Aliados (Allied, 2016) de Robert Zemeckis

Aliados

… Dos seres bellos y glamurosos, con sus metralletas, abandonan un edificio. De fondo fuego. Los dos aliados, cogidos de la mano, perfectamente vestidos, maquillados, peinados… fríos. Y eso que acaban de vivir un momento de adrenalina total. Ese es el fotograma que acompaña este texto (y el que ilustra también el cartel del film) y resume muy bien la nueva película de Robert Zemeckis. Perfecta en su realización, impoluta en sus secuencias de acción y también en las intimistas, todo dirigido a que el espectador no se despiste ni un momento, todo señalado, sin que este pueda despegarse ni un milimetro del guion. Sin perdida, todo bien atado. Aquí tiene que emocionarse. Aquí tiene que notar el sufrimiento del protagonista ante el dilema. Aquí tiene que notar el horror de la guerra. Aquí un momento de mucha acción y adrenalina. Aquí otro emotivo. Y para ayudar aún más la música irá reforzando todo. Al espectador todo bien masticado. Romance glamuroso, vestuario glamuroso, estrellas glamurosas, ambientación glamurosa… Robert Zemeckis presenta un producto cinematográfico perfectamente acabado… pero se olvidó de meter alma y corazón a la película. Y él sabe hacerlo: yo solo por Forrest Gump sé que Zemeckis puede hacer latir un corazón dentro de una película.

Pero no obstante es interesante analizar Aliados. Porque Zemeckis sabe rodar secuencias que mantienen en vilo (sabe cómo contar), pero no logra escaparse de la perfección de su pareja protagonista (una sentida Marion Cotillard y un Brad Pitt esta vez —mira que lo he defendido veces en mi vida y que lo he disfrutado— bastante envarado), que nunca se despeinan y siempre van vestidos ejemplarmente, y dar un alma a su historia. Solo se le va totalmente la olla una vez (y a sus protagonistas también) y deja un parto memorable. Totalmente exagerado, pero casi con algo parecido a un alma que resucita. En un hospital bombardeado, en el fragor de la batalla, en un Londres bajo las bombas… Marion Cotillard es llevaba en camilla junto a un atribulado Brad Pitt fuera de las instalaciones hospitalarias con varias enfermeras tratando de asistirla en plena calle, con bombas explotando a su alrededor y la sufrida madre gritando a la par que los estruendos y la destrucción…

Pero no se puede negar que Zemeckis sabe entretener. Así que cuenta una historia de dos espías en plena Segunda Guerra Mundial que tienen que realizar una misión peligrosa en Casablanca (escenario romántico donde los haya y que la mitología cinéfila asocia siempre con los rostros de Bogart y Bergman en un café llamado Rick). Él, del bando aliado, viene de Inglaterra. Ella de Francia. Y allí además de llevar con éxito la misión que les ha sido encomendada se enamoran… y unen sus destinos. Pero su historia va a verse condicionada por la guerra, difícilmente pueden aislarse de un mundo que estalla a su alrededor y de un universo de espías y contraespías…, donde a veces es difícil saber dónde está la verdad o la mentira. Y donde no se puede fallar ni quedar herido a riesgo de quedar abandonado y olvidado por todos —tanto por los camaradas como por los enemigos— en un rincón de una residencia (y ahí hay otro personaje con corazón, el espía mutilado con rostro de Matthew Goode). La sombra de la traición siempre está presente. Y ahí está el dilema de la segunda parte de la película, que transcurre en Londres (en su mayoría): cuando siembran la sombra de la duda sobre el protagonista hasta ese momento felizmente casado y enamorado, y padre de una pequeña. La mujer amada puede ser una espía doble y él no solo tiene que desenmascararla, sino también eliminarla. Y todo cambia. Otra carrera contrarreloj del héroe para demostrar que todos se equivocan.

Zemeckis no da respiro al espectador, imposible aburrirse. Así no solo deja el momento de las metralletas con sus héroes elegantemente vestidos, como clímax de su misión en Casablanca. Sino también esa primera y tórrida escena de amor en un coche envuelta en una tormenta de arena. O la peligrosa búsqueda del protagonista de un testigo alcohólico que identifique a su amada, que le devuelva su identidad, y cómo lo encuentra en una cárcel, donde pronto pueden llegar los nazis…

Solo a la salida el espectador descubre que no se ha emocionado, que la película se diluye, que no late… que le ha sumido en una glamurosa y bella frialdad.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

14 comentarios en “Aliados (Allied, 2016) de Robert Zemeckis

  1. La encontré muy floja, amiga Hildy, muy pero que muy floja. No sé qué le ha llevado a Zemeckis realizar esta película después de The Walk que tuvo sus detractores pero que yo defiendo. Ay, esa Casablanca filmada en nuestras islas baleares. Incluso el decorado de Casablanca de Michael Curtiz me parece magnífico todavía. Tuve la sensación de estar viendo una de esas películas que ponen en la tele los domingos por la tarde, de verdad. He visto películas bastante mediocres sobre el tema, como La calle del adiós de Peter Hyams, pero es mejor que ésta. Sin embargo Aliados es mejor que Resplandor en la oscuridad de David Seltzer. Ay, esos amores perros con nazis por los alrededores…

    Besos conspiratorios.

  2. Hola, Hildy, buenas noches; llevaba siglos sin pasar por aquí, ya era hora. No he visto la peli (llevo siglos sin pisar la sala oscura), pero la verdad es que tampoco era una alternativa que barajara en función del previo interés que me pudiera despertar. Y conste que a mí el Zemeckis de Forrest Gump (qué alegría comprobar que compartimos querencia por esa peli, una de mis preferidas en términos absolutos) y Naúfrago me parece uno de los directores comerciales más solventes del panorama hollywoodiense, pero ésta, uf, no sé, que no, que no me llama. Ya habrá ocasión, más adelante. Un fuerte abrazo y hasta pronto.

  3. Pues sí, querido Francisco, floja… porque no tiene ni alma ni corazón. Fría. Sí, película de tarde de lluvia en casa y no sé que ver y de pronto ponen esta en la tele y me quedo viéndola.

    Pero la escena del parto tiene su punto. El único momento donde a Zemeckis se le va la olla… y hay un poco de locura e imperfección.

    Besos espías
    Hildy

  4. Pero, querido, querido Manuel, hacía tanto tiempo que no sabía de ti. Qué bueno que te hayas pasado. Sí, siempre me emociona Forrest Gump… compartimos querencia. Me gusta mucho la historia que me cuentan y cómo me la cuentan. Si hace siglos que no pasas por la sala oscura… no sería esta, Aliados, la opción para acudir después de tiempo. Ya sabes no tiene corazón ni alma, solo corrección.

    Beso
    Hildy

  5. Truño sin paliativos. Si no llega a ser por su publicidad gratuita asociada, esto a lo mejor no llega ni a salas. Probablemente no hubiera debido hacerlo. Eso sí, revela la verdadera naturaleza de Zemeckis, un Spielberg rebajado al que todavía le cuesta más que a Steven hacer películas adultas para mayores de edad.

    Besos

  6. ¡Anoten mi nombre a la lista de defensores de Forrest Gump! Cada vez que la pasan por televisión me quedo viéndola embobada, y no me importa ni un poquito lo que opinen de ella aquellos que la critican y sé que son muchos…
    Esta… no sé… me gustaron las películas de Zemeckis que vi, me gusta Marion Cotillard y no tengo nada en contra de Brad Pitt pero esta película me da la misma impresión que me dio en su momento Sr. y Sra. Smith (tal vez me equivoque porque terminé por no verla nunca) de ser puro efecto y «posemos para la cámara» pero ningún contenido. No creo que la vea.-
    Te mando un beso grande, Bet.-

  7. Bravo, mi querida Bet, otra defensora de Forrest Gump. Yo también me engancho cada vez que la ponen además de tener el dvd y ponérmela de vez en cuando.

    Sí, Aliados es solo una película correctamente filmada (con alguna escena que merece la pena)… pero sin corazón ni alma.

    Beso
    Hildy

  8. Busca padrino, elije arma y nos citaremos al amanecer en el bosque de Bolonia…ya que te arrojo el guante ahora mismo. Que el oropel de la película, léase, vestuario, fotografía, decoración etc, suene a añejo, a recien sacado del guardarropía para hacer una peli, perjudica a una película que sin embargo creo que en lo esencial, guión y suspense, funciona y con soltura.
    Hay densidad en ciertos pasajes y ante una apuesta muy complicada…en ocasiones partir del tópico es lo más complicado, `puedes desconectar pronto, pero una vez instalados en él, no me desagradó sin ser una obra mayor.
    Al amanecer te espero….un abrazo.

  9. Ya ha anochecido… y salgo con el traje de seda. Me localizarás porque soy la que lleva el chal con un colibrí en el café del Adiós… Sí, querido Victor, Zemeckis sabe manejar los ingredientes, pero creo que se dejó en alguna parte las palpitaciones de un corazón, y le quedó un perfecto envoltorio con algún que otro latido. Sí, sabe lo que es la puesta en escena. Y, claro, está la Marion Cotillard para la perfecta heroína romántica, que llora ante el piano…

    Ya he recogido el guante.

    Beso
    Hildy

  10. Pues, amigo Jorge, efectivamente a mí me entretuvo y no me lo pasé mal… pero como explico hay otras que también me entretienen pero tienen además corazón y alma. Y, sí, es cierto a veces viene fenomenal entrar en un cine con la única pretensión de pasárselo bien.

    Beso
    Hildy

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