7 cajas (7 cajas, 2010) de Juan Carlos Maneglia y Tana Shémbory

7cajas

… emoción trepidante, un ritmo que no deja respiro, un thriller intenso, guion bien atado, personajes bien delineados hasta el más secundario entre los secundarios, humor negro y macabro, un ambiente laberíntico, multicultural y caótico; reflexiones sobre los medios, nuevas tecnologías y la imagen proyectada; dosis de realidad, persecuciones, tensión, misterio, interesantes tramas secundarias (que finalmente confluyen)… desde Paraguay.

El espectador se siente desde el minuto uno atrapado en una historia que no te suelta. Así sigue un día en la vida del carretillero adolescente Víctor (Celso Franco) en el Mercado 4 de Asunción. Se crea así un universo caótico que envuelve para encerrar un thriller emocionante. Víctor es casi un niño que a pesar de su dura realidad cotidiana no deja de tener sueños. Su máxima aspiración es conseguir un móvil que graba vídeos. Quiere conseguir a toda costa ser grabado, salir en la televisión. Su vida es supervivencia. Recorre con su carretilla el mercado laberíntico intentando captar clientes que quieren que les lleve la mercancía a cambio de una propina. Compite con otros carretilleros como Nelson (Víctor Sosa) por captar clientes, se relaciona con los vendedores de diferentes puestos, con otros adolescentes como su amiga Liz (Lali González) que también se ganan la vida diariamente o con su propia hermana (Nelly Davalos) que trabaja en un restaurante de comida china.

El intenso día de Víctor comienza cuando recibe un encargo misterioso: transportar siete cajas que debe defender incluso con su propia vida (y devolverlas después al mismo lugar y dueño) y las recoge en una carnicería del mercado. Ese trabajo le permitirá tener dinero suficiente para acercarse un poco a su sueño. No sabe qué es lo que transporta pero de pronto Víctor se ve inmerso en una pesadilla donde se encuentra a enemigos pero también con aliados. Con su conocimiento del laberinto que es el Mercado 4 y con ayuda de casualidades y destinos tratará por todos los medios de llevar hasta el final su encargo. Un encargo que se convierte en peligroso, en un viaje que es otro descenso más a los infiernos, aunque Víctor está acostumbrado a luchar en su día a día. Entre mafiosos cutres, policías, carretilleros que van a por todas porque la vida les golpea siempre… Víctor será consciente de que las siete cajas son un juego peligroso. Y sabe que entre las estrechas callejuelas del mercado la vida no vale nada… lo que vale es sobrevivir, alcanzar un nuevo día. Y quizá alcanzar un sueño…

7 cajas es una película-milagro que se ha convertido en todo un fenómeno en las taquillas de su país de origen. Y el milagro es haber podido llegar a ser una obra acabada y terminada. Hasta que sus directores y todos los implicados han podido completar el film han pasado por numerosas pero fructíferas vicisitudes (entre otras quedar como finalista en la valiosa sección Cine en construcción del Festival Internacional de San Sebastián-Donostia y después regresar ya terminada a la sección de Nuevos directores para ganar el premio de la Juventud) que culminan con una película redonda y trepidante. Porque 7 cajas no sólo entretiene sino que refleja un universo ficticio en un gran escenario realista (en los títulos de crédito nombran a todos los extras que no son más que todos los que se encuentran en ese enorme mercado paraguayo).  Un universo ficticio que encaja perfectamente en el género del thriller con gotas de humor negro. Otra curiosidad es que además se estrena en nuestras salas con subtítulos puesto que sus personajes principales hablan una mezcla de castellano y guaraní. 7 cajas es una película asombrosamente vital, fresca, dinámica y natural que no decae ni un segundo en sus 105 minutos de duración.

Fue una agradable sorpresa trasladarse a ese Mercado 4 de Asunción y acompañar a Víctor en ese extraño viaje… con sus siete cajas.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

8 comentarios en “7 cajas (7 cajas, 2010) de Juan Carlos Maneglia y Tana Shémbory

  1. … Pues mi querido Alfredo… creo que te gustaría. Es que además de ser buena es muy pero que muy entretenida.

    Por cierto ayer vi STOKER. Y me gustó bastante. Un cuento tenebroso y visualmente potente. De las anteriores películas de su director no había visto ninguna… así que ha sido un buen estreno.

    Besos
    Hildy

  2. ¡No veas,qué susto!7 cajas y veo una imagen de un tipo viendo a la vez,por lo menos,diez cajas tontas.Si con una sola el mundo se ha vuelto idiota…No la he visto,amiga Hildy,poco puedo decir a escepción de tu texto,siempre brillante.Pocas veces digo en un comentario que me pongo a buscar la peli para verla,porque todos los que dicen esto mienten,pero me atrae lo que escribes de ella,de verdad.No lo diré,pero quiero hacerlo,es decir,verla.Joer qué complicao soy a veces,jolines.

    Ahora te dejo que estoy grabando el programa Sálvame de Lux.No me pierdo ni uno y tengo pantallas de televisión por todas partes.

    Besos,besos,besos.

  3. Querido Francisco… yo creo que te gustaría. Me atrevo a decírtelo como también se lo he dicho a Alfredo. Porque además de sus peculiaridades es que es muy entretenida. Y hace una buena reflexión sobre las cajas tontas.

    Un beso nunca visto, ni en Sálvame de Lux
    Hildy

  4. Hildy! Esta película ya la había descartado yo de «mis posibles»… Ay, los prejuicios, ¡cuánto daño! Pues nada, le quito el polvo y la recoloco de nuevo. Tu comparación con las cajas tontas me recuerda mucho, además del sueño del prota, a Reality y también a la alemana Juego de inteligencia…

    Y no se por qué, Videodrome ha venido a mi cabeza… entraremos dentro de la televisión…

    Un beso.
    Jose.

  5. Mi querido Jose, es una película que te atrapa y ya no te suelta… un thriller apasionante en el Mercado 4 de Asunción. Yo la disfruté una barbaridad… Las 7 cajas del título son siniestras… Las cajas tontas… siempre he pensado que si nos respetaran más como espectadores podrían ser muy inteligentes…

    Besos
    Hildy

  6. Mi querido Licantropunk, yo la disfruté muchísimo. Fuimos cuatro amigos y nos encantó a los cuatro. Estabas en el asiento viendo ese mercado interminable, perdiéndote en sus callejuelas (y yo más que nací con la brújula estropeada) junto al carretillero Victor… y te salía del alma, como decía una amiga, gritar: ¡Corre, Victor, corre!

    Besos desde Paraguay…
    Hildy

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