Diccionario cinematográfico (200)

kontiki

Barcos y otras embarcaciones: aventuras marítimas, conflictos bélicos, expediciones a otros mundos, naufragios, catástrofes, inmigraciones, viajes inolvidables… barcos piratas, transatlánticos, canoas, pequeños barcos de pescadores, lanchas, balsas… en el mar hay un tráfico de embarcaciones cinematográficas inolvidables.

En septiembre se estrena Kon-Tiki, la historia de una expedición de un joven antropólogo noruego que en 1947 decidió cruzar el Pacífico en una balsa.

Nos vienen a la cabeza varias historias marítimas. El hundimiento del Titanic ha sido reflejado varias veces en la pantalla blanca: desde el blanco y negro al color pasando por la leyenda romántica de una camarera. Tampoco nadie olvida ese gran barco de viaje de placer que se vuelca y queda al revés, La aventura del Poseidón.

Así hablando de barcos y catástrofes nos encontramos con dos clásicos olvidados con un clímax: un barco que se hunde. Uno por la tragedia de la guerra, Arise my love de Mitchell Leisen y otro en pleno romance desesperado con barco que se hunde en Cena de medianoche de Frank Borzage.

La inmigración y los viajes en barcos masificados han dejado escenas y películas que apenas pueden olvidarse. Nos vamos con Charlot, el inmigrante. Y con la impresionante Lamerica de Gianni Amelio sobre la inmigración albanesa que busca la tierra prometida en Italia. O ese otro viaje que supone dejar la vieja Europa para encontrar un nuevo mundo en América. No podemos olvidar a Elia Kazan y su América, América o la segunda parte de El Padrino donde se nos cuenta la llegada del niño Vito Corleone en un barco repleto de inmigrantes. Otros barcos trágicos con inmigrantes que son recibidos a pedradas o reclutados rápidamente en una guerra dura (que no es la suya) es lo que nos refleja magistralmente en los puertos de Nueva York Scorsese en Gangs of New York.

Existen travesías históricas duras. Otto Preminger relata cinematográficamente la travesía de Éxodo hacia Palestina y el nacimiento del estado de Israel. Y Peter Weir reconstruye la vida en un barco durante las guerras napoleónicas en Master and Commander. El día a día de un carguero en plena segunda guerra mundial puede verse en Escala en Hawai de John Ford. Imposible no recordar el realismo del desembarco de Normandia en Salvar al soldado Ryan.

En embarcaciones pequeñas pueden transcurrir historias diversas: desde un enfrentamiento de clases sociales y hombría en la desasosegante Cuchillo en el agua de Polanski al terror más extremo en Calma total de Phillip Noyce. También el relato negro más duro como en El talento de Mr Ripley o su primera versión A pleno sol de René Climent y el hermoso rostro de Alain Delon. La intriga y la tensión en un bote salvavidas en una peculiar película de Alfred Hitchcock, Náufragos.

No se pueden olvidar los barcos piratas. Desde la última saga de Piratas del Caribe (que lo que más me gusta es el barco) hasta los clásicos como El temible burlón, El mundo en sus manos o La mujer pirata. Y un poco de nostalgia con ese grupo de adolescentes que viven el verano de su vida encontrando un tesoro en un barco pirata, Los Goonies.

Es imposible olvidar las travesías por mar donde se viven grandes romances: ¿alguien no recuerda Tú y yo? ¿O La extraña pasajera?

También viajamos por la pantalla blanca con los pescadores pacientes en sus pequeñas barcas… así nos viene a la cabeza El viejo y el mar o la dura vida de los pescadores en Terra trema.

Hay pequeñas embarcaciones e historias de amor imposibles como la hace poco recordada en este mismo blog: La reina de África. Hay historias donde el peligro son enormes peces y sólo valientes y duros hombres pueden hacer algo (aunque el pez en cuestión se convierta en obsesión) en sus barcos que conocen como la palma de su mano: puede ser un Tiburón o la ballena blanca Moby Dick.

El viaje en barco como metáfora para llegar al caos o al infierno como la travesía en Apocalipsis now.

También hay extraños cruceros donde los pasajeros viven historias opresivas como Lunas de hiel de Roman Polanski o con historias dramáticas a cuestas y el nazismo de fondo, El barco de los locos de Stanley Kramer.

Otras historias transcurren en embarcaciones más extrañas. Tom Hanks se las tiene que ver con una balsa en la inmensidad del océano en Náufrago. El realizador Jean Vigo regala una poética historia en una embarcación enorme que va por los canales donde una novia deja volar su velo blanco, L’Atalante. O en Young Adam, un joven encuentra un trabajo en una barcaza con un matrimonio extraño y así transcurre una historia oscura.

Los barcos y la vida en los puertos… de nuevo Elia Kazan y la maravillosa la Ley del silencio con la dura vida de los estibadores.

… Otros barcos surcan los mares.

Y serán atrapados por la pantalla blanca.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

10 comentarios en “Diccionario cinematográfico (200)

  1. «L’Atalante», qué buena referencia, una película indispensable. El barco como entorno limitado y preciso del que no hay escapatoria: Roman Polanski, constructor de ambientes como ninguno, lo retrató perfectamente en la que mencionas, «Cuchillo en el agua». Bueno, habrá que aportar algún título a tu extensa (tanto como acertada) lista: «Capitanes intrépidos» de Victor Fleming: el viaje iniciático que cuando eramos niños nos hubiera gustado hacer.
    Saludos.

  2. … Vaya llorera me dio con el personaje de Spencer Tracy (y su marino portugués, Manuel)… muy buena esa aportación de Capitanes intrépidos.
    Y totalmente de acuerdo, querido Licantropunk, L’Atalante es una película hermosa y extraña que se convierte en indispensable. Y efectivamente Polanski es un genio de ambientes opresivos y angustiosos incluso en una pequeña embarcación…

    Besos en velero
    Hildy

  3. Vaya delicia este paseo marítimo Hildy. Mejor no mencionar tormenta balanca y otros estropcios marítimos o de caracter belicoso. Dejemos el diablo de las aguas turbias para otro día que es pleno verano, aunque no es mala película.
    Esta travesía me recuerda que hace mucho tiempo que no veo «escala en Haway». Tocas todos los palos, desde la angustia de «lamerica» (que película tan actual) al disfrute del mundo en sus manos.
    Incluso te recreas en los muelles de Kazan. Creo que me voy a dar un chapuzón. ¿levo el traje de baño puesto? si. Pues dicho y hecho. Tu eres en parte responsable. Un abrazo

  4. Te deseo el mejor de los chapuzones… y mécete entre las olas, tranquilo y sin prisa. Qué genial. Con el mundo en tus manos.
    A lo mejor te encuentras con El Reina de África o con un barco pirata y un suculento tesoro.

    Besos y chapuzones con olas en calma
    Hildy

  5. Interminable diccionario este: desde «Los vikingos» a «Y la nave va» de Fellini, de «El hidalgo de los mares» a «Los lunes al sol» (por más que sus barcos estén en dique seco), de «La batalla del Río de la Plata» al camarote de los Hermanos Marx… Eso sin olvidar al rumboso camarero de aquel bodrio televisivo «Vacaciones en el mar»…
    Y uno de secano. En fin…
    Besos

  6. … y «La fragata infernal», de Peter Ustinov. Y el barco-casa varado de «Mary Poppins» (o de Chanquete, no nos moverán, tralará…).
    Lo dicho, inagoteibol.
    Más besos

  7. ¡Qué bueno, querido Alfredo, cuántos barcos traes a mi memoria! Ay, pero te digo una cosa hoy me apetece quedar en el camarote de los hermanos Marx. Un poco de locura, caos y diversión. Nos vemos. No recuerdo cuál es el número del camarote. Pero si oyes una bocina y una voz que dice cada dos por tres… Y también dos huevos duros… ahí me encontrarás.

    Beso
    Hildy

  8. Pues esta reseña repleta dedetalles me lleva al recuerdo del melodrama con mayusculas. Lo explicas con tanto detalle que reavivas la memoria de una película que hace más de una décvada que no veo.
    Richard Comte no fue un actor que despuntara como estrella, y sin embargo era buen actor. Esas chispas con la especialista en elpañuelo Susan hay que volver a verlas.
    El drama y el buen cine están servidos en tu mesa. Y tienes mucha razón, este director sabe recrear tanto ambientes como personajes dejándolose ya sabes, al desnudo.Alfredo si que sabe. Un abrazo.

  9. no se debe escribir deprisa. Luego pasan cosas como el comentario anterior. Snif.

  10. … Mi querido Victor me encantó ver ODIO ENTRE HERMANOS. Fue todo un deleite por muchos motivos: cómo se dirige bien una película, el trabajo de los actores, una historia bien contada, ambientes bien recreados…

    Richard Conte es un actor bastante olvidado, sin embargo, tiene títulos que me gustan bastante: Yo creo en ti, Una vida marcada, Voragine…

    Ja, ja, ja… a mí lo que me gusta es leerte…

    Besos
    Hildy

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