petición a la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos. Mildred, que no renuncia nunca a volver. E igualmente no se nos presenta un abogado brillante y justiciero, sino uno que empieza, con la inexperiencia por bandera, pero con fuerza y con la ilusión suficiente para seguir adelante.

Loving muestra la intimidad del matrimonio y ahí está la fuerza de la historia, porque se ve la lacerante injusticia que sufren por unas leyes ridículas que duele escucharlas con solo mirarlos: en una cena, en una reunión de amigos, en un picnic, en la cama o en el sofá viendo la televisión…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

10 comentarios en “Loving (Loving, 2016) de Jeff Nichols

  1. Me da mucha pereza, mi querida Hildy, como todo ese cine «racialmente correcto» de la era Obama. No por la cuestión de fondo, que obviamente siempre hay que reivindicar y defender, sino porque casi unánimemente ha producido títulos con poquito que rascar más allá de un tratamiento previsible y visto mil veces. Y eso que me gustaron mucho las películas anteriores de este director, pero el tema… En cambio, el troglodita Mel Gibson me ha sorprendido. Su película también es un 50% de obviedades, pero la otra mitad es un bélico excelente.

    Besos

  2. Ya sabes que me gustó cómo sabe renunciar a la épica emocional y social que suele ser moneda común en este tipo de argumentos. Es algo que consiga que mantenga pego por los personajes, que los comprenda y que los acompañe. Menos fórmula demagógica, más autenticidad sin renunciar a ser cine.

  3. Echo mucho de menos un poco de sicodelia, de adrenalina imprudente y periferial, tanto en la vida como en el cine. Echo de menos ese cine de los setenta en todos los aspectos: bélico, discotequero, suburbial, policial, drogata, gangsteril, gamberro, macarra, spaguettil, violencil (de violencia) hoy me estoy saltando a la torera la gramática, amiga Hildy. Ciencia fictil, cine acampanado (pantalones) y patillero (de patillas) y no de patitas a la calle. De cigarril (de cigarros) y alcoholín (de alcohol). De calles sucias, de apartamentos abigarrados y amores sucios, pero con pasión. Malas calles y días perros, y el mejor Paul Auster de aquel Brooklyn que tenía cocinas del infierno, pero también vida, mucha vida, tanta vida que un tipo que tenía un estanco fotografiaba la misma esquina porque estaba seguro que no era lo mismo cada día que pasaba. Ay, mi querida Hildy, no me hagas mucho caso. No he visto la película que reseñas (siempre estupendamente), pero debería volver ese color de fotografía que daba el celuloide y no el digital. Ya lo sé, soy una causa perdida. ¿Sabías que me encantan aquellos negros de los setenta con el pelo a lo afro, el caminar achulado y vestido de colores chillones y muy afeminados? Lo vimos en la serie de Starsky y Hutch y en Distrito apache. Me encanta el desparpajo de Sammy Davis Jr., y la serie Raíces con aquel Kunta Kinte tan setentero, que a la vez se parecía tanto a aquel negro que se hizo amigo de Steve McQueen en su última película: Cazador a sueldo, y O.J. Simpson en El coloso en llamas.

    ¿Qué tiene que ver este comentario con tu reseña? Nada. Tómatelo como una simple conversación entre amigos en un bar de Brooklyn en los setenta. Mira, Auster también está con nosotros. Hay que darle ánimos, Hildy, porque me parece que últimamente no anda muy bien en estas cosas de los ánimos.

    Besos siempre de cine.

  4. Mi querido Alfredo, si te animas, creo que va a haber cosas que te van a interesar. Entiendo lo que dices sobre cine políticamente correcto, pero creo que Nichols va más allá. Y donde otros hubieran realizado otro tipo de película de jucios, de David contra Goliat, de grandes discursos sobre un tema necesario siempre de plasmar, él opta por presentar la intimidad, y se ve igualmente la injusticia, la herida y el dolor lacerante.

    Beso
    Hildy

  5. Querido, queridísimo crítico abúlico, sí, nuestra mirada ha ido a la par con Loving. Efectivamente acompañamos a esos personajes y los miramos a través del objetivo cercano del fotógrafo que se mete, respetuoso, en la intimidad de su hogar.

    Beso
    Hildy

  6. Mi querido Francisco, sí, también disfruto con ese cine de los setenta, ya lo sabes, ¿recuerdas que hace poco estuve por Distrito apache?… y de esa mirada desprejuiciada, pero con melancolía y desencanto a cuestas. En Loving también hay otro tipo de autenticidad, una mirada íntima sobre un tema determinado. El desencanto y la melancolía siguen presentes.

    Beso
    Hildy

  7. Es tremendo pensar que esa realidad de discriminación legal es muy reciente. Mamma mía. Y en una democracia consolidada como los EEUU. En fin, parece que la cosa ha progresado mucho en las últimas décadas pero veremos qué ocurre con Mr Trump y sus muros de todo tipo…

    Intentaré verla en cuanto pueda, pero últimamente no he podido ir al cine (¡cómo os envidio a ti y otros!), porque sí que creo que me gustará, por lo que cuentas. No obstante, he de añadir que «Mud» me decepcionó ligeramente, pues había leído críticas (en la prensa, digamos, más cerebral e ideologizada) muy favorables. En «Mud» me pareció detectar un fondo de impostura en el personaje principal desde el primer minuto y eso, además de ciertos arquetipos tendentes al «malditismo», me aguó un tanto una obra que, en cualquier caso, encontré muy estimable y con momentos hermosos. Y no he visto «Take Shelter», la verdad. Ay, yo que veía una película o incluso dos al día hasta hace unos años y ahora me conformo con un par a la semana… En fin, no me quejo, la vida cambia.

    ¡Buen domingo!

  8. Querido Luis, Loving es una película interesante y con una mirada sobre el tema que me ha convencido. De Nichols me gustan sus miradas y su forma de contar.
    Y lo maravilloso es seguir viendo películas y películas. Yo tengo épocas… de ver una cada día o un par cada semana… pero siempre tener pendiente algo que me apetece ver. Y qué bueno poder seguir descubriendo buenas películas… ¡hasta en las malas siempre hay algo que rescatar o de lo que aprender, por ejemplo, cómo no contar una historia!

    Beso
    Hildy

  9. Una película que corre el riesgo de pasar inadvertida en la cartelera, máxime coincidiendo con otras más apoyadas comercialmente y vinculadas temáticamente. Precisamente vi en el cine, tras la de Nichols, «Figuras ocultas», y me hizo gracia tanta conexión entre ambas, si bien en el caso de esta historia tan poco conocida de la NASA le pesa demasiado el tono amable. «Loving», por su parte, me parece una historia ejemplar con una traslación a la pantalla grande que ha sabido capturar su esencia siendo rigurosa, sobria y directa al corazón sin los efectismos habituales de muchos dramas basados en hechos reales. He podido acceder al documental en el que se inspira este largometraje, dirigido por Nancy Buirski en 2011, y, aplicando ese juego de las comparaciones que tanto nos gusta a muchos cinéfilos, aún valoro más la adaptación de Nichols.
    Me alegra mucho, Hildy, volver a coincidir en apreciaciones en este caso 🙂

  10. Querida, querida Atmósfera cine, sí, corre ese riesgo. No he visto todavía la de Figuras oculta. A mí me gustó mucho cómo cuenta Nichols la historia de los Loving. ¡Qué ganas tengo de leer el nuevo artículo que has colgado en tu blog sobre Loving y el documental…! El otro día lo vi, pero quiero encontrar el momento de leerlo concienzudamente. Y cómo me gusta en la película el momento del fotógrafo Grey Villet porque creo que ahí está la clave de la mirada en esta película. Y por otra parte cada vez me entusiasma más Joel Edgerton y está estupenda Ruth Negga, a la cual no conocía.

    Beso
    Hildy

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