Cine español en tres sesiones. Loreak de José María Goenaga y Jon Garaño/Murieron por encima de sus posibilidades de Isaki Lacuesta/ A cambio de nada de Daniel Guzmán

Tres sesiones en las que he disfrutado de tres propuestas diferentes de cine español. Las tres me han enganchado por distintos motivos y las tres dejan ver formas de rodar historias que llegan.

Loreak de José María Goenaga y Jon Garaño

loreak

Una imagen potente y una canción fueron los primeros pasos para crear Loreak. Los ramos de flores que nos encontramos a veces en tramos de carretera donde así se señala que ahí hubo un accidente de tráfico. Y la canción de Cecilia Un ramito de violetas que cuenta un complejo romance. Son los ramos de flores los que cuentan la historia de tres mujeres unidas por hilos dolorosos. Las tres comparten una ausencia fuerte en sus vidas. Las tres tienen maneras muy distintas de curar las heridas. De cuidar esos ramos con flores que unen sus destinos. Loreak es una hermosa película que fue una de las gratas sorpresas del 2014.

El espectador viaja al País Vasco y al mismo corazón de tres mujeres (Nagore Aramburu, Itziar Aizpuru e Itziar Ituño) con heridas y una ausencia. Con una sensibilidad y suavidad extrema los directores construyen una dura historia sobre lo que cuesta sobreponerse al dolor de la pérdida, al miedo de envejecer o de sucumbir en lo lineal de la vida cotidiana. El miedo a no poder expresar o gritar nuestros miedos y dolores. Y cómo el ser humano busca distintos motivos a los que aferrarse, distintas formas de conformarse para vivir o sobrevivir. El olvido, el silencio, el imaginarse historias que nos llenan, el no nombrar ni expresar, el no perdonar, el comerse todo lo que uno siente, no estallar. No solo son los ramos de flores o los rostros de tres actrices que reflejan universos personales… sino también un melancólico relato cinematográfico sobre el paso del tiempo y la curación de las heridas del alma. Donde se mezclan los suaves colores de las flores, con el verde, los colores tierra, la niebla y la lluvia constante del norte.

Murieron por encima de sus posibilidades de Isaki Lacuesta

murieronporencimadesusposibilidades

Murieron por encima de sus posibilidades se sustenta en un reparto estelar donde cada actor tiene su momento, en un humor negro, gore y despiadado, en un uso inteligente de los discursos y el lenguaje que se ha empleado para ‘explicar’ la crisis y en una manera catártica e incómoda de enfrentarnos a lo que está suponiendo esa misma crisis en el paisaje social y moral. E Isaki Lacuesta crea, en régimen de cooperativa, una película muy incómoda e irreverente donde nadie sale bien parado: ni los políticos, ni los banqueros, ni los empresarios, ni los periodistas pero tampoco los ciudadanos, ni los de derecha ni los de izquierda, ni los de arriba ni los de abajo, ni los del 15 M ni los que siempre pensaron en una revolución social. Ahí está una frase demoledora que suelta José Sacristán: “La culpa es nuestra… por ser españoles”.

La película tiene momentos potentes, muy potentes. Y otros descabellados. Es una película que se le va la pinza… Así como unos monólogos para escuchar una y otra vez. Seguimos las aventuras de cinco hombres desequilibrados (Raúl Arévalo, Albert Pla, Julián Villagrán, Jordi Vilches, Iván Telefunke), sus vidas cambiaron violentamente por la crisis, que escapan de un psiquiátrico vestidos de osos panda con el propósito de que todo vuelva a ser como antes de la crisis. Y estos hombres se mueven en un paraje incómodo: de psiquiátricos casi abandonados, de garitos extraños, de edificios abandonados, de barcos interminables, de personajes incómodos…, de un país que se derrumba. Mientras sueltan sus reflexiones (con un fondo de disparate, otro de verdad, y con malabarismos con las palabras para crear discursos incómodos y chocantes) o cuentan historias pasadas. Hay momentos que te dejan sin respiración, como el monólogo destroyer de Albert Pla sobre sus deseos que termina con lo que dirán los demás: “Está loco pero es encantador. Le queremos”. O esa manera de analizar el 15M por parte de Raúl Arévalo o como Jordi Vilches, con su personaje de macarrilla perdedor ante el mafioso de turno (Sergi López), trata de solucionar sus deudas empleando el discurso de los bancos y los rescates… Así como esos destellos delirantes como el de un periodista con rostro de Eduard Fernández dando el tono poético (con las gaviotas de fondo) a la noticia trágica.

A cambio de nada de Daniel Guzmán

acambiodenada

Hay películas que muestran naturalidad, sinceridad y realidad por cada uno de los poros de sus fotogramas. A cambio de nada no es una película ni redonda ni perfecta pero uno se deja llevar por los rostros auténticos de dos adolescentes que son amigos a cambio de nada. O por esa abuela que recoge viejos muebles por las calles de Madrid, en la sombra, en el olvido. O por ese delincuente anciano y cansado que sigue sin embargo pensando en su vida como un triunfador que es libre, aunque cada vez le cuesta más mantener su discurso.

Daniel Guzmán empapa su película de ese Madrid que conoce y recoge retazos de su pasado, de su adolescencia de niño de barrio, para construir el retrato de Dario (Miguel Herrán) y su amigo Luismi (Antonio Bachiller). Dario se encuentra en ese momento en que parece que todo tu mundo se derrumba y que solo existe una caída al vacío o un viaje interminable en un túnel oscuro del metro… En una encrucijada. Dario no puede soportar tener que testificar en contra de alguno de sus padres en un juicio por su separación y esto le descoloca su vida cotidiana hasta tal punto de que pierde el rumbo y termina abandonando el hogar familiar. En esa ‘aventura’ le acompaña su vecino de toda la vida, Luismi (pareja ideal y con química); una abuela que vive la soledad y el olvido (la propia abuela del director, que rezuma realidad y ternura en cada aparición), y un delincuente cada vez más mayor. Dos personajes maravillosos… que desaparecen tal y como aparecieron de la vida de Dario, de repente. Y la película se empapa con ese comportamiento de un Dario todavía inocente pero ya enfrentándose a una vida adulta que la siente dura. Y como la vida misma Daniel Guzmán (que ha luchado una década para sacar su obra adelante) cuenta la historia de su álter ego con dosis de humor, ternura y tragedia…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

6 comentarios en “Cine español en tres sesiones. Loreak de José María Goenaga y Jon Garaño/Murieron por encima de sus posibilidades de Isaki Lacuesta/ A cambio de nada de Daniel Guzmán

  1. Lo confieso: con Lorreak me quedé frita. En mi descargo diré que fue un viernes, a altas horas tras un par de vinos y una ya está mayor para según qué proezas. La tengo pendiente pero me da pereza, la verdad.

    La de Lacuesta la tengo entre mis pendientes. Aunque sólo sea por ver a Albert Plá haciendo de Albert Plá, imagino. Cada cual tiene su debilidades…

    Y en cuanto a Cambio de nada, la vi ayer mismo. Como digo en mi blog: me convenció y mira que no tenía muchas posibilidades de hacerlo. Tal vez tenga yo demasiados adolescentes cerca y ande con sus historias a flor de piel pero tienes razón, me pareció sincera y con un halo de autenticidad que no creo que sea fácil de alcanzar con una historia así.

    Si mañana me lo permiten voy a ir a ver Esmorga… la tengo ganas.

    Besos!

  2. Jajaja, ¡me encantan esas confesiones! Yo también hago las mías. Te diré que dejes pasar un tiempo y que le des otra oportunidad a Loreak. A mí me pareció una historia dura y muy bellamente contada así como bien interpretada por tres actrices vascas que desconocía. De hecho la más mayor ya trabajó con los directores en otra película que ahora me apetece mucho ver: En 80 días.

    La de Lacuesta tienes que verla porque Pla tiene un monólogo (que además lo creó él) que te deja en el sitio. Pero además es una película de humor negro y bestia que remueve, revuelve, retuerce…

    A cambio de nada, sí, esa es su baza que es auténtica, sincera y cotidiana. Y que sus personajes te llegan. Y eso es mucho avanzado. Y el mundo adolescente, entre medias de la inocencia y la madurez, está reflejado de manera directa, que te toca.

    ¡También me apetece irme a esa Galicia que presenta Esmorga!

    Besos
    Hildy

  3. «Loreak» es la mejor película española del año pasado, con diferencia. Mejor que «Magical girl» (medalla de plata) y que «La isla mínima» (si acaso, bronce). Narrativa sobria, lenguaje visual depurado, va soltando números y te deja a ti hacer las sumas. Como debe ser.

    La de Isaki Lacuesta es un desbarre que se le va de las manos. Yo no veo ninguna irreverencia, y muy poca comedia. En cuanto a reflexiones y tal, o son demasiado obvias o me resultan demasiado postizas. Creo que es una película con voluntad de fresco de la realidad española, pero además de que es tremendamente incompleta en ese sentido, no retrata la vergüenza de lo que no va bien, sino que hace un retrato vergonzoso, que no es lo mismo.

    La de Daniel Guzmán no la he visto, pero desde que empezó el bombo mediático en torno a ella mi escepticismo va en aumento. Primero, porque todo me suena a ya visto (el cine español tiene que hacerse mirar esos retratos iniciáticos de vida de barrio: ¿no vale ya?). Segundo, porque, al igual que pasó con «Carmina o revienta», parece que importa más el autor que el resultado del filme. Dudo mucho que cualquier película en este ámbito llegue a los tobillos a «Carlos contra el mundo», verdaderamente encomiable.

    Besos

  4. Mi querido Alfredo, sí, Loreak ha sido una bonita sorpresa. A la película de Isaki Lacuesta se le va la pinza pero a mí me removió y el juego con el lenguaje y las palabras me pareció muy bueno en varias ocasiones. Es una película tremendamente desencantada. No es sobre los indignados, es sobre los absolutamente desencantados porque sus protagonistas erráticos y perdidos ni siquiera quieren transformar o cambiar, quieren que todo sea igual que antes de la crisis, y eso, y eso… es tremendo. Y la de Daniel Guzmán obviando el bombo mediático, es una película sencilla donde sus personajes son naturales y auténticos. A mí las películas de la vida en los barrios me gustan, por qué no. Cada una aporta lo suyo. Todavía no he visto Carlos contra el mundo.

    Beso
    Hildy

  5. Trabaja muy bien los silencios y el tempo narrativo loreak….pelicula muy inspirada con rostros que se implican a fondo y con una forma de narrar que hacia tiempo que echaba de menos en el cine español….estoy contigo…no es facil…pero te llega….hay mucho cine no solo en cada imagen sino lo que es mas dificil….entre fotograma y fotograma
    la de Guzman no la he visto….y la del amigo Isaki Lacuesta me parece una derrapada sin frenos ni control alguno….a la que no salvan del desastre un par de momentos…..mas que una pelicula me parece un conjunto de ocurrencias con pretensiones que se le escapan muy pronto de las manos….los temas que trata usando presunto humor corrosivo….para eso hay que ser un gran director y tener una vision global del mundo que pretendes retratar….y sobre todo no confundir el caos con narrar caoticamente, que no es lo mismo….un abrazo

  6. Querido Victor, coincidimos totalmente con Loreak, cómo la disfruté. Por otra parte sé que a la película de Lacuesta se le va la pinza, y sí, efectivamente, es caótica… pero a mí logró removerme e incomodarme. Y sigo pensando que hace un inteligente uso del lenguaje, los discursos y las palabras de la crisis… La de Guzmán se deja querer bien…

    Cómo me alegra leerte.

    Beso
    Hildy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.