Paradiso de Omar A. Razzak

paradiso

Hay proyecciones y momentos con encanto en el cine. Uno lo viví un domingo de abril en la Cineteca de Madrid en el Matadero. Era el último día que se proyectaba el documental Paradiso. Y después tuvimos un coloquio. Toda una sorpresa. Paradiso no solo es un canto de amor al cine y a la sala de cine sino también un canto al trabajo hecho con cariño, respeto y cuidado. Y un canto a los últimos lugares, a aquellos puntos de encuentro de los barrios que de momento las nuevas tecnologías y la vida moderna aún no han desplazado y que sobreviven como islas en las grandes ciudades. Lugares con vida propia, personalidad propia.

Cuatro son los protagonistas de este peculiar documental que me hizo salir con una enorme sonrisa de la sala… y reafirmando mi amor al cine… al cine en la sala. Peculiar porque esta isla en el centro de Madrid es ni más ni menos que un lugar que muchos (y reconozco mi propio prejuicio) lo miramos como un reducto de lo decadente, lo degradante, lo patético y morboso… la única sala x que queda abierta en la ciudad, el cine Duque de Alba. Su acceso es por un largo pasillo (que se convierte en una especie de túnel del tiempo) y en sus laterales están los cárteles hechos a mano por el encargado del cine, Rafael, de las películas que se proyectan en sesión continua. Antes de pasar está la ventanilla de las de toda la vida (ya casi reliquia) de la taquillera, Luisa. Como habréis supuesto esos cuatro protagonistas son: el propio edificio del cine, Rafael, Luisa y los clientes.

Conocer a Rafael y a Luisa es uno de los grandes alicientes del documental. Después de la proyección vimos cómo ambos son tal y como se reflejan en la película. Los dos con su amor al trabajo y a la sala en la que trabajan, así como el respeto que muestran a sus clientes habituales, logran que una sala x se convierta en un lugar entrañable. Un lugar con una decadencia física cuidada (todavía funcionan con calefacción de carbón) que convierte el local en especial, en genuino. Lo que ocurre dentro de la propia sala de cine entra dentro de la privacidad de sus clientes. La cámara nunca entra. Así que solo vemos la sala desde fuera, desde el hall. Y cuando está vacía. En ese hall y en otras dependencias del cine escuchamos los gemidos de fondo… que nunca alteran las conversaciones del encargado y la taquillera o de estos con los clientes habituales o entre los propios clientes.

Luisa dice que sus años de taquillera en el cine Duque de Alba han sido los más bonitos. Y habla con dulzura, y sin juzgar, de sus clientes habituales, que son de lo más educado según su experiencia. Porque entre los clientes, que con tanto cariño son tratados por Rafael y Luisa, se deducen historias de soledad, de desencanto, de desamor, de exclusión y marginación. Muchos de ellos han encontrado en el cine Duque de Alba su refugio, su libertad. Y el realizador novel Omar A. Razzak y su equipo han logrado captar ese universo especial, con muchas dosis de cariño y mostrando una intimidad emocionante, con respeto. Así Luisa, la taquillera, nos decía después de la proyección, que ella estaba contenta por lo bien que iba el documental y lo que estaba gustando por los jóvenes, por ellos que tanto habían trabajado, y miraba feliz a Omar.

Paradiso regala momentos hermosos, otros muy divertidos y destila amor al espectador de toda la vida a través de las conversaciones que mantienen sobre cine (y no pornográfico…, sólo se nos informa en un momento el éxito que tuvo la Cicciolina cuando se proyectaban sus películas en la sala), Rafael, Luisa y algunos de los clientes. Así comentan las películas que más les han gustado como Mejor imposible de James L. Brooks, Los Puentes de Madison de Clint Eastwood o un cliente, que es todo un personaje, confiesa que con la película que más ha llorado es con Tomates verdes fritos (yo comparto su afición por esta historia). También hablan de El gran dictador, de Ciudadano Kane o del cine de Kubrick… pero con una candidez y una inocencia cinéfila con mucho encanto. Curiosamente Rafael tiene todas las habitaciones del edificio decoradas con carteles de cine que no son carteles porno sino de películas recordadas por todos.

Rafael lleva su sala con dedicación y respeto. Dentro de la rutina de cada día, cuida su local con mano experta y detallista. Así en el patio interior crea un espacio, una terracita, para que sus clientes puedan charlar y fumar. Así compra una carpa, unas sillas, unas macetas con flores… También cuida la decoración navideña con distintos artilugios y se piensa un mensaje además de tener un regalo preparado para sus clientes habituales (después de la proyección también llevó con sumo cuidado varios regalos para nosotros, los espectadores). Y siempre pide el consejo de Luisa, la taquillera. La relación que tienen entre ellos queda reflejada con mesura dejando muy buenos momentos.

El documental Paradiso (que se llama así porque a Rafael le encanta la película de Cinema Paradiso) cuenta un año en la vida de esta sala de cine… el último año de Luisa, que se jubila. Ese es el hilo conductor…, el pequeño cambio que va a sufrir esta isla urbana, ese universo propio, la taquillera se va… Paradiso se convierte en todo momento en un documental nostálgico, con una cierta melancolía en cada fotograma. En esas conversaciones entre seres solitarios, en ese abuelillo que lleva una rosa a Luisa, en ese cliente que canta una triste copla, en ese beso furtivo en la mejilla que le da la taquillera en su último día, antes de subirse al autobús, a Rafael, su compañero de trabajo… En esos momentos se encuentra la esencia de este lugar de encuentro que batalla contra viento y marea por sobrevivir.

Pronto saldrá el dvd y nos cuentan que la presentación se hará próximamente (a mediados de mayo) en el propio cine Duque de Alba… Luisa nos dice que lo vamos a pasar bien.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

15 comentarios en “Paradiso de Omar A. Razzak

  1. Hola, Hildy, buenos días; curiosa pieza, dado que proyecta su mirada sobre un mundo al que todos acostumbramos a mirar de soslayo, o de reojo, como si quisiéramos ignorarlo, cuando somos plenamente conscientes de que está ahí. Tus hermosas palabras me han despertado el interés, así que nos encomendaremos a ‘San Filmin’, patrón de los cinéfilos de pueblo (aunque el pueblo, como el mío, sea grande…), dado que, como bien apunta el compa Alfredo, aquí no llega una copia ni por equivocación de la empresa de paquetería…

    Un fuerte abrazo y hasta pronto.

  2. Querido Manuel, seguro que San Filmin lo programa. Y tú lo has dicho es una obra cinematográfica curiosa… y muy bien hecha. De un lugar bastante oscuro, surge una cierta belleza, melancolía, nostalgia y sonrisa perpetua…

    Beso
    Hildy

  3. El documental no lo vi, claro está,aunque leyendote me hubiese gustado asistir a ese coloquio… y me trae a la memoria cercana el cierre el otro día de la sexta3. Escogieron para cerrar la emisión «cinema paradiso». Estuve pensando si yo hubiese escogido esa, que parece muy apropiada…o si tal vez me hubiese decantado por «cautivos del mal» cuyo título es pluscuamperfecto. Un abrazo

  4. … Querido Victor, me parece que la elección de Cinema Paradiso estuvo perfecta. Pero tu sesión doble con Cautivos del mal… impresionante. Me dio pena el cierre de emisión de esta cadena, mucha pena.

    Respecto la proyección de Paradiso y el coloquio fueron de esos momentos que merecen la pena. El documental, de veras, tiene destellos de emoción, risa, nostalgia, tristeza… y habla de esos puntos de encuentro (aunque este sea tan excesivamente peculiar… una sala x) en los barrios, en las calles… que se convierten en refugios para paliar la soledad urbana.

    Besos
    Hildy

  5. Pues me tocará esperar también… y creo que me gustará, tiene toda la pinta, me encantan esas historias que desarman prejuicios, sobre todo los míos, mostrando una cara que no hubiera imaginado.

    Tengo que trasladarme e ir a vivir más cerca del centro, lo del Matadero los domingos es impensable, jajaja.Y ya has mencionado lo que ves en él unas cuantas veces… cachis.

    Un besote, Hildy

  6. Para mí fue toda una sorpresa, una sorpresa agradable. Y además Paradiso, a su manera, es un canto al cine. Y lo has dicho muy bien, desarma prejuicios. Seguro que cuando la veas, querida Marga, te gustará. Ya me contarás. Me encantó la relación laboral y de amistad entre el encargado del cine y la taquillera… y el cariño que tienen a su trabajo.

    Besos
    Hildy

  7. Pues está muy bien. En cuanto pueda lo tengo que ver,amiga Hildy. Tal y como lo cuentas todavía me dan más ganas. Ya sabes lo que a mí me gusta el cine,pero mucho más,recordarlo.

    Besos

  8. Mi querido Francisco, creo que te va a interesar bastante. Es un documental con mucho encanto. Cine y vida. Vida y cine…, ya sabes.

    Besos desde la sala de cine
    Hildy

  9. Hola,soy Rafael de Paradiso,me gustaría conocerte personalmente para hablar contigo y darte las gracias por escribir un artículo tan hermoso.

    Espero tu respuesta.
    Muchas gracias!

  10. ¡Rafael, muchísimas gracias por leer el artículo y pasarte por este blog! Me alegra mucho que te haya gustado.

    Gracias por facilitarme un mail para comunicarme contigo. Lo haré pronto. Pero ahora quería agradecerte tu visita.

    Beso
    Hildy

  11. Hola,soy Rafael de «Paradiso», el próximo Martes día 3 de Junio a las 21:00 se hará en el cine Alba la presentación del dvd «Paradiso» , me gustaría que asistieras y si es posible que me confirmaras tu asistencia a través del blog o llamándome al cine Alba.

    Un saludo

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