Dos estrenos y un clásico. Los Hollar (The Hollars, 2016) de John Krasinski / Rara (Rara, 2016) de Pepa San Martín / El secreto de Santa Victoria (The Secret of Santa Vittoria, 1969) de Stanley Kramer

Los Hollar (The Hollars, 2016) de John Krasinski

Los Hollar

Las películas-medicina sientan bien después de su visionado y su efecto perdura en el tiempo según la intensidad de los efectos secundarios. Los Hollar es una de ellas. De pronto, una tarde entras a la sala de cine sin esperar nada, y sales con una sonrisa que no esperabas. John Krasinski, como director, actor y también productor, disecciona a una familia, los Hollar, en un bache existencial donde parece que todo se quiebra, se diluye y se desploma, donde parece que no hay salida posible o solución. Por una parte la crisis económica que hunde a pequeños empresarios que se han pasado la vida trabajando como mulos; por otro la enfermedad que rompe dolorosamente y por sorpresa al pilar fuerte de la familia; y, por último, las crisis existenciales de un treintañero y un cuarentón (uno se asusta ante las responsabilidades y el futuro profesional, y otro trata de levantarse después de haber fracasado en varios terrenos…).

Dos claves para disfrutar de Los Hollar: una buena mezcla de drama y comedia que alcanza así el equilibrio. De este modo nunca es amarga del todo, siempre hay un hueco para la risa (incluso la carcajada), pero tampoco se va por el lado del almíbar (pero alguna lágrima es difícil de reprimir). Y un grupo de actores encabezado por dos veteranos que hace que el espectador se interese por cada uno de los miembros de esta familia. El matrimonio Hollar no está pasando precisamente por un buen momento. Ella, Sally, es una mujer fuerte con una poderosa energía y él, Ron, es un hombre trabajador, aparentemente frágil pero que siempre trata de salir adelante molestando lo menos posible. Y estos personajes son conmovedores además de divertidos porque están dentro de dos grandes actores: Margo Martindale y Richard Jenkins. Solo por ellos merece la pena meterse en la sala de cine. Luego están acompañados por los dos actores que hacen de sus hijos: el propio director, John Krasinski, y Sharlto Copley. Y el que sorprende es un divertidísimo Copley como hermano cuarentón fracasado, que ha vuelto a la vivienda de sus padres.

Los Hollar es una de esas películas de la que no esperas nada, de la que apenas has oído, y de pronto te das cuenta de que te ha proporcionado un buen chute de energía para enfrentarse a la vida.

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