Ella y sus maridos (What a way to go!) de J. Lee Thompson

ellaysusmaridos

Una viuda, toda de negro, baja las escaleras de una mansión pintada toda ella de rosa. Detrás seis hombres de negro desciende un ataúd rosa… uno de ellos tropieza y el ataúd primero y los hombres después o viceversa resbalan por las escaleras… así empieza Ella y sus maridos, una agradable comedia con suaves tintes negros, una cuidada estética y una original estructura. Una comedia caída en olvido por su complejidad y extraña mezcla de estilos visuales que logra sin embargo un equilibrio final… Es de esas historias que o bien entras en el juego o te quedas fuera. Y si entras el disfrute está asegurado.

La viuda es Louisa May Foster (Shirley MacLaine)… su siguiente paso es querer donar al Estado toda su fortuna. Obviamente la toman por loca y la llevan a un psiquiatra (Robert Cummings) que escuchará su historia. Louisa cree que es bruja pues siempre se ha querido casar por amor… pero, sin embargo, siempre propició que sus esposos, cuatro, se hicieran asquerosamente ricos (excepto uno que ya lo era pero sí logra dar un giro en su vida…) y ella se quedará como una esposa solitaria florero y posteriormente viuda.

El poder de esta viuda negra comienza cuando es una joven a la que su contradictoria madre (una divertida Margaret Dumont sin los Marx) la insta a que se case con el millonario del pueblo, Leonard Crawley (Dean Martin)… pero ella tiene los ojos puestos en el sensible, fracasado, pobre y lector de Henry David Thoreau, Edgar Hopper (Dick Van Dyke… no sólo fue deshollinador y fiel compañero de Mary Poppins)… todo lo contrario al prentendiente ideal.

… El primero que fallece por exceso de trabajo es Edgar Hopper (tras una humillante visita de su contrincante Crawley… al que decide desbancar de su puesto de hombre más rico de la localidad)… y luego todos los demás irán encadenados. Un pintor americano bohemio de París (divertida crítica a los artistas vanguardistas con un Paul Newman delirante), un súper millonario solitario que echa de menos sus raíces granjeras (elegante Robert Mitchum) y un mediocre artista de vodevil que termina convertido en una súper estrella de Hollywood (Gene Kelly).

Entre los divertimentos de esta película, además del sugerente reparto, está que cada historia —cada matrimonio de Louise— forma parte de un género o una forma de emplear el lenguaje cinematográfico. Siempre que narra sus cuatro matrimonios al ‘alucinado’ psiquiatra lo compara con un tipo de película (y así queda reflejado): una película de cine mudo, una película intelectual francesa en el periodo de Nouvelle Vague, una película glamurosa hollywoodiense emulando los lujosos melodramas o un musical…

La película también es una rareza dentro de la filmografía irregular del británico J. Lee Thompson donde la comedia no sería su género. Es recordado por producciones como Los cañones de Navarone o la interesante El cabo del miedo… y terminó sus días dirigiendo a un Charles Bronson justiciero. El guion estuvo en manos de dos especialistas en musicales, Betty Comden y Adolph Green (por ahí anda Gene Kelly… y una parte bastante musical con reminiscencias a Cantando bajo la lluvia). Este proyecto estaba pensado para Marilyn Monroe (que la verdad no hubiera estado nada mal en el papel) pero debido a su trágica muerte no pudo ser y el relevo fue para una McLaine pizpireta y divertida. También la película es puro lucimiento para el trabajo en vestuario de la famosa Edith Head… la viuda negra sale con un montón de vestidos, bañadores y complementos (y también peinados) según los maridos que tiene y sus ensoñaciones de película.

Inolvidable una Louisa May Foster feliz, por fin, con un hombre (no digo quién), besándole y abrazándole y diciéndole: mi querido fracasado…

Así no está mal en este verano que finaliza disfrutar de una extraña comedia con estética, glamour y una gran galeria de actores.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

6 comentarios en “Ella y sus maridos (What a way to go!) de J. Lee Thompson

  1. Esta es la típica que me aparta por el título (descubro que el original es «What a way to go!»: ay, las traducciones), pero ¡menudo reparto!. Y por lo que cuentas tiene buena pinta, simplemente por la comparaciones que mencionas con géneros cinematográficos. A tener en cuenta.
    Saludos.

  2. Lo mejor, el reparto. El mayor mérito, el que consiguió juntarlos a todos. Me gusta especialmente Newman, cuya vis cómica no se terminó de explotar en el cine, y que me hubiera gustado ver suelta más a menudo.
    Lo demás, a mí, personalmente, me deja muy frío.
    Besos

  3. … Querido Licantropunk… tiene su punto. A mí me sorprendió pues la vi más redonda de lo que esperaba. Si te metes en lo que cuenta y cómo lo cuenta tiene su aquél. De veras. Ya sólo por el increible reparto merece la pena…

    Y sí el arte de las traducciones y los títulos es otro capítulo apasionante del mundo del cine.

    Besos
    Hildy

  4. ¡Qué reparto, mi querido Alfredo, qué reparto! Y, sí, Paul Newman está muy pero que muy divertido. Podría haber explotado más su vis cómica (también se vio en sus películas junto a Redford)… Y lo demás a mí me divirtió y sorprendió. Quizá porque me esperaba algo muy mediocre y aburrido… y me vi enganchada y divertida.

    Besos
    Hildy

  5. Querida Hildy, he vuelto de mi paso por el norte y la primera película que vi en casa fue esta (a que no adivinás por quién la compré, ji ji). ¡Qué agradable sorpresa! Me encantó la parte de Paul Newman, sobre todo porque no esperaba verlo tan cómico. Y por supuesto también me resultó muy divertida la sección de Gene Kelly, tal vez un poquito mayor para su personaje pero con mucha gracia a la hora de parodiar el ascenso al estrellato de un tronco al estilo de Don Lockwood en «Cantando bajo la lluvia».-
    Te cuento que casi me pierdo en una tienda maravillosa de discos, libros y películas usados que descubrí en este viaje, en donde se pueden conseguir verdaderas joyas a muy bajo precio. Por suerte el hotel en el que me hospedé tenía reproductores de DVD en las habitaciones, así que no tuve que esperar para ver algunas de las pelis que compré (detalle clave a la hora de escoger alojamiento, ja ja).-
    Un beso grande color de rosa, Bet.-

  6. ¡¡¡Qué bueno, Bet!!! Y sí, Paul Newman está divertidísimo pero el papel de Gene es que te partes de risa… ay, el color rosa. A mí es una película que me hace muchísima gracia y tiene tan mala baba…
    Jo, esas tiendas maravillosas en las que una se pierde me encantan. ¡Cuántas películas maravillosas habrán caído en tus manos!!! Ya me irás contando.

    Beso bohemio parisino
    Hildy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.