Luces y sombras de Gangs of New York (2002) de Martin Scorsese. Melodía de una obra inacabada

A Alfredo (39escalones. Reflexiones desde un rollo de celuloide). Lo prometido es deuda. Ahí va un intento de responder a tus preguntas con la esperanza de que no llegues a clavarme los colmillos en mi desgraciado cuello.

 ¡Me quedaré sin voz pero NO sin el teclado de mi vieja máquina de escribir!

 

Grandiosa e imperfecta. Entre estos dos adjetivos navegan las luces y sombras de Gangs of New York. Obra inacabada y épica. Los contrarios se encuentran en los suburbios de New York. En toda épica se rememora un pasado. Se reconstruye, con elementos de realidad y de ‘mitología’, un acontecimiento histórico. En la épica puede haber un narrador. En Gangs of New York es el propio héroe el que reconstruye entre ensoñaciones, “vagos recuerdos”, leyendas urbanas e imaginación la batalla entre pandillas para dominar la zona de Five Points en 1846. En esa violenta batalla a Ámsterdam Vallon se le quedan grabadas varias imágenes, varios rostros, una frase de su padre (que le indica que no limpie la sangre de una navaja con la que se ha cortado la cara. La sangre debe permanecer en la hoja)… y la muerte de éste en las manos de su rival, Bill El Carnicero, aquel que porta un ojo de cristal con el águila americana.

Pero ésta es una historia épica de la otra historia América. De la América que nadie quiere ni recordar ni ver, de la América de los bajos fondos, de los suburbios, que también formaron parte de la Historia. Es el enfrentamiento entre los Nativos que ven como amenaza a los que llegan en barcos desde el otro lado del océano, como esos irlandeses que forman los Conejos Muertos, la otra pandilla dispuesta a encontrar su sitio. Y por eso es una triste historia de supervivientes…

Primera batalla

Y aquí nos encontramos con la primera escena impresionantemente contada. La preparación de la batalla en una especie de catacumbas con signos religiosos y bíblicos. En primer lugar marcha el líder que toma de la mano a su hijo. Detrás se van uniendo todos los que se van a acudir a la lucha hasta llegar a una puerta donde está el mercenario del mazo con las muescas que matará junto a los Conejos Muertos a cambio de dinero… Oscuridad. Éste, el mercenario, pega un patadón a la puerta y se vislumbra un Nueva York blanco y nevado… Contraste. Salen a la zona y se extienden en fila, como un muro… y pronto van apareciendo los rivales con sus especiales atuendos (unos llamativos sombreros de copa). Quedan frente a frente.

Scorsese llevaba años queriendo realizar este proyecto descabellado (como muchos de los proyectos cinematográficos de los cachorros del Nuevo Cine Americano… proyectos grandiosos en los que se arruinaban o arruinaban, rodajes de infierno, para vomitar obras como Las puertas del cielo de Michael Cimino o Apocalipsis Now de Francis Ford Coppola. Proyectos que o acababan con sus carreras o les daban el éxito definitivo. O caían y volvían a surgir como aves fénix). El director cuenta que en 1970, en una reunión de amigos, se topó con la crónica histórica escrita en 1928 de un periodista Herber Asbury, Gangs of New York. Bandas y bandidos en la Gran Manzana,1800-1925 (¡Francisco todavía no me lo he leído!). Le interesó lo que ahí se contaba y removió en su bagaje histórico, en las leyendas urbanas, tomó varios personajes, mezcló otros… para que surgiera un universo propio que no pudo poner en pie hasta que llegó el siglo XXI. Y los hijos de los supervivientes de Gangs of New York poblaron las primeras películas de Scorsese. Esa América de bajos fondos tiene a sus herederos en el New York cinéfilo de Scorsese. Por eso Gangs of New York tiene sentido en la evolución de su carrera cinematográfica. Ahí están los bisabuelos o los tatarabuelos de los personajes de Malas calles, Taxi Driver o Uno de los nuestros.

 

Amsterdam Vallon y Bill El Carnicero

Nos encontramos que ese niño que vio la batalla ahora es un joven que acaba de dejar un reformatorio en 1863 y que vuelve a Five Points para encontrarse el mismo caos que cuando se marchó pero bajo el mandato de Bill El Carnicero, máximo jefe de las pandillas. “No era una ciudad era un horno”. Y toda la imaginería del caos presente para describir un momento convulso… los momentos previos a los disturbios provocados por los alistamientos obligatorios de la Unión para luchar en la Guerra Civil Americana. Poco a poco se va desarrollando esta situación que va a ser el detonante que ‘engulla’ la historia personal de los personajes protagonistas y que estalle en los disturbios finales.

Otra de las escenas magistrales es un plano secuencia que muestra cómo según llegan irlandeses a la tierra prometida en grandes barcos los reclutan como voluntarios para La Unión y para que a cambio de sustento para sus familias vayan directos al campo de batalla. Bajan del barco, van a las mesas de alistamiento, les dan sus uniformes y les suben a otro barco para luchar en una batalla que no es la suya… mientras de ese mismo barco van descendiendo un montón de ataúdes de soldados muertos…

Amsterdam Vallon, héroe épico, cree que tiene una misión: vengar a su padre. Es esa obsesión la que le ha convertido en un superviviente. Y se ha entrenado a fondo para ello (entre otras cosas no ha muerto). Vuelve al mismo sitio donde se celebró la batalla y descubre el distinto destino de los que lucharon junto a su padre (uno se ha vuelto policía corrupto, el otro es uno de los hombres de confianza de Bill, la otra está alcoholizada, el mercenario sigue siendo independiente y es coherente con sus acciones…). Ahora los Conejos muertos se han dispersado. Nadie habla de ellos. El único que venera la memoria del sacerdote Vallon es el propio Bill, porque le considera un rival digno y a su altura. Y todos los años celebra el aniversario de la victoria en la batalla entre pandillas. Ahí será, en esa celebración, donde Amsterdam pretende ejecutar su venganza. Pero para ello se trabaja, al lado de una pandilla de rateros (donde está un niño que le ayudó a intentar huir del reformatorio al finalizar la batalla donde murió su padre), el acercarse e ir ganando méritos para convertirse en persona grata para Bill El Carnicero. Y poco a  poco vamos viendo su ascenso al ‘poder’. Así se establece una relación de admiración mutua entre dos supervivientes del Five Points… algo que Vallon no es capaz de controlar porque El Carnicero se transforma en una figura paterna que no pudo tener… Y para El Carnicero, el joven Ámsterdam es el discípulo avanzado que puede seguir su legado…

Y mientras, el caos y los contrastes siguen en un caótico New York que va mostrando una brutal y salvaje brecha entre las distintas clases sociales. Se nos muestra la diferencia de oportunidades y de vida en ese New York residencial ajeno a la situación que hierve en Five Points de la mano de la raterilla (protegida de Bill El Carnicero y enamorada de Ámsterdam) Jennie, que ejerce de tórtola en los barrios altos. Es decir, va a las grandes residencias disfrazada como una criada del servicio y se inmiscuye en las casas para realizar sus hurtos. Grandes casas neoyorquinas donde transcurrirá años después, alrededor de 1870, la historia de La edad de la inocencia. La visión de Scorsese al New York de Edith Warthon.

Así conocemos algunas familias de la zona alta que sólo se dignan a visitar Five Points para observar el ‘espectáculo’ de la miseria y hacer sus ‘obras de caridad’. También están interesados en Five Points los políticos corruptos que ven la posibilidad de muchísimos votos que les ayuden a escalar en el poder. De vez en cuando se toman medidas drásticas para mostrar a unos y a otros que se ‘combate la criminalidad endémica’ y entre el político de turno y Bill El Carnicero se preparan unos ahorcamientos que sirvan de ejemplo y de que se van a tomar futuras medidas reformistas… Otra de esas escenas imprescindibles: el ahorcamiento de los cuatro rateros y a continuación la celebración de un baile para los ciudadanos de Five Points donde se afianzará la relación entre Amsterdam y Jennie (y también el conflicto para que no prospere su relación)… El juego de los espejos y el baile de las velas de los dos amantes. Contraste brutal.

Amsterdam sigue su ascenso hasta que un día en un teatro popular (espectacular puesta en escena) ve que El Carnicero va a sufrir un atentado y le salva… en ese momento el joven se da cuenta del rumbo distinto que están tomando los acontecimientos. Se da cuenta de que está perdiendo la cabeza y el norte. De que se está desplazando del plan de venganza. Que algo no está saliendo bien. Que sus sentimientos están revueltos. Ahí está el mercenario que ya le ha reconocido como el hijo del sacerdote y le advierte de que todo se está convirtiendo en una tragedia shakesperiana (o como en la mitología en una lucha extraña entre dioses)… y le pone otra vez en vereda. Le dice que sea listo que no sea un “cachorro irlandés ignorante y bárbaro, como tu padre” pero también le habla de que por lo menos su padre quería a los suyos y luchaba por una vida mejor para todos… Ahí el joven Amsterdam sufre una catarsis envuelto en mujeres desnudas, alcohol, opio y su enemigo admirado, El Carnicero. Delante de todos y borracho se levanta y dice: “Estamos en deuda con él”… Ahí también decide arriesgarse y aunque sabe que es la protegida de Bill, meterse de lleno en su relación con Jennie.

Y entonces ocurre otra escena íntima brutal y es un Bill envuelto en la bandera americana herido frente a la cama donde duermen Jennie y Amsterdam juntos. Y donde éste confiesa a un Amsterdam en éxtasis de donde viene su brutal supervivencia: “¿Sabes cómo me he mantenido vivo? Por el miedo. Eso mantiene el orden de las cosas?”. Le explica que él y el sacerdote tenían los mismos principios y les separaba la fe. Y se convierte en profeta: “La civilización se viene abajo”…

La transformación del héroe de los bajos fondos…

A partir de este momento Amsterdam fracasa en su intento de atentado (toda la puesta en escena de la fallida muerte de Bill por parte del joven en la fiesta de conmemoración de la batalla es un alarde de ritmo y suspense) y fracasa como líder porque no ha ido más allá… Es el amigo de la infancia, un joven irlandés superviviente como él, el que le traiciona. Todos están separados. Bill no mata a Amsterdam porque “no merece que yo lo mate” pero sí le clava un puñal y le destroza la cara a cabezazos.

Cuando Amsterdam se recupera junto a Jennie que le cuida… entiende que ése no era el camino. La venganza personal. Una venganza en solitario. Y ahí vuelve el mercenario que guardó durante años la navaja de su padre, quien le pone en un camino que puede poner en peligro la ‘estabilidad’ de Bill. Amsterdam se convierte en un líder que vuelve a unir a los irlandeses, a las antiguas pandillas, para que vuelvan a encontrar, todos juntos, su sitio. Revive el espíritu de los Conejos Muertos y reta a Bill. Se convierte en otro líder a tener en cuenta en Five Points… pero ya nada de esto tiene sentido.

… lo que menos importa es la venganza

Porque es la Historia con mayúsculas lo que cambia el rumbo de la ciudad de manera brutal. Y el destino de Jennie que no puede soñar con llegar a San Francisco, o el sueño de Vallon de encontrar un sitio para los suyos, o el sueño de Bill de perpetuar su reinado del terror… los disturbios que ponen en evidencia las brechas entre las clases sociales, las injusticias, las contradicciones brutales de la guerra (por ejemplo, los brutales linchamientos a los ciudadanos afroamericanos), el polvorín de una ciudad de rica multiculturalidad (que se fusiona… música irlandesa y bailes africanos… claqué y jazz) que estalla en sus bajos fondos porque no hay posibilidades de futuro o de justicia social… sólo el acudir a una guerra (y una vuelta en ataúd) porque no pueden pagar los 300 dólares que sí pueden los hijos de las familias pudientes (los que llevan la batuta de la guerra). Y ese polvorín es silenciado con una represión brutal por un ejército ordenado y frío que avanza y mata.

Y en ese contexto histórico el enfrentamiento personal entre Amsterdam y Bill queda como una triste y estúpida caricatura… porque a nadie le importa cómo mueren ni su historia personal de supervivencia… Son seres anónimos. Es una triste historia irlandesa o una triste historia americana. Terminó la épica. Se cierra el ojo con el águila americana de Bill…

Son las luces y sombras de Gangs of New York. Donde Martin Scorsese ofrece una melodía de una obra inacabada… grandiosa e imperfecta.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

20 comentarios en “Luces y sombras de Gangs of New York (2002) de Martin Scorsese. Melodía de una obra inacabada

  1. Muchísimas gracias por la dedicatoria, y por el esfuerzo de escribir este alegato de defensa… Pero… no cuela.

    En fin, ya escribí suficientemente por qué me parece que todos estos aspectos fallan (Scorsese no reconstruye un acontecimiento histórico, sino que únicamente lo coloca como telón de fondo, sin analizar, sin explicar, sin presentar, como mero escenario de una historia tópica y plana de venganza, mal concebida y peor desarrollada; la primera batalla es más cómic que cine; Amsterdam Vallon carece de talla artística y dramática frente a su oponente, su perfil psicológico no se sostiene, falla la construcción de su drama interno, que no es tal, y a Leo DiCaprio le falta envergadura física y artística, ni llega a erigirse como héroe -no hace nada para serlo- épico -es más bien un niñato prepotente y bastante torpe, porque no da ni una-; el punto culminante que haría crecer la película se desinfla como un globo pinchado), pero el principal es que esta historia no sirve ni como extrapolación de América ni siquiera como explicación de Nueva York. Eso de que los «descendientes» de esta gente son los que pueblan la primera, y mejor, filmografía de Scorsese es más que dudoso; no lo son étnicamente -el elemento italiano, ya sabes-, pero tampoco lo son por una razón intrínseca: Bill el Carnicero y los suyos forman parte del poder, le sirven, le hacen el juego, el trabajo sucio, y al mismo tiempo pretenden alimentarse y crecer con él, ser «respetables», salir de Five Points. Los «previos» de Scorsese están en el lado contrario, luchan contra el poder, son marginales, viven enjaulados en su mundo y conscientes de que no pueden huir de él, de ahí la nota de desesperación, el drama contradictorio del que no pueden escapar y que suele llevarles a una eclosión violenta, todo lo contrario que a Amsterdam, cuya base para actuar se pierde en la inconcreción de un guión a medio hacer (no veo transformación ninguna, su punto de partida y su punto final son el mismo, y la nebulosa central, lo que haría al personaje interesante, se liquida en una secuencia prometadora truncada de la manera más desastrosa). Los mafiosos de Scorsese juegan, no a favor del poder, sino a la contra. En ese sentido, Bill es más «coppoliano» que de Scorsese. Excepción sea hecha de «Infiltrados», que es un horror y que no tiene pies ni cabeza.

    Me parece, en suma, una película muy superficial que, como digo, quizá funcionaría como cómic. Pero el cine, afortunadamente, es otra cosa, aunque Scorsese ya no se acuerda.

    Así que no me has convencido, pero por el meritorio esfuerzo, dejaremos los colmillos quietos para otra ocasión…

    Besos

  2. Y no he dicho nada de que la relación Amsterdam-Jennie no se la creen ni ellos, que ella es un florero -feísimo, por cierto-, que su papel en la historia es absurdo, y que no hay tensión, romanticismo ni dramatismo. Pero se sobreentiende…
    Más besos

  3. Amiga, Hildy. Extraordinario post al que no me he podido resistir, pues hay gente que tiene mucho tiempo en esta vida para estar dándole vueltas a la eterna cantinela. Me recuerdan a los apolillados personajes de la Colmena. Voy a intentar ser rápido y sintético. No lo creo porque “el erre que erre” sigue. Recuerdo, una vez en la unidad de intensivos un tipo muy Godard, despotricando de todos los santos y maldiciendo (en plan yihadista o intereconomía boys) fundamentalistas. ¿Ha visto las noticias y el vídeo de Mahoma? Cuándo se pierde el sentido del humor… Uf, que líos… Al sujeto, le dijeron que le quedaban horas. Nos sorprendió a todos, pues, solicito un rosario a toda costa. Joder se sabía todos los padrenuestros… Claro como Mary que fue monaguillo de chiquitín. No es mi caso, pues con Scorsese en lo personal me unen un montón de defectos y pasiones caleidoscópicas a través del la ventana durante nuestra infancia (siendo un tipo más coherente que Coppola, no se hablan no por Marty, amigo de de Palma, Lucas y el bueno de Cimino). Como persona es otra historia, menudo marrón se comió la noche de E.Kazan, ya hablaremos de ilustres y geniales chivatos. Es muy recomendable un documental a modo de make in off de “Gangs of NY” donde justifica lo has expuesto muy brillantemente, (lo encontrarás en inglés por youtube, bucea y si quieres lo cuelgas).El film está incompleto. Muy lejos de esa obra maestra de la literatura—mater familias— del periodismo moderno que es la novela de H.A. no repito el título, textualmente, porque los que la hemos leído hace más años, que el día que apareció en la estanterías de la FNAC tenemos empacho, al igual que Capote cuando dijo: lo mejor que he leído. Y Borges apuntillo: “Se puede hablar de prosa e historia, pero Asbury está en otra dimensión”. Por cierto, el bueno y sabedor de esto, Paco Machuca (la conoce muy bien). Seguro que la habrá recomendado el libro. Vaya un saludo por delante desde tu blog. La película es un film hercúleo, excesivo y grandilocuente con unos actores que a día de hoy son de lo mejorcito que le queda a eso del 7ª arte (está todo inventado) un homenaje del que puede dar fe y alardear. Mucho antes de que D.Tostón Garcí y su lamentable film de Mr. Holmes (otra vez tirando dineros públicos), se veía venir. No quise ser agorero pero el rezumar del casting ya chirriaba. Claro, luego nos mosqueamos con los recortes. ¿y el dinero que se mete el personal gratis por la nariz, qué? Conozco el negocio audiovisual, Hildy. Y este no es un país para esas cosas. Luego pasa lo que pasa. Ya no veo cine español. Perdón, miento el otro día vi por octava vez: “Los santos inocentes” de un Mario Camús inconmensurable: magistral y portentosa. Scorsese realizó un programa allá a finales de los 80—del que sobre la historia del cine—que se vendió a un operador británico, convirtiéndose en un éxito. Iban prestigiosos directores de cine e historiadores. No advenedizos charlatanes de copa de Osborne y pataleta de mal perico pillado a un nigeriano atrofiado de glucosa infantil. Al igual que la obra de Malick, “La delgada línea roja” incompletas, inacabadas cuasi irrealizables. Hay entre 6 a 8 horas de material bruto, como el film, de Scorsese. Si la vida fuera como en los tiempos de Fuller o Preminger todo esto estaría solucionado. Pero, el mundo es un casino donde la pasta está muy diversificada y el cine un negocio mundano. Scorsese hablaba de Cinecitta, Bergman, Carné, de Sica, Griffith, Renoir, Ophülls, Wyler y Wellman&etc. No nos preocupemos, Scorsese tiene asma y una cardiopatía isquémica leve. La mía empezó siendo asma y cuando casi me muero se dieron cuenta que era congénita. Dentro de 30 años, nuevos bluerays o matrixtroll tendremos una nueva película del maestro Neoyorkino, y del trascendental Malick. Te dejo, que enredarme en radio macuto. Me gusta hablar de tus buenas críticas, tu sensatez y porque no tengo pasta. Pero en un proyecto editorial tendrías una silla (y no es peloteo ni baboseo de salido). Cuando uno es alguien o distinguido o importante discute con ellos. Mientras, los mortales bastante tenemos con observar y disfrutar de las obras maestras u observar hormigas en el parque. Me esperan en el museo. No cambies, besos y abrazos. Ah, y el blog —el mío—, me importa un pimiento como si lo quemo. Llevo 6 meses y no creía que fueran a leerme tanto. No lo hice por eso (de la vanidad) ni por entretenimiento (ni por tener amigos, he odiado esa maldita canción de R. Carlos, qué pena daba ese hombre). Si no tuviera la dependencia de la S.S. estaría en Australia, Canadá o USA trabajando en lo que me gusta; el cine. Nos vemos por estos lares…

  4. Con el cuello intacto, querido Alfredo, te informo de que no hay duda… mi colador está averiado… porque no te he convencido na de na…,ja, ja,ja.

    Menos mal que hemos disfrutado de lo lindo (o yo por lo menos me lo pasé bien con este post-respuesta)… pero tú y yo estamos atrapados en un bucle infinito y en el centro, sin comerlo ni beberlo, se encuentra el pobre Scorsese, que ni sabe la vorágine que está armando en nuestras vidas… (cómo me gusta exagerar).

    Un placer como siempre debatir con usted,Alfredo mío.

    Besos

    Hildy

  5. ¡Amigo JC!… qué comentario más jugoso lleno de frentes, mareas y cataclismos. Cada línea es una reflexión y una construcción.

    Y ya no me queda duda tengo que conseguir el ejemplar de bolsillo de Gangs de Nueva York de Herber Asbury YAAAAAAAAAA.

    Ahhh, por cierto,aunque te importe poco tu blog… para mí es un placer pasarme por tu inquietante bypass y poder descubrir más cine negro, por favor…

    Besos
    Hildy

  6. Ante todo, enhorabuena a ambos por esta sana dialéctica. He tenido que remontarme hasta el texto de Alfredo en su blog para ver lo que allí motivaba respuesta tan extensa.
    Leido todo y puesto que cada cual tiene su opinión fundamentada,decir que suscribo tanto como discrepo de ambos textos y en igual medida. Me voy a permitir humildemente aportar algo comentando a ambos a la vez.
    Ante todo, no creo que esta película disfrute de un elogio desmedido y que sean pocos los que la critican. En realidad, como bien se apunta, fue un fracaso comercial. Cuestión a parte es que los elogios sean hacia Scorsese, haga lo que haga. Es tal vez el cineasta de las tres últimas décadas más idolatrado. Y en su carrera hay de todo, por mucho que les pese a sus seguidores.
    En segundo lugar, creo que el film ofrece una visión distinta según se adopte por el espectador una perspectiva histórica o meramente épica.
    Quien vaya buscando una lección de historia, un fresco de la ciudad en el siglo XIX, esta película solo ofrece leves pinceladas insuficientes y le defraudará.
    Quien busque un espectáculo grandilocuente y excesivo, pero con ciertos matices la disfrutará mucho más.Solo hay que ver la primera escena de batalla, en la que Scorsese avisa de ello modificando en plena batalla el score musical, que da un giro hacia lo moderno que a los amantes de los frescos históricos no les agradará nada.
    Respetuosamente diré que discrepo respecto de los actores y su interpretación. La de Daniel Day Lewis me parece cargante y excesiva, un auténtico festival de tics y grandilocuencia digna de mejor causa. Ya sabemos desde el comienzo que es un fanfarrón, no hace falta reiterarlo una y otra vez con voces altisonantes hasta la nausea.
    Sin embargo, creo que Di Caprio modula mejor su personaje. En esto coincido con Hildy. Su composición no es de una sola pieza como la del carnicero, sino que evoluciona desde la cobardía y el temor hasta la insurrección e incluso las dudas de matar al padre. No me parece que lo haga mal. Tampoco Cameron Diaz, que hace tal vez el personaje más complejo. Simula ser vivaz y libertina pero más tarde demuestra que todo ello es solo una fachada para esconder su dolor y un lado oscuro de gran interés.
    La película me parece francamente irregular, pero atractiva. El exceso como instrumento de estilo es su peor aliado. Aunque ello no evita momentos de cierta fuerza visual e interpretativa. No la considero un desastre, pero desde luego no alcanza ni de lejos el lirismo de «la puerta del cielo». Tal vez por que sus pretensiones van más por el lado de la épica espectacular que por el de la lírica. No me extiendo más. Saludos a ambos.

  7. Olé, Víctor.
    Aunque en lo de DiCaprio no me convencería ni el pelotón suicida de «La vida de Brian»… Qué malo es. Qué personaje más ramplón… En cambio, el de Bill tiene historia a sus espaldas. Ahí es donde radica su importancia: ¿de dónde viene? ¿Por qué es así? No me parece plano en absoluto: es alguien que no quiere ser, tiene concencia de su abyección, y tanto se recrea en ella como quiere abandonarla. Amsterdam es un gilipuertas…
    Encantado, en todo caso, de leeros.
    Besos y abrazos

  8. Querido Victor: me han enriquecido mucho tus aportaciones y miradas. He disfrutado mucho leyéndote. Y sí también defendería al personaje de Jennie (Cameron Díaz) que efectivamente me resulta complejo y con bastantes matices… y en cada nuevo visionado me gusta más este personaje.

    A mí cada vez que vuelvo a ver Gangs of New York me ofrece nuevas perspectivas, miradas, me fijo en nuevos detalles y lecturas… Me parece que es bastante rica. Y a mí finalmente me pueden más la luces que las sombras (que las tiene, por supuesto).

    Besos
    Hildy

  9. … pero, mi querido Alfredo, ¿qué te ha hecho Amsterdam? Mira que el pobre ha tenido una vida de lo más jodida… y encima tiene que cargar con que es un gilipuertas… ¡No es justo!

    Besos y más besos
    Hildy

  10. Pues es que es verlo nada más empezar, con el petate, la gorrita y la cara de tomar fibra a paladas para poder hacer de vientre y es que me dan ganas de patearle los bajos, de verdad. Yo voy con Bill de todas todas. Y de Jennie mejor no digo nada, porque como diga algo…
    Fuera de bromas: lo de Amsterdam y lo de Jennie, pero más lo de Amsterdam, no supera el curso de guión profesional, te lo digo yo. Es más, como contaba en el post, todo el mundo lo sabía y se gastaron montones de dólares en reescribir el personaje, sus diálogos y volver a encajarlo en las secuencias en las que aparecía. Hasta cinco guionistas distintos, y que si quieres arroz, Catalina…
    No entiendo, ni entenderé, tu fascinación por esta película, de verdad. Tan larga, infumablemente larga, por cierto…
    Más besos

  11. ¡Enhorabuena! Un artículo buenísimo. Tendría que volver a verla si bien tu entrada recorre la trama a la perfección y me la ha recordado, pero en su momento, cuando la vi, me deslumbró el principio: los celtas, sus tribus, acampadas en New York: después el encantamiento se desplomó rápidamente: fallida. Esta película supuso (me parece recordar) el comienzo de la lamentable relación cinematográfica entre Scorsese y DiCaprio. Lamentable por parte de este último: no tenía el empaque necesario para interpretar los papeles que le ofrecía el director neoyorquino. Hasta «Shutter Island» no pareció (será la edad) que empezaba a encajar en los fotogramas y ya era demasiado tarde. En «Gangs of New York» Daniel Day-Lewis se lo come (artísticamente) sin el menor esfuerzo. Y de Cameron Diaz, mejor no hablar: su papel en «La mascara», donde era el mejor efecto especial de la película, es lo único que se me ocurre destacar de su carrera.
    A Scorsese, uno de mis cineastas favoritos, tengo muchos sitios más donde buscarle, encontrarle y disfrutarle, la mayoría junto a Robert De Niro, por supuesto.
    Saludos.

  12. ¡… Amigo Licantropunk me alegra leerte!
    A mí en Gangs of New York me gusta el binomio Bill El Carnicero-Daniel Day Lewis y Amsterdam Vallon-Leonardo DiCaprio. Efectivamente fue aquí donde empezó la relación profesional entre Scorsese y DiCaprio…
    … Scorsese me gusta mucho, mucho, mucho… y ahora mira qué te digo, me voy a poner a cantar New York New York a lo Liza Minnelli.
    Besos
    Hildy

  13. ¿Pero esto qué es?Homenaje y comentarios excelentes para una película que ya comenté en el blog de Alfredo.Para mí existen dos libros esenciales sobre el nacimiento,como civilización de América:Gangs de Nueva York (Bandas y bandidos en la Gran Manzana,1800-1925,de Herbert Asbury,y,La jungla de Upton Sinclair.La película es floja muy floja,y lo peor,aburrida,demasiado aburrida,pero esto no quita que he disfrutado de tu siempre excelente texto. Y desde aquí le quiero decir al amigo J.C.Alonso,que estoy muy de acuerdo con la última película de Garci.¿Pero qué le pasa a los directores de ahora? Se hunde el Titanic y ahí está DiCaprio.Vas a una isla desierta y ahí está DiCaprio.Que se estrella un avión;ahí está DiCaprio.DiCaprio en la Gran Manzana.DiCaprio como alter ego de Scorsese y luego ves a Sherlock Holmes o,mejor dicho,lo lo ves,no está ahí y Watson rodeado de morcillas,chirizos y jamones.Y DiCaprio y Gallardón con una barba postiza.Me estoy volviendo loco.Dejo el cine por un tiempo y me encierro en mi biblioteca para leer buenos libros.

    Besos,Hildy,pero me repito;tu texto es excelente.

  14. … Además de la sala de cine, querido Francisco, hay otros sitios privilegiados para escaparse y es allí donde puedas leer un buen libro o el placer que supone andar entre las estanterias de una librería…

    … Me encanta que cada vez me acumules más y más lecturas de libros pendientes… porque nunca tendré la sensación de aburrimiento o de que no tengo nada que hacer…

    … pero yo no puedo dejar la sala de cine… me sentiría sin brújula vital.

    Besos
    Hildy

  15. El tema está muy bueno, me gusta gangs of new york aunque la encuentro imperfecta, Amsterdam (DiCaprio)parece salido de un cómic barato, algo irreal que no parece sostener la suficiente fiereza para vencer al carnicero, un Day Lewis enorme, lo mejor del filme, me recuerda a Jack Sparrow , ¡sí! el de Johnny Depp (la invención del primero), que aunque el filme no es lo mejor, sus actuaciones son gigantescas, brillantes, impresionantes, yo encuentro que el final trata de ser apoteósico con los bombardeos de los cañones y eso es bueno, el humo, la desventaja, el contexto, pero igual me sigue sabiendo a que DiCaprio es ínfimo (y eso que es un actor que me agrada), todo el huele a poca cosa, a remedo y a obviedad, y en sí vuelve la historia muy convencional, la ladrona que se enamora del héroe va…, todo ese tópico predecible malogra la belleza de esas pandillas, de esa suciedad, honor, fiereza que se vive en cada espasmo del filme, algo que gana por atmósfera, y reparando un guión en que no es necesario contar la misma historia de siempre hubiera sido la obra maestra que parece augurar con esa genialidad del Butcher y su mundo «oculto» y tan representativo de la esencia americana. Un beso.

  16. Sí, cierto es, amigo Mario, Gangs of New York es imperfecta pero esconde muchos tesoros o así me lo parece a mí cada vez que la veo. Defiendo al personaje de Bill El Carnicero pero también me parece bien construido el de Amsterdam y Leonardo DiCaprio no me parece una mala elección. Tu mirada aporta más cosas y enriquece. Está claro que independientemente de que Gangs guste o no guste genera miradas y puntos de vista que me están haciendo disfrutar muchísimo.
    Besos
    Hildy

  17. La verdad, compa Hildy, es que entre tú y Alfredo, me habeis dejado sin alternativa: no tengo otra que verla, aunque me conste que con eso no voy a solucionar vuestra contienda… Eso sí, y0 ya llevo referencias más que sobradas al respecto. Y, dado que no he visto la peli, solo quería añadir dos apuntes, al hilo de algunos apuntes previos de dos comentaristas:

    – Sumarme a la reivindicación de ‘Los santos inocentes’ que hace J. C. Alonso; la volví a ver el pasado sábado (ni sé la de veces que la habré visto ya) y me volvió a parecer, como siempre, una auténtica obra maestra, una de las mejores pelis que he visto en mi vida, con tres interpretaciones prodigiosas (las de Alfredo Landa, Paco Rabal y Juan Diego). Ya sabemos que da más dinero Torrente, pero que se hagan tan pocas pelis así da mucho que pensar.

    – Recalcar lo interesante del apunte de V, sobre la irregularidad de la filmografía de Scorsese; yo no la conozco en detalle, he visto varias de sus pelis, pero no todas, pero lo que sí tengo claro, con carácter genérico, es que, como cualquier otro autor con un corpus de obra de cierto volumen, es imposible que su nivel pueda mantenerse en el pico permanentemente, tanto da que sea Scorsese, Wilder, Hitchcock, Ford, Welles o cualquier otro nombre señero. Bueno, sí, hay una única excepción, un solo director que pasará a la historia como el autor de una filmografía íntegra que ostenta la condición de magistral, y que es Charles Laughton, pero ésa, naturalmente, tiene trampa…

    Un fuerte abrazo y seguimos trasteando.

  18. Ja, ja, ja amigo Manuel ¡tienes que verla! Aunque vamos te la hemos destripado de arriba abajo y del revés (sobre todo yo)… ¡lo siento!
    … Y tus apuntes, Manuel mío, qué te voy a decir, siempre palabras sabias, siempre. Y ¡qué razón tienes en lo de Laughton! Qué increíble, extraña y misteriosa es LA NOCHE DEL CAZADOR.
    … Seguiremos tecleando y tecleando.
    Ya sabes que me encanta leerte.
    Besos
    Hildy

  19. Llegué aquí por motivo de una tarea sobre la película, buscando qué significaba la frase del Padre Vallon, y en vez de encontrar solo lo que quería hallar, terminé con una gran serendipia. Me encanta la forma de escribir de cada uno de ustedes, tanto que aprender, tan delicioso lenguaje y palabras, créanme que con sus comentarios y en especial con tu post, estimada Hildy, me siento en un ambiente tan familiar y acogedor. Excelentes aportes y un post simplemente benemérito.

  20. Bienvenido Eliab
    Me alegra mucho que te haya interesado el post y los comentarios.
    Ese es el fin, crear un lugar familiar y acogedor donde compartamos la pasión por el cine.

    Beso
    Hildy

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