Duryea tiene ganada la eternidad cinéfila por los siglos de los siglos por su maravillosa trilogía de malos malísimos en tres obras maestras del cine negro. Gánster con aires de locura o chulo pringado que va por la vida con la violencia por bandera. La mujer del cuadro, Perversidad (ambas de Lang) y El abrazo de la muerte de Robert Siodmak cuentan con tres malvados con el mismo rostro que siempre que aparecen se llevan la función de calle. Las tres películas son tres puntales del buen cine negro. Las mujeres que acompañan a estos malvados (con cara de Duryea) en este viaje hacia lo oscuro son Joan Bennet en las de Lang e Ivonne de Carlo en la de Siodmak.
Duryea es de esos tipos duros con cara peculiar que tuvo una carrera notable pero que irremediablemente ha caído en olvido. Para mí el encontrármelo en alguna película entre los nombres del reparto siempre es algo bien recibido. Me supone una garantía para tener ganas de verla. Y mientras me muero de ganas por descubrir muchas joyas ocultas de su filmografía… me deleito en las que le voy descubriendo.
Empezó en roles secundarios en las que mostraba su versatilidad pero también su sello (sus personajes no suelen ser sencillos… y viajan más por los caminos de la maldad y la oscuridad). Dan Duryea es de esos tipos que no tiene cara de bueno… Así comienza su carrera cinematográfica a principios de los cuarenta con La loba de William Wyler… y es uno de esos zorros-cachorros miembro de esa familia que se devora por dinero. Después se fue a una comedia que adoro, Bola de fuego, y es el matón de turno pero con mucha gracia y poco cerebro. Los siete sabios que tratan de que el ‘príncipe’ sabio se quede con la dama, chica de Cabaret… le someten a una ‘brutal’ tortura a base de cosquillas. Y ya se cruzó en el camino de Fritz Lang que le convirtió en el malo malísimo con ese mechón de pelo tan especial que cae por su cara.
Otro de sus géneros más visitados fue el western (varias veces bajo la dirección de Anthony Mann). Nos lo encontramos en el reparto de la mítica Winchester 73. Y Mann le dio la posibilidad de alejarse de su personaje de malvado para darle el papel de trabajador simpático, líder y eficaz en Bahía negra. Pero de nuevo Allan Dwan le pone cara de malo y construye a un antihéroe malvado del salvaje Oeste en la notable Filón de plata. Duryea da escalofríos por su afán de venganza y violencia… irracional.
Me alegro de este rostro incompleto… pero ya en el olimpo (sus tres malos se quedaron en la retina de mis ojos para siempre)… porque me anima el saber que me quedan muy buenas películas por descubrir. De momento me apetece conseguir verle en El ministerio del miedo, Ángel negro, Demasiado tarde para lágrimas, Murallas de silencio…
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Si a todo intérprete, masculino o femenino, aquí o en Sebastopol, le condiciona su físico, en el caso de los secundarios malosos, la cosa adquiere tintes tremebundos. Como en este caso, compa Hildy, como en este caso: Duryea, con ese careto, lo tenía muy complicado para encajar en otros perfiles. Cosas del star system…
Un fuerte abrazo y buen día.
Este tipo se merecería un libro para él solo. O un ciclo. O ambas cosas.
Yo lo recuerdo además en «Sahara» con Bogart, y en «El Gran Flamarion» con Von Stroheim, y ya mayor como miembro de esa partida de robinsones desérticos de «El vuelo del Fénix». Y en el papel de villano que se redime: «Un extraño en el camino», de Don Siegel, con Henry Fonda. Ahí Duryea es un villano con corazón. O sea, como nunca antes.
Besos
… Si es que Manuel tienes toda la razón… Duryea no tenía cara de buenecito… no, no. Tenía cara de tipo duro y oscuro. Pero aun así, incluso en sus caracterizaciones de malo malísimo se veía su versatilidad y su buena construcción de los personajes…
A mí nunca me ha decepcionado… y creo que va a seguir dándome muy buenas sorpresas.
Me encanta lo que he visto hasta ahora de Duryea
Beso
Hildy
Pues ya lo has visto más que yo… Lo que digo hay que perseguirle y descubrirle… porque no suele decepcionar. Más a mi lista de películas pendientes. Algunas tengo que volver a revisitarlas porque las tengo muy lejanas en el recuerdo como El gran Flamarion (Qué rostros, Duryea y Stroheim… uuff)…
Un ‘villano con corazón’… seguro que sólo puede proporcionar buenas sorpresas…
Beso, Alfredo
Hildy
Merecido homenaje,amiga.Este tipo,como dice Alfredo,merecería un libro.Mira,te cuento lo que opino de sus personajes,sobre todo los de Lang.Es un tipo gandul,mafioso de pacotilla.No nos da miedo pero tampoco nos cae simpático.Hoy diríamos «un mierdecilla»pero lo suficientemente capullo como para amargarte la vida.Es decir,fue un personaje que se adelantó a su tiempo.Hoy existen miles de ellos,macarrillas del tres al cuarto.Al Capone desapareció con su glamour,su estética y su moral.pero Duryea supo interpretar al villano cutre que da un par de hostias a una mujer para sacarle un par de dólares.Además,tiene un cuerpo raquítico y esos andares.En fin,un actorazo para unos papeles que se adelantó a su tiempo.¿No te parece?
Me ha encantado que te acordaras de un actor que hoy ya nadie recuerda (injustamente)
Un belo Hildy
Francisco, qué buen perfil haces de los papeles de malote de Duryea…, el ‘villano cutre’. Pero qué grande era, cómo hacía al personaje tremenda y tristemente creíbles. Me quedan todavía papeles en los que descubrirle. Papeles versátiles dentro de la maldad reflejada… y cuando se alejó del personaje malvado también supo hacerlo…
¡Qué no caiga en olvido!
Besos
Hildy
Uno de los malos más magnéticos y sugestivos que se puede uno encontrar. Dan Duryea casi nunca hacía papeles de malo porque sí. Sus personajes eran ambiguos y más complejos de lo que parecía a simple vista. Lo que hace que sus personajes fueran tan atractivos era que siempre le añadía a su «maldad» dosis de sarcasmo, ironía y chulería cuando no hacía gala de una cierta gracia por ser un poquito descerebrado (como en La loba o en Bola de fuego).
Desde luego yo no sería capaz de decir que no a este grandísimo actor al que es urgente y necesario hacer una reivindicación. Caería a sus pies de inmediato, aunque supiera que me espera lo peor: es lo que hay cuando se tiene talento.
Saludos.
… Sí, la ambigüedad de los malos de Duryea es lo que los hace tan atractivos. Ay, el talento, Isis, el talento.
Yo hoy me quedo con su malo de Bola de fuego… y esa ‘tortura’ que recibe por parte de los profesores… una pluma que pasa suavemente por unos pies… y no poder parar de reír.
Besos
Hildy
COMPARTO CONTIGO ESE AFÀN DE QUERER VER UNA PELI CON DURYEA, Y ES QUE LA VERDAD QUE LO HACE DE MARAVILLA-LO DE MALO, CLARO-, TE RECOMIENDO VEAS «EL ANGEL NEGRO», QUE NO EN VANO ESTÀ ENTRE LAS QUE RINDEN HOMENAJE AL CINE NEGRO, CON UN GUIÒN BUENÌSIMO Y BUENA TÈCNICA PARA AQUELLOS TIEMPOS, MERECE DESTACAR COMO EL MALVADO PERFECTO DEL CINE NOIR DE LOS AÑOS DORADOS DE ESE GÈNERO: LOS 40`S, ABARZOS DESDE ECUADOR, DE UN CINÈFILO EMPEDERNIDO Y LOCO AMANTE DEL CINE CLÀSICO Y DE TODOS LOS TIEMPOS…
ECUADOR
¡Gracias por la recomendación, Robert, me apetece muchísimo ver Ángel negro! Qué ganas poder descubrir buen cine negro. El otro día volví a ver LA LOBA con Bette Davis donde Duryea debutaba como actor de cine y ¡qué buen papel como el primo Leo!
Beso
Hildy
Hola Hildy! Que bueno tu blog. Me encanta tu devoción por el gran Duryea. Yo lo había visto en varias películas, pero nunca había aquilatado del todo su presencia eficaz y sus dotes actorales hasta que ví «El abrazo de la muerte» y sobre todo «Angel negro» que te recomiendo vivamente. Saludos desde Buenos Aires!
Bienvenida, Margarita, y muchas gracias por tu comentario. Gracias por tu recomendación. Todavía no he podido ver Ángel negro pero qué ganas tengo. Dan Duryea siempre da buenas sorpresas.
Beso
Hildy